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Red Internacional
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EDITORIAL. Mirando Santa Fe con ojos de mujeres

Una mujer es internada cada tres horas por las consecuencias del aborto clandestino, y el 20 % de las jóvenes están desocupadas. Sin embargo, las mujeres son de las principales luchadoras. En la provincia de las valientes que ponen el pecho a las balas del narcotráfico y la policía, los reclamos de género están borrados de la campaña electoral. Solo la izquierda se posiciona por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, pero tiene que obtener 50 mil votos para poder participar de las elecciones generales.

Cecilia Rodríguez @cecilia.laura.r

Jueves 15 de enero de 2015

El revolucionario ruso León Trotsky decía: “Si en realidad queremos transformar la vida, tenemos que aprender a mirarla a través de los ojos de las mujeres”. Son ellas, en especial las trabajadoras y pobres, las que se llevan la peor parte en toda sociedad donde la regla es la explotación y la opresión. Y la provincia de Santa Fe, a pesar de estar gobernada por gente que se llama a sí misma “socialista”, no es la excepción.

En un informe publicado hace días por el diario Página 12 se revela que entre 2013 y 2014 hubo 40 femicidios y solo el pasado año otros 21 asesinatos de mujeres que no han sido aún reconocidos como tales. Cada semana, 200 mujeres realizan una denuncia por violencia de género en la fiscalía rosarina. En la provincia, son internadas tres mil mujeres por año por las consecuencias del aborto clandestino: una mujer cada tres horas.

En el plano laboral las cosas no van mejor. La tasa de desempleo entre las mujeres es del 11,3 %, en el Gran Rosario, dos puntos más que la tasa de desocupación total. Si consideramos las mujeres entre 18 y 29 años este número asciende a casi el doble, 21,8 %.

Las mujeres no solo sufren la opresión, también luchan contra ella. No es casualidad que sean de mujeres las principales voces que se alzan para denunciar el régimen narcopolicial santafesino. Norma Pared y Norma Bustos, esas mujeres que pusieron, literalmente, el pecho a las balas para denunciar las bandas narcos que deciden la vida y la muerte en cada barrio humilde. Elsa y María Helena, las madres de los jóvenes trabajadores Franco Casco y Jonathan Herrera, respectivamente: las madres del gatillo fácil. Mecha Delgado, la trabajadora social asesinada por narcos. Silvia Suppo, ex detenida desaparecida, que tuvo la valentía de decir en los juicios a los genocidas que las violaciones en los centros clandestinos son un delito de lesa humanidad: ella también fue asesinada, y su crimen, jamás esclarecido.

Herminia Severini y Lucrecia Villalonga, Madres de Plaza de Mayo que jamás abandonaron las banderas y mantuvieron su férrea independencia de todo gobierno, incluyendo el kirchnerista. Estas valerosas madres inspiraron a militar a decenas y decenas de jóvenes, trabajadores y mujeres. Siguiendo este legado, Norma Ríos y Florencia Delnegro de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Alicia Bernal de la Comisión Antirrepresiva y por los Derechos Humanos (CADH), Constanza Villanueva del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH), son algunas de las mujeres que encabezan organizaciones de derechos humanos, tan necesarias por estos días.

¿Y quiénes defienden seriamente la educación pública? Las miles de maestras que sostienen cada aula venida a menos de cada barrio militarizado. ¿Quiénes sostienen la salud pública? Miles de enfermeras con salarios por el piso. ¿Quiénes atienden los teléfonos en las decenas de call centers? Miles de mujeres jóvenes que para estudiar deben ser la mano de obra precaria de las telefónicas.

El lugar de las mujeres en estas elecciones

Las mujeres ponen su impronta y sus reclamos en Santa Fe, pero -excepto el Frente de Izquierda-, los políticos prefieren NO hablar del tema. Es obvio en el caso de Del Sel, cuyo humor misógino conocemos todas. Para acompañarlo en las listas del PRO, Anita Martínez, que saltó de la farándula a la política, cumple con todos los estereotipos de belleza imposibles de alcanzar para la aplastante mayoría de las mujeres que viven de su trabajo (y no del abultado sueldo de $ 40.000 por ser Concejal).

La gran electora del PJ, María Eugenia Bielsa, que en algún momento posó de progresista pronunciándose a favor de la despenalización del aborto, dice que en la lista del peronismo habría que incluir al derechista Carlos Reutemann, antiabortista, opositor al matrimonio igualitario y responsable de los asesinatos de los luchadores del 19 y 20 de diciembre en la provincia, entre ellos, dos mujeres. Del lado del Frente Progresista Cívico y Social gobernante, el radical Mario Barletta lanzó una campaña denigrante con modelos vistiendo calzas ajustadas donde se leía su nombre. La intendenta de Rosario, Mónica Fein, tuvo en su gabinete durante casi cuatro años al padre de un reconocido proxeneta local, que administraba una red de prostitución vía la web "Supergatitas": la web tenía domicilio legal en la casa del funcionario de Fein.

La lista es coronada por el presidenciable Hermes Binner, que hizo famosas declaraciones clericales, como “la profesión de médico me enseño a cuidar la vida”, y se opone no solo al derecho al aborto legal y gratuito, sino a la elemental despenalización de las mujeres que exponen su vida y su salud con el aborto clandestino y encima pueden correr el riesgo de ir presas, como Romina Tejerina. Con Binner y el Partido (mal llamado) Socialista, hay cárcel para las mujeres y libertad para la narcopolicía.

Las organizaciones que acompañan la candidatura de Carlos del Frade se movilizan por los reclamos de las mujeres, pero no hablarán de ellos en su campaña electoral, en especial de uno que confronta con la Iglesia, como es el derecho al aborto. Es que a nivel nacional llevan como candidato a Víctor De Gennaro, un aliado de la principal organización mundial que se opone a los derechos de las mujeres: el Vaticano.

Solo desde el Frente de Izquierda nos posicionamos por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, y centramos nuestra campaña en la lucha por los reclamos de las mujeres, junto con los de la juventud y los trabajadores. Pero nos exigen obtener 50 mil votos en las elecciones internas de abril para poder participar de las generales de junio. En un año marcado por la agenda electoral, las luchas que día a día damos desde abajo y los reclamos de miles de mujeres en la provincia solo tendrán expresión y difusión si impedimos que proscriban al Frente de Izquierda. Como siempre, será una tarea militante de cientos de trabajadores, jóvenes y mujeres que codo a codo pelearemos por nuestro derecho al pan, y también a las rosas.