La vocera del organismo Julie Kozack halagó el ajuste salvaje del gobierno y confirmó el avance en el acuerdo para otorgar financiamiento, en medio de la tormenta por la estafa. Un proyecto que hace aguas y más deuda que recae sobre las mayorías populares.
Jueves 6 de marzo 14:37
Javier Milei con la Directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en la sede del organismo en Washington D.C. Foto: Gobierno nacional argentino.
Julie Kozack, representante del FMI, halagó el ajuste salvaje - al que llama "plan de estabilización"- del estafador Javier Milei y confirmó el avance de las negociaciones para nuevo acuerdo.
El apoyo explícito a Milei luego del escándalo de $Libra, que cuenta con el respaldo de Donald Trump, es para sostener un proyecto económico que hace aguas y tiene que volver a recurrir al financiamiento externo en pleno año electoral. La injerencia del FMI en el plan de ajuste llevado adelante es manifiesta y este nuevo acuerdo vendrá con nuevos lineamientos para la política económica.
La estafa de la deuda será tema de debate en el Congreso en los próximos días. El poder legislativo tiene que avalar el acuerdo y el gobierno busca para generar "volumen político" en medio de una caída de su imagen y en su peor momento político. Lo cierto es que ya tiene grandes aliados que se prestan firmarle un cheque en blanco.
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Sin embargo, existe discusión sobre el proyecto que mandaría el gobierno al Congreso para su aprobación, que no incluiría los detalles técnicos del mismo. Esto es una contradicción con la llamada Ley Guzmán, que exige transparencia en los términos de endeudamiento. El acuerdo, conocido como Staff Level Agreement, será evaluado en última instancia por el directorio del FMI, quien tiene la decisión final.
Está claro que esta nueva deuda no puede traer nada bueno. Solo hará crecer la deuda que ya hoy es insostenible y que lejos de beneficiar al pueblo trabajador, ha sido utilizada para sostener la especulación financiera mientras se recortan derechos y servicios esenciales como la salud, la educación y las jubilaciones.
Es hora de que las centrales sindicales rompan la tregua y el pueblo trabajador aparezca en escena, con plan de lucha y en las calles, para torcer el rumbo de este gobierno y de sus aliados en el Congreso. En los últimos años, solo aumentó la dependencia económica, los despidos y el ajuste. El cogobierno con el FMI no va más.
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