Un joven de 27 años murió tras recibir un disparo en la cabeza por parte de un efectivo de la Bonaerese. La familia pide justicia.
Domingo 23 de febrero de 2020 19:41
El viernes pasado a las 5 de la tarde, Diego Arias de 27 años perdió la vida tras recibir un balazo en la cabeza. Según relata la familia a los medios locales, todo comenzó con una discusión familiar, con la posterior llegada de la policía que abrió fuego contra los presentes, quienes se defendieron con palos y piedras.
Diego habría escuchado la situación y al acercarse al lugar fue alcanzado por una bala en la cabeza, quedando tendido en el piso. La policía se retiró del lugar, dejando al joven herido, que murió 30 minutos después.
Su madre pide justicia y contó a los medios locales que el oficial Guardisa -quien mató a su hijo- y una oficial a quien no pudo identificar “se la tenían jurada”. “Sólo exijo justicia porque a mi hijo no me lo van a devolver, pero quiero que el policía que lo mató vaya preso”, contó la mujer rodeada de sus otros hijos. Según los testigos, el oficial que baleó a Diego no se detenía a pesar de que "ya estaban retrocediendo".
La causa quedó en manos de la fiscal Gabriela Mateos, quien deberá determinar lo ocurrido la Gendarmería Nacional intervendrá en la investigación.
Al respecto Carla Lacorte integrante del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos sostuvo: "Otra vez más la Policía Bonaerense, una vez más el gatillo facil. Nos solidarizamos con la familia de Diego Arias y exigimos la inmediata detención de todos y cada uno de los policias involucrados en este crimen contra la juventud del pueblo trabajador. Esto demuestra que no alcanza con eliminar las resoluciones represivas de Bullrich sino que, si no se modifica las saturación policial de los barrios y la cantidad de atribuciones que se les da a la Bonaerese vamos a seguir sufriendo este flagelo que nos mata un pibe cada 19 horas".
Todo esto ocurre en el marco de las declaraciones del presidente Alberto Fernández hace dos días, donde prácticamente niega el genocidio diciendo que en la época de la dictadura "no hubo errorres, no hubo excesos, hubo inconductas".
Son estas "incoductas" de las fuerzas de seguridad como la Bonaerense al mando del excarapintada Berni y el gobernador Axel Kicillof en la provincia, las que sufren los pibes de los barrios pobres que son asesinados todos los días bajo las balas policiales del gatillo fácil.