Miles de trabajadores volvieron a salir este viernes a las calles de Hungría para protestar contra la ley de flexibilización laboral impulsada por el gobierno nacionalista de Viktor Orbán.
Viernes 21 de diciembre de 2018 17:44
Varios miles de húngaros se volvieron a manifestar este viernes en el centro de Budapest para mostrar su malestar por una reforma laboral que aumenta las horas extra -bautizada como "ley de esclavitud"- y que ha sido impulsada por el Gobierno del primer ministro conservador Viktor Orbán.
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La manifestación es la última de una serie de protestas que se iniciaron la semana pasada, cuando la mayoría parlamentaria del partido gubernamental, el conservador Fidesz, aprobó una legislación que eleva de 250 a 400 el número de horas extra anuales.
La normativa implica que algunos empleados se vean obligados a trabajar seis días a la semana y, además, otorga a los empresarios la posibilidad de aplazar hasta en 36 meses su pago.
Major anti-Gov protest underway in #Budapest: Thousands of Hungarians marching to Parliament to protest vs #SlaveLaw & Administrative courts, for free press & independent judiciary. #Hungary #HungaryProtests18 pics: @indexhu pic.twitter.com/Ue2bx631Vn
— Balazs Csekö (@balazscseko) 21 de diciembre de 2018
Esta ley que flexibiliza al extremo las condiciones de trabajo fue pedida al Gobierno de Orbán por las automotrices alemanas, como VW y BMW, que necesitan mano de obra barata a bajo costo. El Gobierno húngaro que ensaya un discurso nacionalista y xenófobo contra los inmigrantes no tuvo ningún problema en ceder rápidamente a las exigencias de los industriales alemanes, dejando al desnudo su doble standar "soberanista".
El lema de la manifestación de este viernes fue "Deberías avergonzarte, János", en alusión al nombre del presidente de la República, János Áder, quien el jueves ratificó la legislación, que así entrará en vigor el 1 de enero.
La manifestación partió desde la plaza Kossuth, donde se encuentra el edificio del Parlamento, y continuó al otro lado del Danubio para acabar ante la sede de la presidencia.
Huge crowd marching from Parliament to Presidential palace in #Budapest to protest vs #SlaveLaw & administrative courts. President Áder has already signed both bills into law. #Hungary pics: @indexhu @hvg_hu pic.twitter.com/NxsENCK96L
— Balazs Csekö (@balazscseko) 21 de diciembre de 2018
Los manifestatnes no solo protestaban contra la polémica ley, sino que también reclamaban, entre otras cosas, medios de comunicación públicos libres.
Orbán, que no se había pronunciado sobre el asunto, defendió es la mañana de este viernes la legislación, asegurando que "nadie podrá ser obligado a trabajar horas extras. Quien diga algo diferente, miente".
Sin embargo, los trabajadores denuncian que aquellos que se nieguen a trabajar las horas extra requeridas quedarían "marcados" y correrían riesgo de despido, a pesar de que la ley determina que debe ser algo voluntario.
Algunas de las protestas anteriores, en las que destacaba la participación de muchos jóvenes, acabaron con enfrentamientos entre grupos de manifestantes y antidisturbios, tras la brutal represión desatada por la policía con gas lacrimógeno y balas de goma.