Este lunes 22 de julio, volvió a ocurrir un nuevo mega apagón a nivel nacional, afectando al menos a 20 Estados desde las 4:45 pm. Aunque a muchos nos agarró regresando a nuestras casas, no nos sorprendió, ya que es el tercer apagón nacional en el transcurso del año.
La Izquierda Diario Venezuela @LaIzqDiario_VE
Martes 23 de julio de 2019
Fotografia de: Yesireth Rodríguez
Las redes sociales informaron que esta falla eléctrica afectó al Distrito Capital y a los estados Miranda, Vargas, Aragua, Anzoátegui, Apure Barinas, Bolívar, Carabobo, Cojedes, Falcón, Guárico, Lara, Monagas, Sucre, Yaracuy, Barinas, Apure, Portuguesa, Nueva Esparta y Zulia.
Este nuevo apagón dejó en la oscuridad a Caracas por 12 horas. El Metro se paralizó completamente en plena hora pico, horas después se activó un plan de contingencia con rutas superficiales de transporte, que de lejos fue insuficiente, haciendo más tortuoso el regreso de las trabajadoras y los trabajadores desde sus lugares de trabajo, a los estudiantes desde sus centros de estudio a sus casas, y así a muchos otros sectores de la población, dada la severa crisis del transporte superficial, con la aguda escasez de unidades y los costos del pasaje.
Luego de dos horas, el Ministro de Comunicaciones e Información, Jorge Rodríguez aseguraba, vía la radio, que “el apagón fue causado por un ataque electromagnético”. Diosdado Cabello repetía lo mismo y hasta pidió que se abriera una investigación al ingeniero Winston Cabas, presidente de la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica y Mecánica y vocero del Colegio de Ingenieros de Venezuela en materia eléctrica, “por haber anunciado”, según él, un ataque contra el país y el colapso del sistema eléctrico.
El gobierno como siempre, y de manera automática habla de sabotaje, sin por un momento hacer la más mínima alusión al completo desmantelamiento en el que se encuentra gran parte del parque industrial del país. Aunque si bien nada se puede descartar tomando en cuenta todas las agresiones de los últimos meses por parte del imperialismo, incluyendo un intento de golpe el pasado 30 de abril. El gobierno mantiene también un descarado silencio sobre el desmantelamiento de la industria petrolera que agrava los problemas de acceso al combustible, y que ha comenzado a afectar incluso, en algunas partes del país el acceso al gas de uso doméstico a través de las bombonas.
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No digamos también la crítica situación de los servicios públicos como el eléctrico, el agua, el sistema de salud, el transporte y la educación. Toda a una situación que se ha llegado, entre otras causas, por haber pagado una fraudulenta deuda externa a costa de las necesidades más elementales del pueblo y del país, y la indulgencia a la gran fuga de capitales que durante las últimas décadas desfalcó los recursos nacionales.
La cruda verdad es que todo ese dinero, esos miles de millones de dólares fugados y en manos de los corruptos, empresarios y capitalistas de todos los colores, o en manos de los buitres especuladores, acreedores de la deuda pública externa, dinero que viene de las reservas de petróleo, podría haber ser sido utilizado en la infraestructura del sistema eléctrico, entre muchas otras grandes necesidades del pueblo.
Es de recordar que en abril del año en curso el gobierno ha implementado un plan de racionamiento eléctrico para los estados del interior del país. En muchos de estos estados las grandes mayorías están a oscuras, durando 4 a 7 horas diarias. Como consecuencia muchos hogares reportan en daño de los aparatos electrónicos, aumentando el deterioro de la vida de los trabajadores, ya en una situación de grandes padecimientos por la terrible hiperinflación y la catástrofe económica.
Y cuando salieron a protestar por los problemas de la electricidad y el agua, ha respondido con represión y al uso de fuerzas paraestatales para terminar con protestas, como vimos en Caracas en los primeros días de abril en pleno centro de la ciudad.
Una vez más Maduro y todo su gabinete continúan manteniendo en la miseria a las grandes mayorías, sumándose toda esta situación de los apagones que aumentan la situación angustiante de sus vidas.
Solo a las 2 de la madrugada del martes 23 fue comenzando a ser restaurada la energía eléctrica en zonas de Caracas, pero en una situación intermitente de apagones desde las 9 de la mañana, cuando sucedieron nuevos nuevos cortes de luz. Mientras desde el interior se continuaba reportando las fuertes fallas eléctricas, y en casos como en los estados Zulia, Falcón, Guárico y Nueva Esparta, a media tarde se reportaba por las redes sociales de importantes zonas sin electricidad.
Los agoreros del capital privado, los que ven en cada necesidad humana una oportunidad de hacer negocios, aprovechan cada ocasión de estas para insistir con que la “solución” es privatizar el servicio (con su carga de tarifazos), ponerlo en función de las ganancias privadas de un puñado de empresarios. Y no solo los hay en la oposición, también en el gobierno, como el decadente y deplorable gobernador de Carabobo, Lacava, quien ha resaltado por opinar abiertamente a favor de la privatización. La única solución progresiva para el pueblo venezolano es preservar el carácter público del servicio, pero arrancar su administración de manos de esta burocracia cívico-militar corrupta, antiobrera y manifiestamente ineficiente, y ponerla en manos de los propios trabajadores eléctricos, con participación de las comunidades.
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