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Red Internacional
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Tribuna Abierta. Pandemia, desinformación y control social

A propósito de Covid-19. La respuesta autoritaria y la estrategia del miedo, escrita por Paz Frances, José Loaissa y Ariel Petruccelli.

Sábado 25 de septiembre de 2021 10:36

Nota publicada originalmente en Revista Viento Del Sur.

Afirmar que la pandemia de Covid-19 ha impactado no solo en la salud sino en los vínculos sociales, en la política y en la economía global, es algo frecuente de escuchar a esta altura. Pero en Covid-19. La respuesta autoritaria y la estrategia del miedo, la idea cobra sentidos muy diferentes a los que oímos en los medios de comunicación hegemónicos e incluso en los medios contrahegemónicos. Mientras que el discurso dominante en los medios de comunicación masiva ha sido repetir sistemáticamente que la pandemia del virus SARS-COV-2 ha sido una catástrofe impredecible, inevitable, e incluso inconmensurable, este libro demuestra que estas caracterizaciones son falaces, que desinforman a las personas, instalaron el miedo colectivo y que contribuyeron a legitimar las estrategias autoritarias de los gobiernos en la denominada gestión de la pandemia.

De reciente publicación en España y editado por investigadorxs que provienen de diferentes campos, el libro articula miradas diversas con la voluntad de abordar integralmente el fenómeno de la pandemia de COVID-19, sus consecuencias en diferentes planos y una profunda reflexión política. A más de un año de la declaración de pandemia por la OMS, cuando una mayoría de científicos y voceros oficiales mantienen aún el supuesto de que el virus es extremadamente contagioso y altamente mortal -y acorde a ello mantienen políticas que lo consideran el principal, sino el único problema de salud- aparece este libro que realiza unas cuantas preguntas muy legítimas para desafiar el autoritarismo de los Estados, cuestionar una serie de afirmaciones provenientes desde el campo científico que se presentan como verdades definitivas e incuestionables, e interpelar la pasividad de las fuerzas anticapitalistas.

Su aparición es muy oportuna, pues arroja claridad en una momento de confusión no casual: algunos políticos insinúan ya escenarios “postpandemia”, mundialmente se avanza en la vacunación masiva considerada casi como la superación del problema, y asociado a esto se abre el dilema internacional -no el debate- sobre la vacunación obligatoria -o restringir libertades a quienes no lo hagan-; por otra parte, en muchos Estados persisten las restricciones sociales como principal medida orientada a resguardar la salud pública. Entre los discursos al uso que incontables especialistas montan a diario en medios de comunicación, predominan con mucho los análisis fragmentarios que solo comentan la morbilidad y mortalidad del COVID-19, y a partir de allí agoreros pronósticos sobre la proliferación de nuevas variantes siempre potencialmente más letales. Desde las instituciones y medios oficiales no se producen discursos muy distintos, se repite a coro el dato aislado de contagios y decesos con la pretensión de justificar cualquier decisión política que evitará supuestos males mayores por venir, y por ello destinada a ser un acierto político.

En ese contexto político y comunicacional en el que dominan el sensacionalismo, los asesores “expertos” con teorías infalibles, y la escasa -o nula- discusión política, este trabajo es una notable excepción. Es producto de un esfuerzo colectivo que asumió la tarea de analizar desde una perspectiva crítica las investigaciones -y teorías- que han configurado un discurso caracterizado por lxs autorxs como ortodoxia covid. Contrastadas con otras investigaciones, evidencias y enfoques ponen al descubierto las inconsistencias, falacias y distorsiones de esta suerte de “pensamiento único” que configuró la opinión pública. Es justo destacar dos aspectos del libro: que es el resultado de un genuino trabajo colectivo de tres editorxs y siete colaboradorxs, en sus etapas de investigación y análisis, como en la escritura de buena parte de su contenido. Lo segundo, es que amalgama rigurosidad y erudición evitando academicismos estériles.

El recorrido que ofrece el libro comienza con una vista panorámica de las epidemias, sindemias y pandemias de las cuales se tiene registros, y que asolaron a la humanidad desde las primeras sociedades humanas hasta la actualidad. Ese racconto histórico y el análisis del contexto de emergencia de los virus, derivado del avance de los sistemas productivos capitalistas sobre la naturaleza, permiten comprender qué es una zoonosis. Dos capítulos analizan el virus junto a otras enfermedades (transmisibles, no respiratorias, la familia de los coronavirus, etc.), y la epidemiología de la Covid-19 (evolución de la enfermedad, qué es un caso, método de detección de estos, transmisión del virus en ondas, etc.). Estos capítulos permiten a lxs autorxs darle una proporción adecuada a la actual pandemia ya que se analizan dimensiones concretas de la enfermedad (morbilidad, mortalidad) y su difusión a nivel mundial (atendiendo además a variables sociales, demográficas, económicas, geográficas y otras). Al mismo tiempo, esos análisis aportan argumentos para sostener alguna de las afirmaciones centrales del libro: la pandemia del COVID-19 es un fenómeno de alcance global grave, pero en modo alguno es el más grave en términos históricos. La mortalidad del virus es mucho menor que la de enfermedades contemporáneas que son comparativamente menos atendidas por los Estados en términos de salud pública, o que directamente no representan un problema (muchos de estos males son endémicos; otros una verdadera vergüenza para la humanidad, como la desnutrición, diarrea, cólera). El COVID-19 no tiene una tasa de morbilidad (contagiosidad) mayor que otras enfermedades que en el pasado se volvieron epidémicas o pandémicas, tampoco es más letal que enfermedades que se propagaron con igual velocidad. El tratamiento de estos temas está profusamente documentado con bibliografía especializada, investigaciones clínicas, estudios de casos históricos, análisis estadísticos y comparaciones. Despliega argumentos reflexivos y mediante una narrativa sofisticada da respuesta a interrogantes centrales para comprender la pandemia desde una perspectiva que no asoma por medios de comunicación y tiene escaso espacio entre las publicaciones científicas.

Pero esta no es la única virtud del libro, puesto que en su desarrollo medio -capítulos V al XI- se examinan de forma aguda diversos problemas asociados a las respuestas gubernamentales entre la declaración de pandemia en marzo de 2020, hasta los primeros días de abril de 2021. Uno de los interrogantes que adquiere centralidad en el análisis de las restricciones impuestas por los gobiernos, es si el confinamiento domiciliario, masivo y prolongado tuvo algún efecto en el tan invocado aplanamiento de las curvas de contagio. O si lo que ocurrió, como sugieren lxs autorxs, es sencillamente que el Covid -19 como otras enfermedades respiratorias tiene un patrón de comportamiento bastante reconocible, en tanto que el aislamiento generalizado solo retrasaría el proceso. La otra conclusión a la que se arriba, es que la estrategia autoritaria e indiscriminada, a diferencia de lo que se quiere hacer creer hoy por los gobiernos, no evitó muertes por decenas de millones como sugerían los iniciales cálculos proyectivos (ya olvidados por la inconsistencia de los modelos utilizados que plantearon una letalidad de entre diez y veinte veces superior a la que realmente tiene el virus). Muy al contrario, es probable que haya sido la causa de un número muy significativo de decesos entre la población adulta mayor en las primeras etapas, sin contar los perjuicios en materia de salud, psicológicos, y economía de lxs trabajadorxs. Lo que resulta inquietante, es enterarnos que al momento de declararse la pandemia no había ninguna evidencia histórica, experimental, ni derivada de estudios comparativos que sugiriera que las medidas no farmacológicas tuvieran alguna eficacia. Incluso tiempo antes, la ONU advertía sobre los riesgos e implicaciones éticas de su implementación. Lo que multiplica infinitamente la sensación, es que la tasa de mortalidad que hoy es ampliamente aceptada por la comunidad científica se identificó tempranamente por algunos epidemiólogos que llamaron a la prudencia en los análisis y mesura en las medidas, mientras que quienes hicieron las primeras proyecciones matemáticas pronosticaron un inminente apocalipsis.

Otros problemas abordados en este tramo del trabajo son las lógicas sociopolíticas del miedo, tendientes a configurar una percepción del COVID- 19 como una enfermedad que conduce casi inevitablemente a la muerte. El arbitrario tratamiento de la información -fragmentaria y distorsionada- la censura y marginación de los investigadores con enfoques diferentes, y toda una serie de estrategias que impusieron y mantienen el miedo colectivo, se analizan como complemento necesario de la gestión autoritaria. También se ensaya una convincente interpretación acerca de la generalizada respuesta autoritaria de los gobiernos a escala global. Injustificada y desmedida desde el punto de vista de la salud, pero en nombre de la seguridad sanitaria, la respuesta autoritaria podría caracterizarse por la búsqueda de los Estados de alcanzar un grado de control biopolítico que garantice la pasividad y la desarticulación social en un contexto de crisis sanitaria, económica y social. Con los recaudos y matices de casos específicos, la interpretación es pasible de ser proyectada a diversos espacios del planeta.

El análisis de los problemas económicos generales directamente relacionados con la pandemia se complementa con una evaluación del impacto diferencial de las medidas restrictivas de circulación, sociabilidad, la parálisis de actividades económicas y educativas, sobre las clases sociales, ancianxs, niñxs y población carcelaria. Capítulos específicos se dedican a los efectos del confinamiento sobre las mujeres desde una perspectiva de género; otro indaga sobre derechos humanos, políticos y estado de excepción; y, siempre dentro del marco análisis de la gestión de la pandemia, se plantea una interpretación de las aceleradas transformaciones en el campo de la educación bajo la gravitación creciente de las megacorporaciones de tecnologías digitales (GAFAM) y actores colectivos con su capacidad de agencia anestesiada.

El último tramo del libro (capítulos XII al XIV, y Epílogo) combina contribuciones originales en términos propositivos, analíticos como políticos. Destaca una sofisticada interpretación sobre el contexto cultural, político e ideológico que en relación directa con las transformaciones sociales y tecnológicas del capitalismo tardío permiten comprender la desmesura de la respuesta autoritaria y su permanencia en el tiempo. Para encarar ese problema, se ponen en juego las tesis de la sociedad de la seguridad y la salud como religión, las mismas implican el avance de concepciones biologicistas de la vida, la salud y la medicina que, combinadas con un cientificismo cerrado de especialistas, un relativismo ingenuo y la cultura burguesa de la seguridad -de la que tributan desde la religión a las dirigencias políticas- derivaron en la búsqueda de una solución drástica e inmediata. Sin que se discutiera -ni se discuta- mucho el problema de fondo, la tecnología y las vacunas fueron presentadas como La solución. Instalado el terror, y al compás de la reconfiguración del capital centrado en las corporaciones de tecnologías, bioseguridad y farmacológicas, el texto ofrece un panorama realista y harto preocupante por la deriva de la pandemia.

En estos capítulos lxs lectorxs encontraran también una interesante alternativa a la gestión autoritaria, punitivista y patriarcal de los Estados que apelan a la tecnocracia y la responsabilidad ciudadana bajo amenaza y ejercicio de la coerción. Frente a lo que fue una respuesta generalizada en el mundo, es decir, la implementación de un conjunto de restricciones indiscriminadas, desmesuradas y sin una evaluación pública de los posibles beneficios y perjuicios de medidas de esa naturaleza y escala, lxs autorxs plantean la necesidad de reconsiderar políticas focalizadas, sensibles y atentas a las particularidades de cada realidad. Reconocen las dificultades de este tipo de iniciativas, como los riesgos que entrañan políticas sanitarias no universales que puedan generar situaciones injustas con lxs más vulnerables, cuando por ejemplo se los suponga grupos homogéneos. Esta reconsideración, se combina con una propuesta de gestión de la crisis centrada en la perspectiva de la participación comunitaria, vinculada a concepciones humanistas y no jerárquicas de la sociedad, la ciencia y la salud; la línea de reflexión sobre la participación comunitaria plantea la pertinencia y beneficios de explorar soluciones por las propias personas involucradas, lo cual supone un gran potencial en la tramitación-resolución de las crisis por el conocimiento, la sensibilidad social y experiencias acumuladas en cada contexto particular.

El libro cierra con un epílogo en el que se plantea un balance político para la izquierda en relación con las iniciativas del gran capital, y la cuestión no menor de quiénes planifican el futuro del mundo. La revisión de las asimetrías entre las clases, de sus capacidades relativas, se despliega junto a una meditada reflexión sobre las transformaciones culturales del capitalismo de la vigilancia y la posverdad. Allí se vuelve a interpelar a las fuerzas de izquierda anticapitalistas a recuperar el realismo crítico. El planteo puede ser criticado, contrastado o complementado con otras interpretaciones, pero para quienes tienen la convicción de que un mundo más allá del capitalismo es necesario difícilmente se lo puede pasar por alto.

El trabajo que aquí comento evidencia varias virtudes, de las que puedo identificar destaco su voluntad de producir una mirada integral de la pandemia, su actitud crítica frente al conocimiento y una perspectiva política radical con miras emancipatorias. Pero en el mundo en el que vivimos no es casual que se las pueda considerar problemáticos defectos. De hecho, el libro ha sido censurado en varias oportunidades confirmando algunas de las afirmaciones que contiene. No es aventurado sostener que una producción de esta robustez y talante, en el futuro próximo se la mantenga invisibilizada por las ideologías dominantes. El tiempo y el compromiso político hará lo suyo.

Escribe Mauricio Suraci. Profesor en Historia. (Docente de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Comahue y del Instituto de Formación Docente Luis Beltrán -Rio Negro-)


Mauricio Suraci

Docente de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Comahue y del Instituto de Formación Docente Luis Beltrán.