Luego de la negociación culminada en diciembre, que dejó un aumento interanual del 35,6% con una inflación del 36,1%, se reabre la paritaria. Escasas propuestas y un gran silencio sobre una larga lista de reclamos de las y los trabajadores de la salud.
Miércoles 27 de enero de 2021 13:57
Con un mes de demora fue convocado por el Gobierno provincial una nueva instancia paritaria para los y las profesionales de la salud, regidos por la Ley 10471, nucleados en CICOP.
El 10 de diciembre el oficialismo del gremio impulsó en las instancias asamblearias la aceptación en disconformidad de la última oferta paritaria, poniéndole un techo al plan de lucha que contó con un único paro provincial en todo el 2020, y diversas instancias de movilización en caravanas y acciones por hospitales. A contraposición, desde la Comisión Provincial de Residentes y algunas asambleas hospitalarias, junto al posicionamiento de la Lista 5, rechazamos la oferta paritaria considerándola insuficiente. Algo que se iba a comprobar con la inflación creciente, obteniendo en promedio un aumento del 35,6 % respecto a los salarios de diciembre 2019, cuando la inflación cerró en 36,1%, superada en casi diez puntos en productos alimentarios, afectando en mayor cuantía a las y los trabajadores y sectores con menos recursos.
Dicha paritaria fijó como salario de ingreso a la Carrera Hospitalaria en $ 52.784, con la oferta paritaria actual irían a $55.236, es decir una oferta paritaria de ¡2452 pesos! Como si eso fuese poco, el colmo de la oferta la reciben las y los residentes, quienes trabajan hasta más de 80 hs semanales, muchas veces sin francos, el sueldo sería para un residentes de primer año de $ 51.146,58, más de 3 mil pesos por debajo de los $ 54.208 de la canasta básica oficial (umbral de pobreza) y muy lejos de los $ 78.827 que la Junta Interna ATE-INDEC considera para el mes de noviembre pasado. Cabe aclarar, a su vez, que gran parte del salario está compuesto por bonos por fuera del básico. Año tras año, venimos denunciando que los aumentos salariales quedan muy por detrás de la inflación, provocando un progresivo deterioro de nuestros sueldos.
Desde el punto de vista salarial la propuesta es inadmisible, pero no es lo único a discutir en la negociación. Frente a una larga lista de reclamos solamente se proponen dos mesas de negociación, sin plantear siquiera una propuesta: licencias y carrera el jueves 28/01, y sobre Agotamiento Prematuro el jueves 04/02, una fecha y nada más, sin indicios de que se planteará cuando el IPS se queda con un 2% adicional desde hace 5 años. Sobre el reglamento de residentes, no sólo no lo nombran, sino que ni siquiera se plantea una mesa técnica, cuando se había prometido para junio del 2020 una nueva reglamentación (la vigente data del 2001!). También las licencias que nos fueron negadas en el 2020, otorgando únicamente 12 días (muchas veces fraccionado de forma obligada), se desconoce si habrá respuesta, cuando el cansancio ya es agobiante perjudicando francamente la atención.
Una vez más quedan a la vista las prioridades de los gobiernos. Mientras se destinan millones a la ilegítima y usurera deuda externa y se subvenciona a grandes empresas (como Coca Cola recibiendo el ATP!), se le pone fin al IFE, y se recorta en vivienda, salud y educación. A quienes estamos en la primera línea nos dicen esenciales pero nos tratan como descartables, asi sucedió con el cese de las becas de contingencia dejando a nuestros compañeros y compañeras de enfermería en la calle en plena fiestas.
Es necesario un plan de lucha unificado por una verdadera recomposición salarial, que nos permita ponerle fin al pluriempleo, por más personal e insumos en defensa de la salud pública.
