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Red Internacional
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Balotaje. Patria Grande: ¿izquierda consecuente o caricatura?

Después de haber ido en una lista con Claudio Lozano, uno de los próceres de los piqueteros agrarios de la Sociedad Rural, encima para no pasar el piso de las PASO, Patria Grande salió de su ostracismo para llamar a votar a Scioli, acusando de “sectario” al Frente de Izquierda que sacó un millón de votos. Secuela de un desastre en cuotas.

Octavio Crivaro

Octavio Crivaro @OctavioCrivaro

Martes 3 de noviembre de 2015 14:45

Perder con la derecha en su terreno

Desde que el kirchnerismo superó el largo surmenage de 48 horas luego del desastre electoral, para finalmente largar su curiosa “resistencia peronista” que lleve a la presidencia al menemista Daniel Scioli, la mayoría de las interpelaciones y miradas oficialistas se focalizaron en la izquierda. Acusaciones, enojos, producción gráfica, actividad febril de los “trolls” cibernéticos han centrado su “campaña del miedo” en el FIT, buscando influir sobre nuestros votantes y hasta eventualmente responsabilizar de antemano por el avance de la derecha a la única lista que adelantó durante toda la campaña electoral que en el caso supuesto de balotaje, votaría en blanco.

Es simpática esta acusación. Primero, el kirchnerismo debería explicar a qué atribuyen haber perdido casi 20% de los votos desde la elección presidencial del 2011 que, en buena parte, son votos de la clase trabajadora y los asalariados, por sostener el impuesto al salario (y acusar de privilegiados a los que sufren descuentos),atacar sistemáticamente a los docentes, por la precarización laboral y por los techos salariales. Pero eso los kirchneristas y sus trolls no lo mencionan. Y a los izquierdistas que saltan en auxilio del sciolismo rengo, no les interesan esas sutilezas.

Reciben “fuego amigo” por derecha y asistencia gratuita por izquierda

Pero la política oficialista para “hacerle el juego a la derecha”, prosiguió, ¡y cómo! Fue el propio kirchnerismo, por decisión expresa de Cristina, el que bajó la candidatura de Florencio Randazzo, sostenida por la centroizquierda kirchnerista, para optar por pelear contra la derecha con un exponente de la derecha misma: el motonauta de la bandera de las barras y las estrellas. Había que competir contra Macri en el terreno de Macri. Y no nos referimos a la Bombonera. Pero esto a la conducción de Patria Grande le resbala y allí está con sus microscopios buscando organismos progresistas en Scioli para justificar la desagradable decisión de votarlo.

Pero es peor. El propio Aníbal Fernández afirmó que recibió “fuego amigo” en su estrepitoso Waterloo bonaerense. Y ahora es el ex ídolo y actual Judas, Randazzo, el que casi cita socarronamente a Los Fabulosos Cadillacs: “yo te avisé. Y vos no me escuchaste”.

El gobierno no quiere discutir su frondoso derrotero en “hacerle en juego a la derecha” para terminar perdiendo con la derecha certificada. No. Más sencillo es pucherear contra la izquierda consecuente que (obviamente) no vota menemistas represores, y tentar exitosamente a la supuesta izquierda que sí está dispuesto a comer de ese plato poco apetitoso. Y ahí está Itai Hagman, el vocero de Patria Grande, que se ofrece para hacer gustoso lo que ni Randazzo quiere.

El kirchnerismo manda a Scioli a “militar” a TN, a contar que Cobos fue un timorato y que había que eliminar retenciones, a plantear que Massa tiene razón y que hay que poner las FFAA en las fronteras, que priorizará la seguridad con mucho “cambio”. Pero paralelamente abre sus medios para que Itai Hagman convenza de que “la izquierda apoya”. Vergonzoso para mostrar su “apoyo” al FIT antes del 25 de octubre, pero por algunos minutos en canales de cable se engolosina apoyando al Frente Para la Victoria. Adivine, lector o lectora: si gana, ¿Scioli aplicará la política de Massa o la de Itai Hagman? Usted debe imaginar.

¿Cogobernando con la dictadura?

Macri es la dictadura, nos dicen los amigos kirchneristas, buscando generarnos culpa. A ellos no les importa que citemos al propio motonauta declarando en plena década del 90 en la revista Playboy (un ícono del pensamiento contestatario, claro) que Videla se animó a hacer lo que nadie quería. Sí. Scioli reivindicó la lucha contra la subversión. Pero no importa. No. Porque Macri es la dictadura.

Nosotros, la izquierda, sabemos bien lo que es Macri, porque somos los que estuvimos en el Parque Indoamericano cuando él y el kirchnerismo reprimieron y mataron juntos a los que reclamaban el sacrilegio de tener una casa. No tienen que contarnos que Macri fue la represión a los enfermeros del Borda o el ataque a los docentes, porque estuvimos allí. No tienen que hablarnos de los talleres clandestinos ni de la vida en las villas, porque nuestros militantes, muchos de ellos inmigrantes, sufren y combaten esa realidad diariamente. Lo que sí tienen que explicarnos es porqué cogobernaron todo este tiempo con Macri, con la derecha, con la dictadura.

Todas y cada una de las principales medidas de gobierno porteño fueron aprobadas con los votos del kirchnerismo. Todas. La creación de la Policía Metropolitana, la expansión de la burbuja inmobiliaria y los curros de la construcción macristas, en el desalojo del Barrio Papa Francisco. En cada una de las medidas centrales del gobierno de los globos amarillos, hubo votos de los de la Ola Naranja. Si Macri es Videla, el kirchnerismo apuntaló a la dictadura en la Capital. Pero estas cosas no figuran en la declaración de Patria Grande, que por algo es más compartida en las redes sociales por militantes sciolistas y punteros K, que por militantes que sostengan esta política bochornosa con orgullo. Obviamente que no: porque no se puede militar orgulloso por Scioli.

Un sinuoso camino a la autodestrucción

Es curioso. El vocero de Patria Grande, Itaí Hagman, ha encontrado una generosa apertura en los medios de la Korporación, que han abierto sus micrófonos para que hable contra el “sectarismo” del Frente de Izquierda por no votar menemistas. Parece que pese a su opción de no tener ninguna participación en la lucha de clases (ni contra Macri ni contra el kirchnerismo), y pese a no ser una referencia política rel de la izquierda, “no ser indiferente frente a la realidad” es, en realidad, aprovechar su minuto de fama en los necesitados medios K. El gobierno necesitaba la figura de “el izquierdista que vota a Scioli y ahí estaba Hagman timbrando en Página/12.

Pero, Patria Grande es una corriente de la que nadie puede dudar su versatilidad. Comenzaron siendo una agrupación de la que era difícil explicar su no inclusión en el kirchnerismo. Su pretendida dialéctica de “apoyar lo bueno y criticar lo malo” del gobierno, raramente criticaba lo malo y sistemáticamente apoyaba lo bueno. Previamente contaban con el antecedente de llamar a votar a Daniel Filmus, quien también provenía del menemismo y de las épocas de la escuela shopping en Capital. Esto, sin embargo, no les impidió hacer una alianza en Capital con Claudio Lozano, quien a pedido de la Sociedad Rural votó en contra (en lugar de abstenerse) de la Resolución N°125 en el 2008. Con el supuesto afán de combatir el sectarismo, Patria Grande pasó de subordinarse al progresismo K a aliarse al progresismo sojero.

Finalmente, luego de seguir a cualquier progresista que prometiera alguna posibilidad electoral, se detuvieron frente al abismo de Scioli, su gabinete de represores y líderes del gatillo fácil en la provincia. Y decidieron dar un paso al frente, y caer al abismo con la moral por el piso a militar la campaña “contra la derecha” junto a la burocracia sindical, los asesinos de Maxi Kosteki y Darío Santillán y lo peor de los fachos peronistas.

En medio de esta epopeya “antisectaria”, perdieron militantes valiosos, regalaron cuadros al kirchnerismo, bombardearon toda independencia política y amenazaron su propia existencia. Electoralmente, cada viraje a derecha hipotecó sus chances, al punto de que no superaron el piso del 1,5 en la elección a Jefe de Gobierno en Capital. Aún así, en lugar de revisar una fórmula que no da resultado, critican a la izquierda consecuente.

La opción "incómoda" de ser una izquierda consecuente

La posición del Frente de Izquierda frente al Balotaje no puede sorprender, porque parte de la misma ubicación independiente y de lucha con la que rechazamos apoyar al gobierno o al campo en el conflicto agrario, o la que tuvimos cuando denunciamos la desaparición de Jorge Julio López mientras el kirhnerismo distraía, así como lo hicimos con el asesinato de Silvia Suppo en la Santa Fe “opositora”. Lejos de la “comodidad” de refugiarse a la vera de algunas de las posiciones en disputas entre bandos patronales, como hizo y hace Patria Grande, optamos por defender la “incomodidad” de oponerse a todo bando patronal en pugna.

El voto en blanco como una posición de independencia de clase lejos de ser una “abstención” es un voto que muestra de que hay una alternativa de clase que se construye en todos los terrenos, es un voto para debilitar a cualquiera de los dos gobiernos que tendremos que enfrentar, porque preparan ataques serios. Como hemos estado en las calles estos años no podemos darnos el lujo de pasear por medios oficialistas para decir que enfrentarnos al PJ bonaerense y su burocracia sindical asesina es un “mejor terreno” que luchar frente al PRO.

Nuestra coherencia, aun en los casos en los que hubo que quedarse momentánea y relativamente en soledad, y la participación activa en la lucha de clases como se pudo ver en el conflicto de Lear contra el derechismo kirchnerista, es lo que permitió desarrollarnos como corriente militante en los principales sindicatos, facultades y escuelas. Y esto es lo que nos avaló para ser una referencia política y electoral para más de un millón de personas, con diputados y personalidad política. Pero la coherencia es un cheque que se cobra en diferido. Y no todos tienen esa paciencia. Y ahí se los puede ver en los medios oficialistas convenciendo que el motonauta es un mal necesario.


Octavio Crivaro

Sociólogo, dirigente del PTS y candidato nacional por el Frente de Izquierda-Unidad en Santa Fe.

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