×
×
Red Internacional
lid bot

Atentado a CFK. Patricia Bullrich, otra vez hundida en un escándalo para eludir culpas ante un grave crimen

Ivana Bohdziewicz, exasesora del diputado Gerardo Milman, afirmó que fue decisión de él que ella borrara todo el contenido de su teléfono después de ser citada como testigo en la causa por el atentado a Cristina Kirchner. Además, declaró que realizó dicha acción en las oficinas de Patricia Bullrich, la jefa política del diputado y precandidata a presidente. Nada de esto es nuevo en ella, ya que en los casos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, siendo ministra de Seguridad de Macri, hizo cosas mucho peores, tal como lo relató La Izquierda Diario a lo largo de estos años.

Martes 9 de mayo de 2023 12:47

Escuchá esta nota

La declaración de Ivana Bohdziewicz, exsecretaria de Gerardo Milman, revela una presunta estrategia montada desde la oficina de Patricia Bullrich, por aquel entonces presidenta del PRO y actual precandidata presidencial, para eliminar pruebas relacionadas con el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner.

Según las palabras de Bohdziewicz, "Nos fuimos a Av. De Mayo 953, 3er. piso, oficina de Patricia Bullrich. Llegamos ahí, no había nadie, solo estaba (Gerardo) Milman con el perito, cuyo nombre no recuerdo, pero era morocho, grandote, de unos 60 años aproximadamente, vestido de civil, no recuerdo si estaba con bastón. En ese momento, nos enteramos por Milman, no se si abogados o qué, que habían pedido el secuestro de nuestros celulares. Nunca dijo quién le informó. Y en ese mismo momento le di mi teléfono y estuvo analizándolo y decide borrar todo".

Bohdziewicz afirmó que en ese mismo momento entregó su teléfono al perito, quien procedió a analizarlo y borrar toda la información. En su detallado relato insinúa que Bullrich estaba al tanto de esta maniobra y ofrecía asesoramiento al respecto. Hasta mencionó que fue enviada a hablar con Julián Curi, abogado de la precandidata de Juntos por el Cambio.

Esta declaración motivó una reacción por parte de Cristina Kirchner y Alberto Fernández contra Patricia Bullrich. Patricia Bullrich ha salido a negar las acusaciones, desentendiéndose de los hechos y atacando al gobierno. En sus declaraciones, a través de Twitter y en respuesta a un periodista, calificó todo esto como "verso total" y afirmó no tener conocimiento ni relación alguna con lo mencionado, considerándolo un invento y destacando su sorpresa ante la supuesta creatividad de las acusaciones.

Reunión antes del atentado a la vicepresidenta

La investigación y el pedido judicial de peritar los teléfonos de Ivana Bohdziewicz y Carolina Gómez Mónaco, asesoras de Milman, surgieron luego que se conociera una reunión que mantuvieron con Gerardo Milman en el bar ubicado frente al Congreso de la Nación dos días antes del intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner. Según un testigo, escucharon a Milman decir "cuando la maten yo estoy camino a la costa".

Posteriormente, ambas mujeres negaron haber estado en el bar, pero después de ver la filmación que las contradecía recordaron haber estado en el lugar.

Peritajes

A pesar de la insistencia de la querella, la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo no ordenaron el secuestro de los teléfonos de Bohdziewicz y Gómez Mónaco, lo que les dio tiempo para eliminar información. Cuando finalmente se les solicitó entregar los dispositivos, Bohdziewicz afirmó haber borrado todo con asesoramiento legal para proteger su intimidad. Sin embargo, ahora ha revelado que no fue una decisión voluntaria y que todo esto sucedió en las oficinas de Patricia Bullrich, con la presencia de Gerardo Milman.

El fiscal Carlos Rívolo, recibió los teléfonos de ambas asesoras el 1° de diciembre -tres meses después de los hechos- pasado durante una declaración. Durante ese interrogatorio, Gómez Mónaco declaró que había cambiado su teléfono celular, mientras que Bohdziewicz afirmó haber borrado todo el contenido de su dispositivo.

Según el relato de Ivana Bohdziewicz, Carolina Gómez Mónaco la contactó para expresarle su preocupación por la cobertura mediática del caso y mencionó que Gerardo Milman había hablado con Patricia Bullrich y acordado proporcionarles un perito para revisar la información de sus teléfonos celulares, ya que existía la posibilidad de que su información se filtrara.

Bohdziewicz mencionó que cuando configuró WhatsApp en su nuevo teléfono, encontró una copia de seguridad de la información que creía haber borrado, y la entregó a la justicia. Pocos días después de esto fue despedida de su trabajo.

Ivana Bohdziewicz relató varios sucesos de “aprietes” desde ese momento. Por lo que decidió presentarse directamente el viernes 5 de mayo en Comodoro Py y hablar sobre las presiones que estaba recibiendo. En su declaración, dejó los mensajes y audios de su celular.

Una de dos, o Bohdziewicz fábula (por la razón que sea) o dice la verdad. Si se confirma que lo que dice es cierto, valen dos reflexiones. Por un lado (y aunque no sorprenda) hay que remarcar lo escandalosamente “natural” que es para las y los políticos de los partidos tradicionales prácticas como el borrado de posibles pruebas relacionadas a crímenes tan graves como un magnicidio. De hecho, el pedido demorado de la Fiscalía para analizar los celulares es una ventaja más que valiosa para borrar pruebas (y plantar, eventualmente, otras falsas). Por otro lado, aunque a esta altura les cueste lograrlo, tanto Bullrich como Milman están más que obligados a dar una explicación clara a la sociedad sobre este asunto y demostrar que no fue como dice la exasesora. Si no lo hacen, no harán más que confirmar las sospechas que hay sobre ellos. Y con ello, quedará al desnudo una nueva aberración de la derecha argentina, a la que la clase trabajadora y los sectores populares debemos combatir en las calles y a brazo partido, lejos de los espejitos de colores “malmenoristas” del Frente de Todos.