Con 73 votos a favor y 50 en contra el pleno del Congreso de la República, de mayoría derechista, dio el voto de confianza al primer gabinete ministerial. Fue después de un largo debate donde el premier Bellido y sus ministros hablaron en tono de concertación y por la "unidad nacional" con las diversas fuerzas políticas y sociales del país.
Viernes 27 de agosto de 2021 22:43
Guido Bellido, quien se confirma como Primer Ministro del Perú, desarrolló un discurso conciliador y dialogante con todo el arco político y el empresariado. Lo propio hicieron los ministros del flamante gabinete en sus diversas exposiciones, llamando a los congresistas de las diversas bancadas a la unidad nacional y a “trabajar juntos por el Perú”. Por esa razón, el tema de la Asamblea Constituyente, vía reforma constitucional o referéndum, que Castillo había anunciado en su discurso de asunción de mando del 28 de julio, no fue ni siquiera mencionado en esta oportunidad.
La estrategia conciliatoria del ejecutivo dio frutos, por ello, a los votos de la bancada oficialista, y de sus aliados de la agrupación centro izquierdista Juntos por el Perú, se sumaron los votos de un sector de congresistas de las agrupaciones de derecha Acción Popular, Alianza para el Progreso de Cesar Acuña, Podemos de Luna Galvez y Somos Perú de Daniel Salaverry y Martin Vizcarra. En contra se ubicaron los congresistas de las agrupaciones ultraderechistas Fuerza Popular de Keiko Fujimori, Avanza País de Hernando de Soto y Renovación Popular de Rafael Aliaga; a ellos se sumó un integrante de Podemos, los congresistas del Partido Morado y dos congresistas de Alianza para el Progreso.
El racismo desbordante de algunos congresistas, una vez más se hizo presente cuando, desde la presidencia de la mesa directiva del Hemiciclo, Maria Antoniieta Alva interrumpió la presentación en quechua y aymara que venía realizando el premier Guido Bellido. Este fue uno de los hechos que generó el mayor debate público durante la primera jornada de la presentación del pedido de confianza del denominado “gabinete Bellido”. Recordemos que estos actos racistas en el accionar de figuras públicas de la política nacional están a la orden del día, lo cual demuestra la arraigada herencia colonial, la misma que está relacionada estrechamente a las profundas diferencias sociales y económicas que son generadas por la existencia de relaciones de explotación y opresión que los 30 años de neoliberalismo han profundizado considerablemente.
El discurso del premier se centró en impulsar medidas para “reactivar la economía y combatir la crisis sanitaria” pero sin cuestionar ni mucho menos romper con la lógica de explotación y saqueo capitalista que promueven los empresarios. Por ello, en el plano de la salud, Bellido dijo que desde el gobierno buscarán cerrar contratos con diversos laboratorios para adquirir más vacunas . Al finalizar este punto señaló que: “se priorizará la ejecución del préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo para la creación de redes integradas de salud para permitir el intercambio prestacional entre las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud”. No mencionó ni condeno la actitud asumida durante la pandemia por las empresas privadas vinculadas al rubro de la salud como las clínicas, laboratorios, centros de fabricación y expendio de oxigeno medicinal o las grandes cadenas farmacéuticas, que son quienes, en el último año de crisis sanitaria acumularon significativamente sus ganancias a partir de poner en riesgo la vida y la salud de millones de peruanos sobre todo de los sectores de menos recursos.
Tanto el premier como el ministro de Salud mencionaron de manera general a las y los trabajadores del sector salud, pero sin señalar de manera clara y precisa que se van a eliminar los regímenes precarizadores como el CAS y terceros los cuales afectan mayoritariamente a las mujeres. El ministro Cevallos dijo también que desde su cartera se dará continuidad a las políticas sanitarias dejadas por el gobierno anterior de Francisco Sagasti.
En el plano económico, Bellido señaló que van a “fortalecer el Banco de la Nación para hacerlo competitivo con la banca privada para que este pueda dar préstamos a personas naturales y jurídicas”. Anunció también que impulsarán una “segunda reforma agraria”, pero dejó en claro que en esta ya no se expropiaran las tierras de los grandes empresarios agrarios - muchos de ellos agro exportadores - que, como sabemos, son los que sobre explotan a sus trabajadores y evaden impuestos. Bellido dijo que van a promover “mayor capacitación, asociatividad y tecnificación para nuestros agricultores. Y (que esta) se orientará a la industrialización rural y la generación de mayor valor agregado para los productos agropecuarios de nuestra patria”. Sin embargo, al no mencionar nada sobre la nacionalización de la banca o del comercio exterior, esta iniciativa adolece de sostenibilidad económica. En relación al tema agrario, tampoco se cuestionó desde el ejecutivo la vigente ley agraria que sigue favoreciendo a los agro exportadores en desmedro de los miles de trabajadores del campo que, como se recuerda, en diciembre del 2020 llevaron adelante una importante lucha contra los abusos de sus patrones.
En otro momento de su intervención el premier dijo que “Nuestro gobierno apoyará e incentivará la inversión pública y privada con criterio de rentabilidad social. En el caso específico de minería e hidrocarburos, se pondrá en funcionamiento una ventanilla única para eliminar procesos improductivos, y facilitar la instalación de nuevos proyectos a corto plazo.”
Lo cuál muestra que van a continuar con la política extractivista y primario exportadora en beneficio del empresariado minero, y para que estos tengan más facilidades para desarrollar sus inversiones y sus actividades de traslado del mineral, dijo que “Se promoverá que exista entre el Nodo minero del sur andino y el puerto de Marcona, un tren que no sólo reduzca al mínimo los efectos negativos del transporte de carga y pasajeros, sino que su propia existencia dé factibilidad al desarrollo de proyectos que no serían viables de no existir un medio de transporte como este”.
Esta propuesta viene bien al empresariado minero ya que les permite reducir los costos del transporte, sin embargo no mencionó nada de la difícil situación que viven los trabajadores mineros quienes padecen las políticas de sobre explotación de sus empleadores, como claramente lo expresaron hace poco los trabajadores mineros del centro quienes se aprestan a realizar una marcha de sacrificio hacia la ciudad de Lima para denunciar los abusos de la patronal. Bellido tampoco dijo nada sobre la necesidad de eliminar las empresas tercerizadoras que en el sector minero contratan a más del 60% de los trabajadores de este rubro bajo condiciones de precarización laboral, además de ello, no dijo ni una sola palabra sobre la persecución a los dirigentes sindicales en este sector.
Obvió pronunciarse sobre el incremento del costo del gas doméstico que afecta a amplios sectores de la población y solo habló de “reestructurar Petroperú para hacerla más eficaz y eficiente”, pero no dijo cómo ni a costa de qué y de quienes.
Como es de conocimiento público, las y los trabajadores del estado han cuestionado en diferentes oportunidades la ley SERVIR, sin embargo Bellido señaló que desde el ejecutivo “fortaleceremos SERVIR”, mostrando así una línea continuista que va en detrimento de las demandas de los trabajadores del sector público. Además de ello dijo que van a desarrollar “un diálogo franco y respetuoso con empleadores y trabajadores para revisar la agenda laboral pendiente en el país, que incluye el fortalecimiento de la SUNAFIL, la negociación colectiva por rama de actividad, la regulación de la tercerización, y la derogatoria del Decreto de Urgencia 038-2020, sobre la suspensión perfecta de labores”. Recordemos que gracias a la suspensión perfecta hoy miles de trabajadoras y trabajadores se encuentran sin trabajo y sin salario en plena emergencia sanitaria. Esta medida podría derogarse inmediatamente desde el ejecutivo sin esperar ningún tipo de diálogo con la patronal
Sobre el tan voceado tema de la “lucha contra la corrupción” Bellido dijo que van a “mejorar el marco normativo conforme a los parámetros internacionales de las Naciones Unidas y la OCDE” y que van a fortalecer el trabajo de la Fiscalía, la Policía Nacional y la Contraloría, dicho de otra manera, van a mantener y fortalecer las instituciones en las cuales se sostiene el régimen jurídico y político del 93 impuesto por Alberto Fujimori. Esto se asemeja, en cierta medida, a la forma como los gobiernos anteriores venían “luchando contra la corrupción”, con los resultados de impunidad e inmunidad que ya todos conocemos.
En ese marco y ante los comentarios de diversos periodistas de que el gobierno de Castillo extendería las rondas campesinas y urbanas a todo el país, Guido Bellido señaló que van a: “Fortalecer el trabajo de la Policía Nacional y sus necesidades de equipamiento, capacidades de investigación e infraestructura, para potenciar su respuesta en la lucha contra la criminalidad en sus diversas modalidades”. De esta manera terminan blindando a la institución policial la cual ha estado vinculada a escándalos de corrupción, de redes de trata de personas, vínculos con el narcotráfico y al delito común. Además de ello, no podemos olvidar que esta institución es responsable de los asesinatos de Brayan e Inti, de los trabajadores agrarios y de decenas de campesinos asesinados en conflictos socioambientales.
En el tema de violencia de género, si bien presentó un diagnóstico del problema, no incluyó la situación de la diversidad sexual. La novedad en relación a este tema estuvo en el anuncio de la creación del “Sistema nacional de cuidados”, sin embargo tampoco dijo como funcionaria y de donde se extraerán los recursos necesarios para su funcionamiento. La ministra de esta cartera Anahí Duran dijo que “no hemos venido a descubrir la pólvora y que van a continuar con lo trabajado en los anteriores gobiernos”. La Ministra no dijo nada en relación a la lucha contra las redes de trata de personas, pese a que ella se reunió con la familia de Judith Machaca y Noemi en Tacna donde se investiga un red de trata de personas dirigida por efectivos policiales.
Como vemos, la propuesta del ejecutivo se basa en un programa de medidas cosméticas que no rompen con la herencia neoliberal de los gobiernos anteriores. Sin embargo, la derecha más reaccionaria lo ataca porque ni siquiera está dispuesta a ceder en las medidas mínimas que se proponen desde el ejecutivo y porque, a partir del cuestionamiento a Castillo y a su gobierno, buscan descalificar cualquier alternativa de cambio al modelo económico y al régimen del 93. A esto se suma el profundo desprecio racista de un sector de las elites limeñas que hacen parte de estos partidos conservadores, a quienes todavía no les cabe que un profesor provinciano sea presidente del país, a pesar que ese mismo presidente, su premier, sus ministros y su partido no se cansan de llamarlos a la unidad nacional y a gobernar juntos.