El Gobierno busca modernizar su aparato de espionaje mediante el uso del cuestionado software Pegasus, que permite la intervención total de los teléfonos móviles.
Leonardo Vázquez @Leo_Vazquez2000
Miércoles 30 de mayo de 2018
El pasado 25 de abril se aprobó con media sanción en el Senado, un polémico proyecto de reforma del Código Procesal Penal, que busca ampliar, legitimar y "modernizar" al aparato represivo del Estado, en el marco de un accionar cada vez más represivo del gobierno.
El proyecto, diseñado e ideado a medida del gobierno por los senadores Rodolfo Julio Urtubey y Pedro Guillermo Ángel Guastavino, ex integrantes del bloque del FPV, actualmente miembros del Partido Justicialista, fue aprobado con media sanción en el Senado en un tratamiento express, por 49 votos contra 10 y dos abstenciones. De esta manera el gobierno nacional recibe de manos del PJ un importante instrumento para aumentar su poder de represión y espionaje tomando como el supuesto combate al narcotráfico, terrorismo y figuras legales como la asociación ilícita. Esto es doblemente grave ya que se trata de un gobierno con una impronta represiva creciente y cuyo presidente asumió procesado justamente por escuchas ilegales.
Como detalla la Correpi en su sitio, dentro de las numerosas medidas en perjuicio de la clase trabajadora y del pueblo en general, en este proyecto de reforma se incluye un capítulo que es “el que más polémica ha generado debido a que implica un importante avance sobre la privacidad y la intimidad de las personas. Tal es así, que las medidas propuestas en este capítulo han quedado pendientes de aprobación, no sin la promesa de reabrir el debate en un futuro cercano.”
Este capítulo, por ahora en suspenso, buscaba implementar y legitimar un sistema de vigilancia remota para intervenir discresionalmente teléfonos celulares, tablets, o cualquier otro dispositivo electrónico sin control judicial. Concretamente dicho texto menciona que “podrá autorizarse la utilización no ostensible de un software que permita o facilite el acceso remoto al contenido de ordenadores, dispositivos electrónicos, sistemas informáticos, bases de datos o instrumentos de almacenamiento masivo de datos informáticos.”
Más allá de la suspensión de este escandaloso capítulo, de todas formas el proyecto cumple su función de dar a la AFI más poder legal para hacer lo que hoy en día hace de todas formas, que es el espionaje a través de la intervención de los teléfonos móviles de las personas.
Para esto el gobierno cuenta y utiliza hardware y software adquirido al Estado de Israel, el proveedor por excelencia de arsenal represivo del gobierno. Entre ellos se encuentra Pegasus, un software espía desarrollado por la fabricante de armas cibernéticas israelí NSO, que Macri y Bullrich se estima adquirieron aprovechando la visita del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu en 2017.
¿Qué es Pegasus?
Pegasus es un arma de vigilancia estructurada como un “malware”, es decir un programa que se instala en un dispositivo electrónico -por ejemplo un teléfono móvil- sin autorización del propietario, con el fin de extraer información o tomar control total del aparato para ejecutar determinadas acciones, tales como borrar archivos, enviar correos o mensajes, establecer la ubicación, filmar o escuchar a través de la cámara o micrófono, sin que el portador lo advierta.
Si bien la existencia de este tipo de herramientas no es nueva y su utilización para “hackear” dispositivos y robar información financiera está medianamente extendida, Pegasus es la herramienta más poderosa conocida hasta el momento, ya que permite tomar control completo del terminal afectado.
NSO, compañía que actualmente se reporta en venta, sólo puede proveer este desarrollo a gobiernos y para su exclusivo uso en tareas de combate contra el terrorismo y narcotráfico.
Las consecuencias de utilización de Pegasus por los gobiernos de Latinoamérica tienen ya un caso testigo: el año pasado, el gobierno mexicano quedó envuelto en un escándalo internacional cuando se descubrió este software malicioso - adquirido por ese país - que fue utilizado para vigilar a periodistas y activistas de derechos humanos en México. Los afectados van desde abogados defensores hasta periodistas que investigaban sobre una ley que pretendía gravar con impuestos a los refrescos azucarados.
Todo comienza con un simple mensaje
El software malicioso se envía al dispositivo a través de un mensaje de texto o Whatsapp que contiene un enlace externo. Cuando la víctima hace clic, instala el programa que dará control completo al atacante.
Pegasus es capaz de interceptar llamadas telefónicas, mensajes de texto, iMessages, recibir vídeo en directo de aplicaciones como FaceTime y Skype, tener acceso a correos electrónicos con todo y archivos adjuntos, activar cámaras y micrófonos de forma remota, así como vaciar toda la información contenida en el dispositivo.
La pregunta de que puede suceder con esta herramienta en manos de la AFI y un gobierno cada vez más represivo, queda respondida de antemano si observamos el manejo de la ley de escuchas en casos tan escandalosos como el espionaje a la familia de Santiago Maldonado, las permanentes operaciones judiciales, el amplio uso de las redes sociales por parte del gobierno a lo que se suma la posible intervención de la AFI en las bases de datos de la AFIP a partir de la filtración de datos del blanqueo en dicho organismo, cuestiones que sumadas le dan al gobierno un control sin precendentes de la información de las personas.
Leonardo Vázquez
Nació en la Ciudad de Buenos Aires. Estudió en la Universidad Tecnológica Nacional (Regional Buenos Aires). Programador y periodista, militante del Partido de los Trabajadores Socialistas desde el año 1997. Integra el Equipo Informático de La Izquierda Diario y es columnista de la sección Ciencia y Tecnología.