El Gobierno mexicano confirmó en un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores que hoy se han comenzado a recibir y a atender las primeras peticiones de refugio de los miembros de la Caravana Migrante.
Viernes 19 de octubre de 2018
Una avanzada de la caravana de migrantes hondureños se adentró hoy en México por la frontera con Guatemala, donde fueron recibidos por un dispositivo de policías, agentes de migración y organismos de derechos humanos.
Los primeros migrantes cruzaron el puente fronterizo entre Tecún Umán (Guatemala) y Ciudad Hidalgo (México), y algunos más utilizaron barcazas para cruzar el río Suchiate, según informó la organización Pueblo Sin Fronteras.
Aunque la mayor parte de la Caravana Migrante, más de 3 mil hondureños, permanece todavía en territorio guatemalteco, el Gobierno mexicano ordenó el despliegue de unos 240 agentes de la Policía Federal, que llegaron desde el miércoles en la mañana llegaron a la frontera de México con Guatemala a bordo de dos aviones Boeing 727 de la institución que aterrizaron en Tapachula, según reportaron medios locales.
Gina Garibo, de Pueblo Sin Fronteras, denunció que tras iniciar el cruce de migrantes, las autoridades de México detuvieron de manera violenta al mexicano Irineo Mujica, quien apoya a la caravana, durante una manifestación pacífica en Ciudad Hidalgo.
“Mujica es un claro ejemplo de la criminalización de los activistas de derechos humanos”, Pueblo Sin Fronteras.
La activista demandó a las autoridades mexicanas garantías de respeto a la integridad física y emocional y derechos humanos de Irineo Mujica. Por su parte, el Instituto Nacional de Migración (INM) de México afirmó que Mujica “agredió” a personal migratorio y a policías municipales y federales durante una revisión migratoria en Ciudad Hidalgo (México) que le pidieron sus documentos de identidad.
La caravana de migrantes hondureños salió el pasado 13 de octubre de San Pedro Sula con la intención de llegar a México para continuar después a Estados Unidos. Esto ocasiono la reacción del mandatario estadounidense, Donald Trump que emitió varios mensajes de advertencia para detener el flujo de la caravana.
A pesar de que el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, dijo rechazar las presiones de Donald Trump a México y sostuvo que “no se enviarán militares a la frontera sur” para contener la migración, el discurso resulta cínico cuando a inicio de mes los mandatarios del llamado Triángulo Norte del istmo centroamericano se reunieron con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, para dar continuidad a los pactos para frenar el flujo migratorio, que contemplan mayor militarización y un fuerte endeudamiento para el conjunto de la región.
Así, el Plan Fortaleza ha implicado una nueva fase en la política que desde el imperialismo estadounidense se viene implementando para destinar más de 500 millones de dólares -tan solo para Guatemala fueron 209 millones de dólares- para atender las medidas de seguridad dictadas desde la Casa Blanca para esos países con la participación de los comandos Sur y Norte de Estados Unidos.
El ingreso y la permanencia de los contingentes que cada año cruzan México con rumbo a Estados Unidos tiene que encontrar a su paso la solidaridad y el más amplio respaldo de la población, pues son una verdadera fuerza social que tiene el potencial para poner en pie un gran movimiento en contra de la militarización y la violencia en los países latinoamericanos. Solo esta unidad entre trabajadores puede echar atrás los planes del imperialismo estadounidense en México y el conjunto de América Latina.
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