En el decimoctavo día de huelga dos de las tres bases sindicales de la Federación Única de Petroleros (FUP) que aún siguen en huelga tras rechazar el acuerdo de la Federación oficialista, enfrentarán duras asambleas para decidir la continuidad o no de la huelga.
Jueves 19 de noviembre de 2015
Si las asambleas de Espíritu Santo y de Betim- Minas Gerais son favorables al levantamiento de la huelga pondrán más presión sobre los petroleros del Norte Fluminense, que siguen en huelga y no tienen fecha de asamblea marcada. Además de estos tres lugares en los que la FUP no logró imponer el fin del movimiento, la huelga se mantiene en las bases de los cinco sindicatos de la Federación Nacional de los Petroleros (FNP).
Para poner fin a la huelga, la FUP cuenta no sólo con el temor creado por la división entre los trabajadores, producto de su accionar, sino que se agrega la participación en las asambleas de carneros elegidos por la empresa, y de una nueva propuesta de la empresa que promete nuevas conversaciones, pero nada sobre las principales reivindicaciones del momento: pago de los días parados y garantía de no perseguir a los huelguistas.
En la tarde del martes (17) Petrobras emitió un nuevo comunicado a la FUP proponiendo establecer conversaciones sobre los días parados y efectuar los descuentos sólo a partir de enero de 2016. En la misma carta, la empresa reitera que "negociará" eventuales sanciones.
Estas promesas de la empresa no garantizan las reivindicaciones y todos los petroleros conocen dos cosas, desde hace años o por lo menos desde los últimos meses y a partir de esta huelga. Primero, Petrobras castiga a quien quiere, cuando quiere y sin negociar. Así ocurrió con más de veinte trabajadores de TECAB durante la paralización del 24 de julio y con todos los huelguistas del país que tuvieron su día descontado y registrado en su currículo como "ausencia no justificada". Segundo, ninguna de estas puniciones fue objeto de alguna acción de parte de la FUP. No hay ninguna razón para confiar ahora en que defenderá a los trabajadores frente a represalias justamente cuando se esforzó en levantar una huelga sin contar con esta garantía.
La respuesta de la empresa se produjo después de la carta protocolar de la FUP instando a la dirección de la empresa a reconsiderar la cuestión de las represalias y los días de descuento. La carta fue absolutamente protocolar, pensada exclusivamente para que la FUP quedara mejor posicionada frente a las bases que votaron continuar la huelga, a tal punto que ni siquiera exigía abrir una negociación.
Las unidades que siguen en la lucha, especialmente en Espíritu Santo y el Norte Fluminense concentran una gran cantidad de "petroleros jóvenes", que tienen menos de diez años en la empresa y menos de cuarenta años de edad. No por casualidad la huelga se mantiene en estos lugares, después de 18 días y aislados por la dirección de la FUP, implementando medidas como bloqueos en los aeropuertos y unidades de estos sindicatos.
La unidades operacionales de norte a sur del país, en particular las de "exploración y producción" (plataformas) concentran esta "juventud petrolera" pues en ellas se concentró toda la inversión y expansión de negocios en los años "lulistas". El protagonismo de esta generación de trabajadores en huelga que empieza a cuestionar el plan de privatización de Dilma para Petrobras, y sobretodo el papel de la dirigencia sindical ligada al gobierno, la FUP, sintetiza los aspectos más novedosos de esta huelga histórica.
Otro elemento llamativo de esta huelga fue el espíritu de unidad nacional, sin dejar ningún sector por fuera, entusiasmando en las asambleas a desafiar a la FUP y mantener la huelga, como pasó por unos días en Ceará y en Duque de Caxias. Seguramente la voluntad y defensa de la unidad con el Norte Fluminense y los sindicatos de la FNP pesará en las próximas asambleas de Minas Gerais y Espírito Santo. Desafortunadamente también pesará el miedo creado por las divisiones creadas al interior de los trabajadores, gracias a la política deliberada de la FUP.
En estas asambleas se pueden comenzar a trazar los momentos finales de la batalla actual, pero la experiencia de esta nueva generación de petroleros, junto a otros "veteranos" de 1995 (huelga histórica) marcará nuevos pasos en este importante sector de trabajadores. Los nuevos pasos parten de la rica experiencia de lucha contra la intransigencia de Petrobras y el abandono de los petroleros en huelga por parte de la FUP.