Lo reconoció el jefe de Gabinete Santiago Cafiero. La multinacional exige mejores condiciones para negociar con el país. Presiones de Biden y Cambiemos.
Viernes 2 de julio de 2021 09:17
El Gobierno nacional evalúa una "modificación al marco normativo" que permite la compra de vacunas en el marco de la pandemia por coronavirus, para la adquisición de fármacos de laboratorios que no cumplen los requisitos de la ley, como Pfizer.
“En noviembre se aprobó una ley de vacunas votada por el oficialismo y la oposición que se hizo con el conocimiento de ese momento, pero hubo un aprendizaje en el tiempo y hoy trae la posibilidad de analizar ese marco normativo”, precisó.
"Hoy evaluamos si hay que hacer una modificación en aquel marco normativo para avanzar con los contratos", dijo en la noche de este jueves el jefe de ministros Santiago Cafiero. Y no lo dijo en cualquier lado: fue en el programa "Verdad / Consecuencia" de la señal de cable Todo Noticias (TN).
Cafiero agregó que "siempre hubo negociaciones, desde el primer día, con todos los laboratorios. Los estadounidenses exigían una normativa distinta. El presidente (Alberto Fernández) está evaluando resolverlo de una manera distinta, aún estamos trabajando en esta línea". También aclaró que la Pfizer aún "no está aprobada para uso pediátrico" en el país.
Según distintos medios, en los últimos días se aceleraron las presiones y negociaciones por el caso Pfizer. Desde Presidencia habrían evaluado un Decreto de Necesidad Urgencia (DNU) que compatibiliza la legislación nacional con los contratos firmados por compañías extranjeras o locales que se rigen por las normas de los Estados Unidos. Según esas versiones, la palabra “Negligencia”, que figura en el artículo 4 de la “Ley de Vacunas”, continuará vigente pero su interpretación estará condicionada por un acuerdo entre el Gobierno y los laboratorios norteamericanos: Pfizer, Moderna y Johnson.
En las próximas horas se conocerán las precisiones.
Recordemos que Pfizer fue una de las banderas de la oposición de derecha en los últimos meses. Ante la crisis de vacunación no dudó en poner el foco en cerrar un negocio con el laboratorio estadounidense, que pedía privilegios que excedían los que ya tienen todos los laboratorios.
El bloque de Juntos por el Cambio presionó para votar el proyecto que elimina la palabra "negligencia" de la Ley de Vacunas. Sin embargo, su tratamiento no prosperó en el Congreso.
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Una campaña de vacunación lenta y sin ninguna "épica"
Santiago Cafiero reivindicó en TN la política de vacunación del Gobierno, la cantidad de vacunas aplicadas y en viaje. No se entiende entonces, según esa óptica, por qué el apuro en cerrar un acuerdo con Pfizer.
Recordemos que en octubre de 2020 el Congreso aprobó la llamada “Ley de Vacunas”. Más precisamente, se trata de la “Declaración de interés público de la investigación, el desarrollo, la fabricación y la adquisición de las vacunas contra el covid-19”. En su letra garantiza la prórroga de jurisdicción a favor de los tribunales arbitrales y judiciales con sede en el extranjero; habilita contratos con “condiciones de indemnidad patrimonial respecto de indemnizaciones” y establece “cláusulas o acuerdos de confidencialidad acordes al mercado internacional de las vacunas”.
El Frente de Izquierda fue el único bloque que se opuso a la norma y exigió un plan de vacunación masivo en base a la liberación de las patentes, además de criticar las condiciones concedidas a los grandes laboratorios.
A pesar de esas ventajas, los laboratorios de distintas nacionalidades que firmaron contrato con nuestro país gozaron de todos los beneficios pero no cumplieron en tiempo y forma con las entregas de vacunas. A pesar de que el país pagó por adelantado cifras millonarias. A pesar de esas ventajas, Pfizer exigió más privilegios aún: pidió que entre las causas de indemnidad se elimine el concepto “excepto en casos de negligencia”. O sea, quería total impunidad si sus vacunas generaban perjuicios sanitarios.
Las declaraciones de Cafiero en TN confirman que el Gobierno finalmente cederá ante el pedido de EE.UU, sus laboratorios y Cambiemos. La eliminación del artículo 4 (o parte de él), tendría demasiado costo político, por lo que todo indica que encontraron un punto intermedio. La “interpretación” quedará en manos del Estado y Pfizer.
¿El objetivo es acercar (más) posiciones con la administración estadounidense o pura especulación electoral? ¿Si hay algún interés sanitario, por qué pactaron antes?
El caso Pfizer muestra las consecuencias de la política sanitaria del Gobierno. A pesar de existir condiciones para fabricar la vacuna en el país, como confirman la producción de los principios activos en un laboratorio del Gran Buenos Aires y la reciente fabricación de vacunas completas en otro, eligió realizar acuerdos con los grandes laboratorios. Nicolás del Caño denunció que en el caso del laboratorio Mbxcience de Hugo Sigman, produjo y exportó el principio activo para 100 millones de dosis, se pagó por adelantado y hasta ahora solo llegaron poco más de 2 millones cuando supuestamente eran para mayo.
Pero todas las empresas entregaron las vacunas varios meses después de lo prometido, lo que profundizó las consecuencias de la segunda ola de la pandemia, que ya se acerca a las 100 mil víctimas fatales en nuestro país.
La liberación de las patentes, la declaración de utilidad pública del laboratorio Mbxcience y la producción masiva de vacunas, hubieran sido la única solución “nacional y popular”. En cambio, se siguen sumando los pactos, cada vez más secretos, con “las corporaciones” que hacen negocios en medio de la pandemia y quieren más impunidad.