Policías municipales ingresaron armados al ISFD 112 sin previo aviso continuando así con el avasallamiento a la autonomía educativa regida por la Ley de Educación Superior que comenzó con el ingreso de gendarmería semanas atrás.
Viernes 8 de junio de 2018
El pasado lunes 5 bajo la excusa de que habían recibido un llamado al 911 denunciando que había una persona merodeando los techos, la Policía Municipal de San Miguel ingresó armada al establecimiento terciario que comparte las instalaciones con el secundario para adultos Juana Manso.
A pesar de que los directivos del establecimiento fueron quienes permitieron el acceso a los efectivos policiales quienes llegaron sin orden y armados con una patrulla y dos motos. Se tomaron todo el tiempo para recorrer libremente el lugar, sin mediar muchas explicaciones. Asimismo, se negaron a identificarse luego de que una estudiante les recordara que dicha irrupción es ilegal ya que viola el artículo nº 31 de la Ley de Educación Superior que establece que "la fuerza pública no puede ingresar en las instituciones nacionales si no media orden escrita previa y fundada de juez competente o solicitud expresa de la autoridad legítimamente constituida".
Este hecho no es algo excepcional. Hace dos semanas, con la excusa de la realización del acto por el 25 de mayo la gendarmería ingreso al instituto con la misma impunidad que ahora lo hacen las fuerzas policiales, en complicidad con las autoridades.
El ingreso de fuerzas represivas en establecimientos educativos, todo un símbolo de la última dictadura, no es un hecho aislado, sino que responde a una práctica sistemática que va en aumento. Es decir, la presencia de las fuerzas represivas en los institutos educativos solo sirve para reforzar el control sobre el movimiento estudiantil y los docentes, que son los únicos interesados en detener el ajuste sobre la educación que quiere imponernos el gobierno de Macri.
Asimismo, vale destacar que la actual conducción del centro de estudiantes, la agrupación “corriente constructivista”, continua con su política de omisión ante todos los hechos aberrantes que vienen sucediendo desde comienzo del ciclo lectivo. Aunque este silencio no es algo de extrañar, ya que desde la consolidación de esta lista fueron afines a los intereses de los directivos.
Desde la agrupación Pan y Rosas, y como parte del centro de estudiantes, repudiamos esta situación. Además, consideramos que el ingreso de la policía a los establecimientos educativos y el avasallamiento de la autonomía de los mismos constituyen un pequeño paso en la avanzada represiva del gobierno nacional. Así como también, llamamos a que la actual conducción del centro de estudiantes se posicione y realice alguna acción ante estos hechos.