Republicanos y demócratas acordaron liberar 1.375 millones de dólares para el muro fronterizo que representaría cerca de 88,5 km. Sin embargo, falta que el Senado y la Cámara de Representantes lo aprueben. Luego de un largo silencio, Trump dijo no poder decir que está contento.
Miércoles 13 de febrero de 2019 00:00
Tras más de dos años del gobierno de Donald Trump, en la noche de este lunes 11 de febrero tanto republicanos (partido del presidente estadounidense) como demócratas acordaron liberar parte del presupuesto para la construcción del ignominioso muro fronterizo.
Así se evidencia la falacia de la "defensa" demócrata de los migrantes, que cuando gobiernan también deportan y persiguen, como sucedió con Barack Obama, que batió el récord de deportaciones durante sus administraciones.
Ahora, sin embargo, falta que el Senado y la Cámara de Representantes del país del norte aprueben la iniciativa de ley antes del viernes 15 de febrero, para evitar un nuevo cierre de gobierno. El "shutdown" ocurrido entre el 22 de diciembre y el 25 de enero pasados ha sido el más largo de la historia y ha costado duros golpes políticos al presidente. El paro de operadores de La Guardia de Los Ángeles mostró el descontento de 800.000 empleados federales que estuvieron sin cobrar sus sueldos tras las bravuconadas políticas del presidente.
Aunque se apruebe la iniciativa en las dos cámaras, Trump tiene que firmar el proyecto de ley para que sea puesto en función, cosa que no ha negado como posibilidad, pese a estar en contra del proyecto de ley, pues no otorga los más de 5.000 millones de dólares que pedía para la construcción del muro.
De verse aprobada esta iniciativa, permite a la administración de Trump negociar un mejor acuerdo para la siguiente partida fiscal y avanzar con su plan de seguridad fronteriza, pues también han sido liberados 1.700 millones de dólares para fortalecer a los cuerpos de seguridad que patrullan la frontera sur de Estados Unidos.
Es notorio pues, que tanto al interior del partido republicano como de la administración oficial hay posiciones que no encajan del todo con las del mandatario estadounidense, que pese a haber recibido una importante derrota con la reapertura del gobierno y tener una conquista parcial con el presupuesto de seguridad fronteriza, aún mantiene su posición retórica de atacar constantemente todo tipo de derechos de los migrantes y las minorías.
En un discurso este martes 12 de febrero frente a sus simpatizantes en Texas, el presidente aseguró que a pesar de todo construirán el muro. Todo lo anterior se suma a la remilitarización de la frontera anunciada la semana pasada y a una serie de declaraciones xenófobas frente a los nuevos éxodos migrantes que han partido de Centroamérica, atravesando México y que tiene como intención entrar a Estados Unidos.