Durante el lunes y el martes, cientas y cientos de estudiantes de la Universidad MAZA se movilizaron contra un “adicional” que encarecería el costo de las carreras. También denuncian malas condiciones, falta de equipamiento y bajos salarios docentes.
Jueves 29 de septiembre de 2022 09:19
Ante un repentino aumento de la cuota que anunció la Universidad Juan Agustín MAZA con sede en 5 departamentos de la provincia; las y los estudiantes se manifestaron debido a la irracionalidad del monto teniendo en cuenta que para algunas carreras la cuota alcanzaría los $30.000 terminando el ciclo 2022. Está decisión habría sido tomada por las autoridades sin tener en cuenta las dificultades que atraviesa el estudiantado. En los carteles expresan “piensen en la educación, no en sus bolsillos”, “la educación no se vende, se defiende”, “es nuestro futuro”.
A través de grupos de WhatsApp y una página en Instagram, les estudiantes se vienen organizando para hacerle frente a esta medida. Enviaron una nota al Rectorado y se encuentran en espera de respuestas favorables. Ante la masividad del reclamo, la Universidad anunció que por mientras el aumento quedaría suspendido hasta una próxima reunión del Consejo Superior.
Desde este medio nos acercamos a dialogar con quienes se encontraban movilizando frente a la Sede ubicada en Guaymallén, mantienen ciertas precauciones con su exposición debido a la persecución y amenazas de sanciones que esta institución impone cada vez que tienen reclamos. Estudiantes de Realización Audiovisual y Veterinaria hicieron hincapié en la falta de recursos para realizar prácticas y trabajos de laboratorio; muchas veces estos corren por su cuenta y les genera indignación ya que se encuentran pagando montos de más de $20.000. También denuncian que docentes han renunciado a sus cátedras por los bajos sueldos y que las condiciones edilicias en varias sedes son pésimas. Entre varios datos alarmantes, nos mencionaron que han habido 10 suicidios de estudiantes en los últimos años, esto se explica parcialmente a través de las frustraciones que genera la academia y las dificultades para seguir estudiando con aranceles tan costosos.
Mucha de la cartelería hacía referencia a este modelo de educación que recauda para los intereses de unos pocos sin priorizar la calidad educativa y el bienestar de quienes con mucho esfuerzo sostienen la cursada para ser profesionales, “que caiga la educación de mercado” entre otras consignas. Este fenómeno de estudiantes que salen a pelear en defensa del derecho a la educación lo estamos viendo también entre los secundarios de la Capital Federal que ya han tomado más de 20 colegios contra el desfinanciamiento que sufre la educación pública y las pasantías laborales gratuitas y obligatorias que busca imponer Larreta.
Estos ejemplos de auto-organización por parte de estudiantes puede ser una chispa de acción que responda a las malas condiciones en las que se mantienen las escuelas primarias y secundarias; donde el ajuste del Gobierno Nacional y el FMI se ve a grande rasgos con viandas insuficientes y muertes por desnutrición; con hambre no se puede estudiar denuncian les pibes en secundarios y en las universidades públicas y privadas tenemos el mismo dilema: sí pago la carrera no alcanza para comer, aún en las públicas no contamos con boleto educativo gratuito y entre copias y buffet se van nuestros sueldos.
Mientras las universidades privadas lucran con las carreras que no se dictan en la universidad pública o con miles de jóvenes que no pueden acceder a la UNCuyo por no contar con el triple turno de cursada, dejando afuera a miles de estudiantes que tienen que trabajar y estudiar, el Gobierno nacional continúa ajustando en nuestra educación. El ajuste que exige el FMI se aplica directamente en nuestros lugares de estudio, este año ya ajustaron 128 millones en educación y siguen cuidando a los ricos. Por eso apoyamos e impulsamos las distintas medidas de lucha de los y las estudiantes que ponen en discusión las prioridades del Gobierno Nacional, Provincial y las autoridades universitarias demostrando una gran fuerza.