Nos llega la denuncia de una profesional que trabaja en un refugio MIDES para personas en situación de calle, y cuenta las terribles condiciones y la vulnerabilidad que padece tanto la población de calle como quienes la asiste.
Jueves 16 de abril de 2020
“Hola, soy psicólog@ y trabajo en un refugio. A diferencia de muchos, yo estoy yendo a laburar... ¿Sabes por qué? Por la omisión de asistencia médica y psiquiátrica que está recibiendo la población más vulnerable de nuestra sociedad: la gente en calle, porque son seres humanos y me preocupa su salud mental.
¿Sabes otra cosa? A mí nadie me aplaude, y tampoco me interesa. Solo espero respeto de las instituciones por nuestros trabajos y sueldos, solo espero que nos den el equipo de bioseguridad adecuado para trabajar, solo pido que cuando vuelva a casa los choferes del ómnibus no me quieran insultar y bajar del mismo por pedirles que abran las ventanillas...
No sé si salvo vidas, pero un momento de escucha muchas veces evita que una persona adicta se drogue, y una palabra dotada de saber, muchas veces da aliento y esperanza en las situaciones más adversas.
Pero somos humanos y la violencia del sistema y la sociedad nos desgasta. Apóyenos difundiendo este mensaje, nosotros queremos seguir trabajando por aquellos que le dieron la espalda al sistema de salud”.
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