Fue por una amplia mayoría contra el acuerdo del "brexit" presentado por la primera ministra Theresa May. El rechazo lleva a que el Gobierno deba solicitar una ampliación de plazos, mientras aumentan las posibilidades de una salida sin acuerdo.
Martes 12 de marzo de 2019 21:00
La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, presentó una serie de garantías adicionales, que obtuvo a principios de la semana, sobre la controvertida salvaguarda norirlandesa. Pero esas garantías no fueron suficientes para convencer a la facción euroescéptica de su propio partido ni a sus socios del norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP).
El acuerdo finalmente cayó por 391 votos frente a 242, una diferencia de 149 votos. La derrota si bien fue algo menor que la de enero, cuando May perdió por 230 votos, mantiene intactos los cuestionamientos a la capacidad del Gobierno para modificar la opinión de suficientes diputados para lograr la aprobación en las próximas dos semanas.
Un amplio grupo de parlamentarios se decantó por rechazar el pacto después de que el abogado general del Estado, Geoffrey Cox, advirtiera este martes que las concesiones otorgadas a última hora por la UE no eliminan los "riesgos" del mecanismo de salvaguarda.
El problema es cómo resolver la situación de la frontera entre la República de Irlanda (territorio de la UE) e Irlanda del Norte (territorio del Reino Unido).
Quienes proponen el “brexit” temen que esa cláusula, diseñada para evitar controles fronterizos entre las dos Irlandas, mantenga al RU integrado en las estructuras comunitarias durante años en contra de su voluntad. Desde la Unión Europea consideran indispensable la salvaguarda para proteger la integridad del mercado único y preservar los acuerdos de paz que se firmaron en 1998.
La enmienda al acuerdo fue solo una clarificación que establece que si el RU quiere salir de la cláusula de salvaguarda tiene que hacer una petición formal a un comité de la UE, únicamente en el caso de que el primero (RU) considere que la UE ha actuado de mala fe, algo muy difícil de probar, en particular ante un comité creado por Bruselas.
El Gobierno trató hasta el último momento de que las concesiones de la UE dieran vuelta la situación en el parlamento, algo que parecía difícil y la primera ministra había previsto ya una hoja de ruta en caso de que el acuerdo fuera nuevamente rechazado.
El primer paso será que la Cámara de los Comunes (cámara baja del parlamento) vote este miércoles si quiere que el Reino Unido abandone la UE el 29 de marzo sin un acuerdo. En votaciones anteriores quedó claro que no existe una mayoría parlamentaria para esa opción, por lo que previsiblemente será descartada.
El siguiente paso de May será, si la cámara baja del parlamento vota contra un "brexit" sin acuerdo, convocar el jueves una nueva votación en la que preguntará a los diputados si quieren solicitar a Bruselas una prórroga al plazo de salida. De darse está situación la petición debería ser aprobada por los 27 Estados miembro restantes de la Unión, dejando en manos de la UE los términos de esa posible prórroga.
En ese sentido, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha advertido que Londres deberá aportar una "justificación razonable" para esa extensión.
De no lograr avanzar en un acuerdo de prórroga o un mecanismo que permita evitar un “brexit” sin acuerdo con la UE, seguramente significará el fin de Theresa May al frente del gobierno británico.
Con su actual política May se arriesga a dividir a su propio partido abriendo el camino a la posición del Partido Laborista que viene insistiendo en un acuerdo a “la noruega” desde hace tiempo. Los laboristas votarían su propia política, pero presentada por May, lo que podría costarle el apoyo de la base pro “brexit”. Considerando las perdidas y ganancias de esta movida, de los dos partidos mayoritarios, los conservadores se verán más perjudicado y tampoco está descartado que la primera ministra se vea obligada a renunciar, decisión que tampoco representaría una solución al “brexit”.
El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, reiteró su petición de que se convoquen a unas elecciones generales adelantadas para tratar de desbloquear el proceso del "brexit", mientras que un portavoz de Downing Street insistió en que May no ha valorado la posibilidad de dimitir.
La votación de este martes, que alejó la posibilidad de un “brexit” negociado a finales de este mes, golpeó la valoración de la libra esterlina, que caía tras la votación un 1,37 % respecto al euro y un 0,89 % respecto al dólar estadounidense.