Crisis política. Reino Unido: rebelión de diputados conservadores contra Boris Johnson por medidas contra el coronavirus

El primer ministro británico, Boris Johnson, sufrió una "rebelión" dentro de su partido por las nuevas medidas que propuso para frenar la propagación de la variante Ómicron en la isla, con 99 parlamentarios Conservadores rechazando la propuesta de para imponer certificados de vacunas para el acceso a discotecas y eventos multitudinarios.

Johnson advirtió anteriormente en varios mensajes del "gran aumento" en los casos, pero eso no alcanzó para convencer a muchos de los miembros de los “Tories” (conservadores) a la hora de tratar sus propuestas, generando la mayor rebelión interna en el Parlamento desde que llegó al poder.

Hasta 99 diputados conservadores votaron en contra de su propio Gobierno, que habría perdido si no hubiera contado con el apoyo puntual de la oposición, el Partido Laborista. Finalmente la Cámara de los Comunes dio luz verde a la medida por 369 votos frente a 126.

El dato a tener en cuenta es que el número de “rebeldes” supera los 56 diputados necesarios para desencadenar un voto de desconfianza al liderazgo del Primer Ministro.

Crisis política por nuevas medidas restrictivas ante la variante Ómicron

El debate surgió por la imposición de medidas, como el pase sanitario, pero también por la obligación de que el personal sanitario esté vacunado contra el coronavirus a partir del próximo año -61 conservadores lo rechazaron- y la reimposición de las mascarillas en interiores -38 "tories" estuvieron en contra-, aunque ambas medidas fueron también aprobadas.

El ministro británico de Sanidad, Sajid Jaivid, defendió las propuestas del gobierno asegurando que son necesarios para evitar la saturación de los hospitales ante la rápida expansión de la variante Ómicron. Mientras los contagios crecen, para el diputado conservador Mark Harper, uno de los cabecillas de la oposición al gobierno, acusó al Ejecutivo de haber entrado sin necesidad en un "modo de pánico y emergencia".

La cifra de contagios diarios publicada este martes en el Reino Unido llegó a los 59.610, si bien las autoridades sanitarias estiman que la cantidad real de infecciones diarias puede haber alcanzado las 200.000. El lunes el gobierno había confirmado la primera muerte de una persona contagiada con la nueva cepa.

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La interna en el partido conservador podría terminar con el gobierno de Johnson

Antes de las votaciones en el Parlamento, Johnson había convocado a los diputados de su grupo parlamentario para tratar negociar y calmar los ánimos a fin de evitar la “rebelión” interna, pero eso no alcanzó y la oposición desde sus propias filas resultó aún mayor de lo que esperaba.

Al rechazo de una parte de los conservadores la vuelta de restricciones contra la pandemia, como el uso de barbijos en lugares cerrados o el certificado sanitario, se suma a un creciente descontento interno con la gestión del gobierno de Johnson.

Semanas atrás se conoció la noticia de diversas celebraciones navideñas en Downing Street, la residencia del Primer Ministro, en diciembre de 2020 cuando el Reino Unido estaba bajo estrictas medidas sociales para evitar contagios. Junto a esa noticia, salieron a la luz videos de funcionarios del gobierno burlandose sobre la repercusión de la noticia, lo que ha pasado factura a la imagen del primer ministro, que ha caído nueve puntos por detrás de los laboristas en las encuestas.

Los casi 100 parlamentarios conservadores que desafiaron directamente la autoridad del Primer Ministro, son casi un tercio de todos los diputados del partido gubernamental. El desencanto con Johnson ha revivido el fantasma de una eventual moción de confianza contra él como jefe de los “Tories”, que se celebraría si al menos 54 de sus diputados lo piden por escrito (el 15 % de los 361 parlamamentarios conservadores).

Desde el Brexit, el Partido Conservador (”Tories”) ha ido dejando de lado sus voces más moderadas y de centro derecha para pasarse a un discurso contra las cuarentenas, anti barbijos y contra medidas sanitarias en nombre de la “libertad”. Vale recordar que el propio Johnson al comienzo de la pandemia se opuso a medidas sanitarias para contener los contagios.

Para evitar una crisis mayor Johnson cedió ante sus propios parlamentarios la potestad de poder tomar nuevas medidas si los contagios aumentan.

Mark Harper, uno de los parlamentarios referentes de la “rebelión”, argumentó que el Reino Unido se enfrentará en el futuro a diversas variantes del coronavirus. "Esta es la primera gran prueba sobre cómo afrontamos la llegada de una variante preocupante en una población muy bien vacunada", dijo el parlamentario, que consideró que el Ejecutivo de Johnson "no lo está haciendo demasiado bien".

"Enviemos un mensaje claro al Gobierno: hay una manera mejor de hacer esto", dijo Harper justificando su oposición a la imposición del pasaporte covid en eventos masivos, pero también a medidas como la vuelta a la utilización de barbijos.

La también conservadora Anne Marie Morris sostuvo por su parte que las mascarillas y el certificado covid "harán más daño que bien a la sociedad".

La situación interna en su partido suma presión sobre Johnson para que en los próximos meses vuelva a alinearse con los escépticos de las medidas contra el coronavirus, como lo hacía al comienzo de la pandemia. Para mantener su posición y conservar la confianza de su partido parlamentario, el primer ministro podría seguir manteniendo las restricciones al mínimo.

Por otro lado, los científicos y médicos más importantes del Reino Unido advierten sobre el desastre que generaría un aumento descontrolado de los contagios y hospitalizaciones saturando el sistema de salud, golpeado por años de ajuste y recortes, con el peor desenlace, el aumento de muchas muertes innecesarias.