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Red Internacional
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Elecciones 2015. Reparto de curules: el Congreso que viene

Después de denuncias sobre el retraso en el accionar del INE y las “fallas” del sistema, concluyó el cómputo de votos para diputados federales. ¿Cómo estará compuesto el Congreso de Unión y que depara para los trabajadores y el pueblo?

Martes 16 de junio de 2015

Concluido el proceso y según la información del Instituto Nacional Electoral (INE), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) obtuvo 11,638,675 votos, en tanto que sus aliados -el Partido Verde Ecologista (PVEM) y Nueva Alianza (PNA)- lograron 2,758,152 y 1,486,952 votos. Traducido a curules en el Congreso, el PRI conquistó 207, el Verde 43, y Nueva Alianza 10. El PRI mantiene así el primer lugar en votos y diputados, pero no alcanzó la mayoría absoluta por si sólo. Sin embargo, aunque perdió algunos curules respecto a la Legislatura anterior, mediante el acuerdo con el PVEM y Nueva Alianza podrá votar sus leyes, lo cual era un objetivo político del tricolor en estas elecciones.

Por otra parte, el Partido Acción Nacional (PAN) -que tiene acuerdos fundamentales con el PRI y actuaron juntos en el Congreso- alcanzó 8,379,502 sufragios. Los panistas serán 108 en el Congreso. El otrora socio del PRI y el PAN en el ominoso Pacto por México, el Partido de la Revolución Democrática, se derrumbó castigado por el voto popular, y sólo alcanzó 4,335,745 votos. Perdió más de medio centenar de curules, y su bancada será de 56 parlamentarios. Por el contrario, el vertiginoso ascenso del partido Morena (Movimiento Regeneración Nacional) llevó a que tenga 3,346,349 votos y 35 diputados.

Finalmente, el INE dijo que el Movimiento Ciudadano 2,431,923, Encuentro Social, 1,325,344, el Partido del Trabajo, 1,134,447, y el Partido Humanista 856,903. Los primeros tres tendrán 26, 8 y 6 parlamentarios, en tanto que el Humanista no tendrá ningún diputado y perderá además el registro, como le pasará muy posiblemente al PT. Además, habrá un diputado independiente: Manuel Clouthier Carrillo, por Sinaloa.

El voto nulo, al que llamaron distintas organizaciones políticas, sociales y personalidades, y cuyo impulso en torno a la campaña “Anula tu voto: #faltan43” difundimos desde La Izquierda Diario, le ganó a cuatro de los nueve partidos: 1,900,881 votos anulados, mucho más que aquellos partidos que -como Nueva Alianza o Encuentro Social- alcanzaron 10 diputados cada uno.

Un congreso reaccionario y contra los trabajadores
El Congreso que se viene nada favorable deparará para los trabajadores y el pueblo. El PRI con sus aliados, que suman 260 diputados, mantiene su control en la Cámara y tendrá facilidad para aprobar las leyes reaccionarias que le darán continuidad a las que implementó junto al PAN y el PRD. Estos dos partidos, más allá de que en las campañas electorales hayan aparentado ser “distintos” al PRI, podrían también jugar como aliados del PRI a partir de las negociaciones políticas que entablen. Los mismos han legislado a favor de los
intereses de los grandes capitalistas y los Estados Unidos y continuarán poniendo su peso parlamentario al servicio de ello. El Congreso de la Unión ha mostrado ser una institución reaccionaria, garante de los planes antiobreros y contra el pueblo, y lo seguirá siendo.

Además, quienes lo integran continuarán ganando sumas millonarias, mientras millones de trabajadores cobran salarios de hambre y crece el desempleo y el trabajo precario. Ninguna de las fuerzas que accedieron al Congreso están a favor de lo que planteamos en La Izquierda Diario en muchas ocasiones: que todo funcionario público -incluyendo a los diputados- ganen lo mismo que una maestra, como una medida básica y elemental pero a la que se opone toda la “clase política”.

El que Morena y otras fuerzas de centroizquierda tengan presencia en San Lázaro no cambiará nada el carácter reaccionario del Congreso, más allá de que se opongan a la legislación peñanietista. Además, es muy importante considerar que -independientemente de las ilusiones de los millones de trabajadores y jóvenes que los votaron viendo en ellos una oposición al PRI-, tanto el partido de AMLO como el PT y MC sostienen una perspectiva política de reforma del régimen político y del capitalismo, y su actividad en el Congreso irá en ese sentido.

Pero este régimen responsable de la masacre de Ayotzinapa no se puede reformar ni sus instituciones pueden utilizarse a favor de los trabajadores; y las condiciones de opresión y explotación que sufren millones en México no cambiarán sustancialmente sin atacar del sistema capitalista. Para avanzar en ese camino, la acción central y fundamental debe ser retomar el camino de lucha que vimos en octubre del 2014, impulsando la movilización en las calles contra el régimen asesino del PRI-PAN-PRD y sus reaccionarias instituciones, como el Congreso de la Unión.

Los claroscuros de la elección
Lo que los números que da el INE no dicen es que, por detrás del reparto de las bancas parlamentarias y de la mayoría que mantiene el PRI junto a sus aliados directos, está también la pérdida de votos de los principales partidos. El PRI cayó en votos y perdió en varios distritos importantes -como la gobernatura de Nuevo León, la ciudad de Guadalajara, pero también en otras ciudades importantes como Celaya, Morelia, Zapopan y León-. El PAN hizo la peor elección en más de dos décadas, y el PRD cayó estrepitosamente como hemos dicho aquí; en el DF, por ejemplo, pasó de un 65% a un 20% de los votos.

Como ya planteamos, esto muestra la crisis de representación política, así como el descrédito y la pérdida de legitimidad de los partidos entre sectores obreros, juveniles y populares, lo cual impulsó a muchos a abstenerse, a votar a los llamados candidatos independientes, a los partidos que se presentan como opositores, o a votar nulo, como propusimos desde el Movimiento de los Trabajadores Socialistas.

Sin embargo, el gobierno no dejará de avanzar en los planes favorables a Estados Unidos y los grandes empresarios, por el contrario, lo redoblará. Utilizará para ello su peso institucional y en San Lázaro. De ser necesario, y para garantizar que se apliquen las leyes que se voten en el Congreso, se endurecerá la política contra quienes protesten, como vimos en los últimos años y el mismo 7 de junio. Para eso hay que prepararse, para una “democracia” blindada contra los trabajadores, la juventud y el pueblo.

En ese contexto, la pérdida relativa de legitimidad del gobierno y de la “clase política” puede ser aprovechada por los trabajadores para organizar la lucha contra los planes de Peña Nieto. Está planteado rodear de solidaridad las luchas existentes -como la del magisterio-, unificar las demandas con el conjunto de los sectores populares descontentos con el gobierno, y preparar las condiciones para una gran movilización nacional, en el camino de un paro nacional. En ese camino, es fundamental construir una organización de izquierda, socialista y revolucionaria, que impulse esta perspectiva.


Pablo Oprinari

Sociólogo y latinoamericanista (UNAM), coordinador de México en Llamas. Interpretaciones marxistas de la revolución y coautor de Juventud en las calles. Coordinador de Ideas de Izquierda México, columnista en La Izquierda Diario Mx e integrante del Movimiento de las y los Trabajadores Socialistas.

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