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Red Internacional
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Informe. Reprocann: la salud en sala de espera

Miles de pacientes llevan meses esperando que el Registro del Programa de Cannabis apruebe su solicitud de inscripción o renueve las autorizaciones vencidas. El hermetismo de las autoridades rebota toda consulta o propuesta de usuarios y cultivadores. Las organizaciones de la sociedad civil sólo fueron recibidas por la Auditoría General de la Nación y un grupo de diputados nacionales solicitó al Ministerio de Salud que informe los motivos de las demoras. Médicos, científicos y ONG reflexionan sobre la actualidad y el futuro del Programa.

Lunes 24 de junio 09:13

Foto Unplash - CBD Infos

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“Estoy esperando la renovación de mi permiso. Tengo indicación médica, mis papeles en regla y la autorización, pero venció. Hace unos meses que tuve que suspender el tratamiento que elegí; me arrastran a la ilegalidad y la clandestinidad”, cuenta Claudia, de 46 años, quien aprobación mediante del Reprocann (Registro del Programa de Cannabis), comenzó a acceder legalmente al uso de marihuana con fines medicinales a través de una ONG debidamente registrada en dicha base de datos.

Es que el deficiente funcionamiento que en los últimos meses evidencia el Reprocann no sólo perjudica a quienes por primera vez han iniciado el trámite para paliar sus afecciones de salud con cannabis sino también a quienes cuya solicitud fue aprobada pero hoy se encuentra vencida. Si bien el Registro presenta carencias desde que vio la luz en 2021, desde el último cambio de autoridades la demora en el otorgamiento de permisos ha crecido exponencialmente. “Los tiempos de ellos no son los nuestros”, señala Claudia.

Gregorio Bigatti, director del Programa Interdisciplinario de Cannabis del Centro Científico Tecnológico Conicet-Cenpat (Centro Nacional Patagónico), en diálogo con La Izquierda Diario dijo al respecto que “el Reprocann nunca funcionó demasiado rápido, pero ahora todo va muy lento. Hay gente que lleva hasta siete meses esperando la aprobación o la renovación”.

Esta situación responde a que el Gobierno nacional, tal como lo ha expresado públicamente por medio del vocero Manuel Adorni, busca implementar cambios en el Programa. En ese sentido, el titular de la Secretaría de Calidad en Salud, Leonardo Busso, reconoció que el sistema de evaluaciones de solicitudes del Repcrocann se encuentra “colapsado” debido a la “alta demanda” y que “es urgente la aplicación de un sistema que permita una mayor fluidez en el funcionamiento del Programa”.

Se estima que en la actualidad ingresan entre 600 y mil solicitudes por día, de las cuales sólo son analizadas 40, y que hay alrededor de 90 mil pacientes que aguardan una respuesta. Es que, además de que el sistema se encuentra “colapsado”, sólo dos personas están abocadas a evaluar las solicitudes que, de acuerdo a la Ley 27.350 que regula el uso del cannabis con fines terapéuticos, deben ser estudiadas dentro de los 90 días posteriores a ser ingresadas.

Agilizar el sistema es necesario. Pero ¿a qué precio? En las próximas semanas el Ejecutivo publicaría en el Boletín Oficial las modificaciones en los requisitos para inscribirse en el Registro. Mientras tanto, las autoridades del Ministerio de Salud juegan al teléfono descompuesto con las asociaciones civiles y entidades que forman parte del Consejo Consultivo Honorario (CCH) del Reprocann, ya que la casi nula comunicación entre ambas partes genera más rumores que certezas.

Luego de la reunión “informal” que mantuvieron en abril las ONG del CCH con representantes de la cartera de Salud y de las declaraciones de Adorni sobre “irregularidades” en la autorización de solicitudes, el Ejecutivo se muestra decidido a ser más riguroso a la hora de analizar las solicitudes de inscripción al Reprocann. Según contaron desde el CCH a este medio, la lupa está puesta sobre dos ejes: las patologías y las propias organizaciones no gubernamentales. Pero confían en que las nuevas normativas no incluyan cambios tan drásticos como se pensaba. De hecho, por ahora no se habrían modificado los requisitos de aprobación, aunque el proceso continúa siendo demasiado lento.

Mabel Canosa, madre de un niño usuario de cannabis medicinal y presidenta de Plantar y Crecer Libre, una de las ONG que conforman el CCH, dice a este medio que “la cantidad de usuarios de cannabis para fines medicinales se acrecentó un montón y hay una ley que permite elegir el cannabis como tratamiento. El paciente debe poder contar con esa posibilidad para mejorar su calidad de vida, una terapia que en muchas personas produce mejoras en muy poco tiempo”.

Al respecto Bigatti subraya: “La reactivación del Reprocann es prioritaria; se trata de un tema de salud”.

“El Reprocann no se toca”

Tras informar los cambios que estudiaba aplicar en el funcionamiento del Reprocann, desde el Ministerio de Salud aseguraron que las ONG del CCH no habían presentado objeciones a su propuesta. Sin embargo ello fue desmentido por dichas asociaciones a través de un comunicado de prensa.

El texto detalla que, luego de que el Ministerio de Salud les enviara “un borrador de modificación de la resolución 4207/2023” vía e-mail, en el cual se solicitaba que en caso de creerlo conveniente realizaran “sugerencias”, desde el CCH remitieron “al mismo correo las sugerencias al Ministerio, luego de habernos reunido durante una semana con diferentes áreas idóneas en el tema -legal, médica, organizaciones- y considerado todos los aportes que nos hicieron llegar”.

El borrador del Ministerio de Salud proponía “restringir a nueve las patologías avaladas para acceder al Reprocann”, a lo que el CCH respondió: “La limitación de patologías que proponen desde el Ministerio representa una indudable regresión de derechos adquiridos por parte de lxs usurarixs terapéuticos de cannabis por medio de la Ley 27.350. Esta restricción sería una muy grave infracción a la Constitución Nacional”.

Además, entre otras sugerencias, las ONG del CCH hicieron hincapié en la importancia de implementar la “renovación automática” de la autorización para el uso o cultivo de cannabis con fines medicinales, “para evitar períodos de desamparo legal” y la interrupción del tratamiento.
El director del Programa Interdisciplinario de Cannabis del CCT Conicet-Cenpat coincide: “Las renovaciones deberían ser automáticas porque son personas a quienes un médico les indicó cannabis para su patología y ya lo están usando”.

Sobre ello, Canosa detalla: “Cuando a los pacientes se les vence la autorización, hasta que consigan la renovación deben suspender el tratamiento. En nuestro caso como ONG, al paciente que tenga su Reprocann vencido tenemos que dejarlo sin medicación. Es decir, no se le puede entregar aceite ni materia vegetal a una persona que realmente está enferma”. Y agrega: “Esto pasa también con pacientes terminales, que tal vez llevan seis meses esperando la renovación”.

Bigatti suma: “A quien se le venció la autorización no puede tener en su casa ni transportar aceite o materia vegetal, la gente si tiene que viajar no puede llevar su medicación. Y esto ocurre porque la Ley 23.737 (Ley de drogas) pena la tenencia de cannabis y está por encima de la Ley 27.350”.

Recientemente Leonardo Busso aseguró que la Secretaría de Calidad en Salud considera la posibilidad de dar marcha atrás en cuanto a la limitación de patologías pero no hay novedades sobre una nueva reunión, esta vez de carácter “formal”, de todos los miembros del CCH.

Mientras que el funcionario manifestó haber convocado a un encuentro a organizaciones sin fines de lucro que cultivan cannabis para terceros, amparados por la ley que regula el uso de la planta para fines medicinales, desde el CCH informan que hace varias semanas han hecho un pedido formal de audiencia con Busso pero que no han recibido respuesta ni una devolución sobre las sugerencias enviadas en alusión a los cambios que el Ministerio de Salud propuso hacer en el Reprocann.

“Ellos enviaron un borrador y nosotros tratamos de corregir lo más que pudimos, pero todavía no tuvimos respuesta. Dijeron que a la brevedad nos van a citar”, retruca Canosa.

Lo pedís, lo tenés

En paralelo a las ONG, la comunidad médica también cuestionó la posible modificación al Reprocann propuesta por el Ministerio de Salud en cuanto a patologías aceptadas por el programa.

En ese sentido, un colectivo de alrededor de sesenta profesionales de la salud de distintas disciplinas formados en terapéutica cannábica puso a disposición de la comunidad un Repositorio de Evidencia Científica sobre Sistema Endocannabinoide y Cannabis Medicinal para generar un aporte que enriquezca el entendimiento del alcance de la terapéutica que utiliza derivados de la planta de marihuana, sustentado con evidencia de calidad y producción científica a nivel mundial sobre la temática.

El grupo de médicos sostiene que “la restricción propuesta a los profesionales de la salud para indicar el uso medicinal del cannabis a un listado de patologías definidas por una resolución ministerial, no contempla el universo real de personas que lo emplean o que pueden llegar a necesitarlo, así como las condiciones de salud que se abordan desde el sector asistencial”.

En diálogo con La Izquierda Diario, la odontóloga Mariana Ríos, fundadora y presidenta de la asociación civil Familias Cultivando y secretaria de la ONG de especialistas en cannabis medicinal Educannar, detalló que “la idea de hacer este trabajo surgió tras las declaraciones del vocero presidencial, quien dijo que había un montón de patologías que no tenían evidencia científica. Y del cuestionamiento de que muchos inscritos en el Reprocann tienen los mismos diagnósticos, como por ejemplo ansiedad, trastornos del sueño y bruxismo. Y la realidad es que sí, el 90 % de la población tiene bruxismo, ya que además es un síntoma común de un montón de enfermedades”.

Ríos agregó que recopilaron “evidencia científica en base a estudios” y que ésta “se ordenó y clasificó por especialidad. La evidencia científica está y ya la habíamos presentado en 2017 mientras se debatía la ley que todos los diputados y senadores aprobaron, es decir, aprobaron toda esta evidencia científica”.

El repositorio bibliográfico contiene investigaciones científicas realizadas en diversos países del mundo que avalan la eficacia del uso del cannabis para paliar los síntomas de decenas de afecciones correspondientes a unas veinte especialidades médicas, como oncología, tratamiento del dolor, psiquiatría, odontología, neurología y pediatría. Todo el material está disponible en Internet y quienes quieran pueden acceder a él de forma libre gratuita a través de éste código QR.

Por último, los autores del Repositorio se ofrecieron para brindar información sobre el funcionamiento de los dispositivos de atención médica que trabajan con cannabis con fines medicinales y sobre los procesos pedagógicos institucionales que se llevaron a cabo en todo el país destinados a capacitar profesionales de salud, y para exponer las experiencias clínicas relacionadas a los pacientes, con el propósito de dimensionar el impacto real que tiene el uso de cannabis terapéutico en Argentina.

Por su parte, Ríos confía en que la nueva resolución del Ministerio de Salud de la Nación sea “favorable” para “que la gente vuelva a confiar en el Reprocann” ya que se trata de “una herramienta terapéutica súper necesaria para el profesional y para el paciente y es necesario para que el paciente sepa que tiene respaldo legal”.

La otra arista del Programa que se encuentra bajo análisis es la situación de las ONG, tanto las inscriptas como las que quieran hacerlo. Es decir, requisitos para formar parte y cantidad de pacientes que pueden vincular a la misma, entre otros ejes.

En principio, se les exigiría a las ONG la habilitación municipal. Sobre ello, Mabel Canosa explica que “es algo que mencionaron pero aún no se sabe bien a qué se refieren. No creo que sea por una cuestión de que cultivemos cannabis sino porque cualquier ONG debe contar con habilitación del Municipio, que básicamente se hace acercándose a la Municipalidad y detallando a qué se dedica”.

Actualmente las ONG pueden cultivar hasta para 150 personas con la posibilidad de abrir el registro a 150 más, pero se está evaluando fijar el límite en 150 usuarios, por supuesto previamente registrados en el Reprocann. A su vez, se analiza que los cultivadores solidarios sólo puedan hacerlo para diez personas.

En un escenario en que la comunicación entre el Ejecutivo y los inscriptos en el Reprocann es prácticamente inexistente, Canosa subraya: “En algunos casos las autoridades del Reprocann reciben a algún usuario, y así nos vamos pasando la información. En Plantar y Crecer Libre, como en otras asociaciones civiles sin fines de lucro, trabajamos no para la comunidad sino con la comunidad”.

Un reclamo de toda la sociedad

Mientras la sociedad civil plantea sus reclamos, ingresó a la Cámara de Diputados un proyecto de Resolución que pide al gobierno nacional que, a través del Ministerio de Salud, informe los motivos de las demoras del Reprocann en el otorgamiento de autorizaciones y renovaciones a quienes un profesional médico les ha indicado el uso del cannabis.

El documento, impulsado por la diputada nacional Carolina Gaillard y que lleva la firma de once diputados nacionales -entre ellas las de Myriam Bregman, Nicolás del Caño y Christian Castillo- expresa preocupación sobre la implementación del Registro del Programa de Cannabis y exige que se detalle el funcionamiento del mismo durante los últimos seis meses, principalmente los siguientes puntos:

  •  Tiempo de demora que actualmente presenta el Programa y detalle de la cantidad de personas autorizadas y de personas que esperan autorización.
  •  Acciones tomadas para agilizar y facilitar el acceso al cannabis medicinal a los usuarios a través de las diferentes formas reglamentadas, e informe sobre cómo se promueve la participación de organizaciones civiles en el proceso.
  •  Aclarar si se evalúa limitar patologías o dar prioridad a algunas de ellas.
  •  Listado de organizaciones de la sociedad civil que actualmente pueden cultivar cannabis para pacientes inscriptos en el Reprocann.
  •  Listado de instituciones, organismos privados y asociaciones que han suscrito convenios con el Ministerio de Salud para la investigación y el desarrollo de cannabis medicinal. Descripción de los proyectos que se están llevando a cabo en este marco.

    De este modo, los usuarios de cannabis medicinal lograron que nuevamente su voz hiciera eco en el Congreso.

    En esa línea, la semana pasada la Auditoría General de la Nación (AGN) convocó a diversas organizaciones de la sociedad civil para llevar adelante un taller de Planificación participativa sobre el proyecto de auditoría del Programa Nacional para el estudio y la investigación del uso medicinal de la planta de cannabis, sus derivados y tratamientos no convencionales.

    Durante la jornada, el equipo técnico de la AGN se aclaró que el objeto de estudio de la auditoría no serán los pacientes inscriptos en el Reprocann sino el Programa en general, es decir, se evaluará si el Ministerio de Salud Nación está cumpliendo lo que dice la Ley 27.350 en cuanto a investigación, capacitación a profesionales de la salud y abastecimiento y producción de los laboratorios públicos y de fitofármacos a base de cannabis. Pero también que el análisis comprende el período entre febrero de 2023 y diciembre del mismo año.

    En ese sentido, Mariana Ríos, presente en el taller como secretaria de Educannar, destacó que “la mayoría de lo que hablamos fue de este año, de todo lo que está pasando desde que asumió el nuevo gobierno y desde que asumieron las nuevas autoridades del Reprocann”, aunque subrayó que al deficiente funcionar del Reprocann en la actualidad se deben sumar cosas que ya venían mal desde antes como la falta de diálogo y financiamiento y subsidios para la investigación científica del cannabis.

    “Nos dijeron que si bien el período de fiscalización es del otro gobierno, se elevaría un informe teniendo en cuenta también los temas referidos al actual gobierno porque todo lo que nosotros les dijéramos les sería de utilidad, argumentando que desde que vienen estudiando cómo salió la ley y cómo funciona el Reprocann, han visto que las ONG siempre fuimos actores importantes”, completó.

    Durante su participación en el taller organizado por la AGN, entre otras cosas, Ríos puso sobre la mesa una de las problemáticas más fuertes que tienen las ONG: la falta de autorización para transportar cannabis para uso medicinal. “No hay nada hablado sobre el transporte de las ONG, que podemos cultivar hasta para 150 personas y, por ejemplo, en Familias Cultivando, nosotros tenemos un cultivo en Córdoba y trasladarlo es súperarriesgado; a ver, podemos ir presos”, expuso a este medio la odontóloga.

    El taller contó con la exposición de militantes, cultivadores, médicos y abogados de diversas ONG que a los mencionados anteriormente en este artículo, sumaron reclamos como:

  •  El Reprocann debe expedir un certificado a las ONGs y a los cultivadores solidarios.
  •  La necesidad imperiosa de que se autoricen para la investigación y producción los preparados de espectro completo ya que esto bajaría los costos.
  •  La mayoría de los trámites demorados corresponden a personas con diagnósticos de patologías vinculadas a la salud mental.
  •  Hay obras sociales que no cubren los tratamientos alegando que no hay evidencia científica.
  •  Es fundamental incrementar y mejorar la capacitación de los profesionales de la salud en materia de cannabis con fines medicinales.
  •  Hay muchas personas en situación de vulnerabilidad por la falta de información.
  •  Existen denuncias de personas que habrían sido desvinculadas de su trabajo por usar cannabis.
  •  La importancia de implementar políticas públicas de reducción de daños.

    Tanto las ONG como los cultivadores solidarios, los autocultivadores, los familiares que cultivan para sus hijos o nietos y los usuarios de cannabis para uso médico en general, llevan adelante una incansable lucha colectiva y social por las libertades individuales y el derecho al acceso a la salud que ya han conquistado. A pesar de las serias limitaciones al acceso a la salud impuestas por un gobierno que, de modo disonante, flamea la bandera de la “libertad”, difícilmente se pierdan los derechos adquiridos a través de la Ley 27.350. Pero así como el desprecio por la salud pública va más allá del cannabis, el derecho a la tenencia y cultivo de la planta para consumo personal excede el carácter medicinal.

    “El cannabis no tiene dosis letal y está prohibido, mientras se comercializan fármacos que sí pueden ser mortales. La prohibición es irrisoria, ilógica”, sostiene Gregorio Bigatti.

    Es por ello que en la reunión con la AGN, muchas voces coincidieron en la importancia de regular el cannabis para todos sus usos, para acabar con la estigmatización y la criminalización de los consumidores. Es decir, en la necesidad de modificar o derogar la actual Ley de Drogas 23.737.

    El proyecto de Resolución de Diputados

    Proyecto de Resolución sobr... by daniel.satur18