Lucas Sáez de 23 años fue salvajemente golpeado por los patovicas del boliche D-ONE y terminó internado en grave estado de salud. Reproducimos declaraciones de sus familiares.
Martes 26 de julio de 2016 21:30
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Lucas Sáez fue a bailar el fin de semana con sus amigos al boliche ubicado sobre la ruta 36 en el partido de Florencio Varela. Su amigo Walter contó que los patovicas sacaron a Lucas por una puerta trasera y lo golpearon hasta dejarlo sin conocimiento: "Lucas jamás salió del boliche, a mí me sacaron, nos separaron los patovicas dentro del boliche, primero eran tres patovicas, después tiraron luces con los laser y aparecieron un montón, nos separaron, nos golpearon, a mí me sacaron por adelante, a Lucas no lo dejaron salir".
Débora, hermana de Lucas, dijo que "los patovicas se lo llevaron para atrás, donde no hay cámaras, ahí lo golpearon mucho, lo dejaron tirado inconsciente". "Está en terapia intensiva, con respirador, está mal, tiene 23 años. Es tremendo lo que hicieron con mi hermano. Mi hermano nunca salió del boliche, los amigos lo esperaban y el jamás salió", agregó.
El relato de sus familiares y amigos es estremecedor. Así es como los patovicas de los boliches tratan a la juventud. A estas agresiones que sufren miles de jóvenes que buscan divertirse se suma la discriminación a la que muchas veces son sometidos en los boliches y bares por la forma de vestir o simplemente por "portación de rostro". Esta violencia parapolicial de los patovicas y agentes de seguridad, que cuidan el negocio de la noche de empresarios inescrupulosos que lucran con la diversión de la juventud, es otra cara más de la violencia que cotidianamente descarga la Policía sobre los jóvenes cuando salen a divertirse.