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Red Internacional
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Elecciones 2023. Santa Fe: la lista de Bregman-Del Caño-Crivaro ganó la interna, y el FIT superó el piso, en el marco del batacazo de Milei

Milei dio el batacazo en Santa Fe: en el ocaso de un gobierno peronista en crisis aguda, el candidato de La Libertad Avanza ganó en toda la provincia con el 35% de los votos, ganando a la suma de las dos listas del macrismo y de Unión por la Patria, respectivamente. El Frente de Izquierda superó el piso del 1,5% obteniendo una elección superior al 2021 en el tramo de diputados nacionales (1,81%). La lista encabezada por la fórmula presidencial de Myriam Bregman y Nicolás del Caño, y por el referente local Octavio Crivaro se impuso por 67,5% a 32,5% de la lista de Solano, Ripoll, Carla Deiana y Jimena Sosa.

Miércoles 16 de agosto de 2023 10:07

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La gran sorpresa de la elección en Santa Fe fue, sin lugar a dudas y como sucedió nacionalmente, la alta elección de la lista del economista libertario Javier Milei, que arrasó con alrededor del 35% de los votos. Si ya la elección provincial, con el triunfo categórico del Frente Unidos para cambiar Santa Fe, con Maximiliano Pullaro al frente, fue el protagonista de la elección, ahora directamente pasó al frente la derecha en versión más endurecida, con la lista de Milei, que fue la herramienta que 600 mil votantes tuvieron a mano para expresar la impugnación a toda una lista de políticos a los que identifican con el empeoramiento de las condiciones de vida al menos desde hace 10 años.

Tal es así que Milei arrasa con más de un tercio de los votos cuando en las recientes elecciones provinciales no había siquiera presentado lista, haciendo un guiño a la “casta” de Carolina Losada y un sector del radicalismo. Ahora empujó a su lista de diputados a imponerse con claridad, aún llevando como primera candidata a una desconocida economista Romina Diez.

Milei, una figura que es representante del Capital más concentrado, enemigo de los derechos de las mujeres y de las conquistas de la clase trabajadora, ganó de punta a punta en Santa Fe, en 18 departamentos. Si las elecciones provinciales mostraron el descontento generalizado con el gobierno provincial y con el nacional, y la ilusión de que el macrismo podría ser depositario de un voto de confianza, rápidamente esta elección muestra que la decepción, la desconfianza y la bronca también abraza a Juntos por el Cambio, cuyos 4 años de gobierno aún están frescos en el pueblo trabajador.

Una elección corrida a la derecha ¿De dónde salió ese giro?

La elección de Milei y lo que expresa por abajo, no cae del cielo: la desmovilización que protagonizaron las organizaciones sociales y sindicales todo este tiempo frente al ajuste del Frente de Todos, fue clave para que la bronca y la desmoralización crezcan y eso fue un caldo de cultivo para que una figura providencial como Milei crezca. Ese es un primer gran elemento: que frente a una crisis económica enorme, no hubo canales de movilización y expresión popular, por obra y gracia del peronismo en general y del kirchnerismo en particular. El otro, fue el fracaso de los gobiernos a nivel provincial y nacional durante los últimos años.

La elección a escala nacional, pero particularmente en Santa Fe, expresan un cambio hacia la derecha del arco político, en una provincia que durante 12 años fue gobernada, supuestamente, por el progresismo del Partido Socialista, antes de los ya casi 4 años de Omar Perotti. Lo cierto es que durante 4 años el “progresismo presunto” gobernó para las cerealeras, protegió las ganancias de la Sociedad Rural, atacó a las docentes y acogotó con impuestos al pueblo trabajador, mientras las grandes empresas no pagan casi nada. El gobierno de Perotti continuó y profundizó esa senda, llegando a reprimir a familias que pelean por vivienda y a trabajadores portuarios que enfrentaron en una valerosa lucha los despidos de la empresa Vicentin.

La degradación de las condiciones de vida de las mayorías populares, originadas por estas políticas conscientes de gobiernos provinciales y nacionales que fueron los centinelas protectores de la desigualdad, explican en parte este giro a la derecha en el voto y en el arco político. Al margen de un sector de votantes que conscientemente creen en las políticas de ajuste, de mano dura y de ataques a las conquistas de los sectores populares que propone Milei, otro sector no menor ha utilizado el voto a Milei como una expresión de bronca frente a una clase política a la que identifican como la causante de la crisis y a un Estado cuyo rol el kirchnerismo y el peronismo en general reivindican como gran salvador al que todos deben agradecer, sin reparar en el “sutil hecho” de que ese Estado no representa más que una carga para millones que ven su situación empeorar sin auxilio alguno. Hay allí una pelea a profundizar para develar que Milei no se opone a la casta política sino que vela por los intereses de la casta empresarial y bancaria más concentrada, que quiere exprimir hasta la última gota a los trabajadores, y particularmente a la juventud.

Dentro de una elección de estas características, hubo contratendencias, elementos que apuntan en sentido contrario.

En primer lugar, claro está, la propia elección del Frente de Izquierda Unidad, que superó el piso del 1,5% y será una de las 5 listas que estén en el cuarto oscuro en octubre, siendo Santa Fe una provincia que presenta hace años dificultades al Frente de Izquierda. En una elección ejecutiva, en las que la izquierda suele tener un resultado más módico, el FITU logró un resultado apenas por encima de la última elección legislativa, la de 2021, que encabezó Carla Deiana. En las PASO legislativas de 2021, donde a nivel nacional fue la elección más importante del Frente de Izquierda desde su origen, el FIT sacó 1,76. En las difíciles PASO ejecutivas de 2023, 1,81%, ganando la lista de Octavio Crivaro a la de Carla Deiana.

Segundo, algo que es importante destacar y que distintos análisis sobre la elección de la izquierda prefieren ignorar. Nos referimos a la política que se dio el peronismo y Cristina Kirchner en particular de permitirle a Grabois lo que le negaron a Scioli, es decir competir en las PASO con otra fórmula presidencial, con el objetivo preciso de que la izquierda, el Frente de Izquierda, no canalice la bronca con el gobierno, el ajuste, la entrega al FMI y un largo etcétera. Y si bien, la maniobra les funcionó, y esto le permitirá a Massa partir de un piso más alto para pelear la posibilidad de entrada al balotaje, lo cierto es que mayoritariamente los y las votantes de Grabois rechazan el curso de ataques a los trabajadores que encabeza el gobierno de Massa, Alberto y Cristina, es decir que existe ahí un sector de casi 5% de trabajadores, docentes y jóvenes a los que interpelar no sólo para votar a la única lista que enfrenta al ajuste, la de Bregman y Del Caño, sino también para exigir que las organizaciones sociales y sindicales que salgan a la lucha frente al agravamiento diario de la crisis económica. Lo mismo, siendo generosos, podría decirse del 3% que votó al candidato Esteban Paulón del Socialismo, muchos de cuyos votantes evitaron meter en el sobre la boleta de Juan Schiaretti.

La elección del Frente de Izquierda Unidad

Con el contorno de una elección con protagonismo excluyente de la derecha de Milei, que le ganó en votos absolutos a las dos listas del macrismo y del peronismo respectivamente, el Frente de Izquierda logró el primer objetivo en esta campaña, que fue superar el piso del 1,5% para pasar a las elecciones generales, en una elección con un cuarto oscuro con decenas de boletas lo que, sabemos, favorece siempre a los grandes partidos.

La interna la ganó la lista Unir y Fortalecer la Izquierda conformada por el PTS e IS, y encabezada por Myriam Bregman y Nicolás del Caño como fórmula presidencial, Octavio Crivaro y Daniela Vergara en diputados, y Adolfo Columbich e Irene Gamboa en diputados regionales para el Parlasur. La diferencia fue de 67,5% a 32,5% en diputados, por lo que la lista la seguirá encabezando Crivaro y Vergara. En la categoría presidente la relación fue 70% a 30%.

La lista Unir y Fortalecer la Izquierda ganó en los 19 departamentos de la provincia con claridad en todos ellos. También fue parejo el desempeño en las grandes ciudades. Si tomamos la capital provincial, la lista de Bregman, Del Caño y Crivaro se impuso en 21 de los 24 circuitos electorales, empatando en otro.
Si tomamos Rosario, el Frente de Izquierda sacó 2,85% en la lista de diputados, repitiendo la diferencia de 68% a 32% entre las dos listas. La lista Unir y Fortalecer ganó en casi todos los circuitos y barrios populares. En el barrio La Sexta en el sur, en Barrio Belgrano al oeste, en Empalme, Fisherton, 7 de septiembre en el noroeste. En el Norte la lista de Bregman y Crivaro se impuso en barrio Cerámica, en Casiano Casas y más. La lista encabezada por el PO se impuso en Nuevo Alberdi, zona del trabajo central del Polo Obrero, donde Milei sacó 45% de los votos.

En el suroeste la lista Unir y Fortalecer se impuso en Barrio Triángulo, San Francisquito, Bella Vista, Quinta Luciani. En todos los barrios donde la lista se impuso, existió un trabajo previo militante muy grande.

La campaña del PTS: un gran despliegue en barrios populares, fábricas y concentraciones juveniles

Durante la campaña nacional continuamos como partido el despliegue que tuvimos ya en las PASO provinciales, llevando las propuestas de la izquierda a lo largo y a lo ancho de nuestra provincia. Y no nos referimos a los reiterados viajes de los candidatos provinciales junto con los candidatos de la fórmula presidencial al norte provincial, a Rafaela, Venado Tuerto, Villa Constitución, Cañada de Gómez, Santa Fe, el cordón industrial de San Lorenzo, etc. Sino sobre todo a la enorme campaña militante votada en asambleas abiertas del PTS en todas las regiones.

En Rosario recorrimos decenas de estructuras obreras, cómo el puerto de Rosario dónde los trabajadores se enfrentaron a los despidos de Vicentin, metalúrgicas como Bambi y Electrolux, Fric Rot, fábricas como La Virginia o Molinos, Call Centers como Konecta; todos los hospitales regionales y centros de Salud como el Juana Azurduy, en la Vecinal Victor Cue, en Casiano Casas, Juan B Justo, La Esperanza y el centro de salud del barrio EMAUS, dónde las vecinas se organizan y reclaman que no vacíen de profesionales la salud pública. También llegamos a más de 50 escuelas junto con compañeras y compañeros docentes que defienden la educación pública. En la juventud llegamos a todas las facultades de la UNR además de los institutos Olga Cossettini y Bernardo Houssay, entre otras. Y recorrimos cada uno de los barrios de la ciudad y ferias emblemáticas cómo la de Barrio Ludueña, la del tanque en barrio Qom, la de Quinta Luciani, las 4 plazas, Empalme Graneros, la feria de Plaza Menzi en Barrio de la carne, entre otras.

En la populosa Villa Gobernador Galvez llevamos nuestras propuestas al Swift, Cargill y el Hospital Gamen donde la comunidad pelea contra su cierre, además de recorrer sus castigados barrios junto a Javier Monzón.
En el obrero cordón industrial de San Lorenzo llegamos con presencia a fábricas importantes como las aceiteras Vicentin, Renova y Molinos, la química Synthon y la papelera Celulosa, con nuestros referentes locales como Flor Suárez, candidata en Fray Luis Beltrán. También fuimos numerosas veces a hospitales como el Eva Perón donde se atiende gran parte de los trabajadores del cordón y escuelas como la 330 en conflicto por condiciones edilicias.

La importante elección de la izquierda en Villa Constitución tuvo su correlato en la recorrida de la siderúrgica Acindar, en Tenaris de Grupo Techint, en el Instituto Superior N° 3 y en los barrios Domingo Troilo (Fonavi) y Luzuriaga, que cuentan con una sólida tradición obrera en escenarios de luchas contra el cierre de Paraná Metal. El candidato a intendente Fabricio Rodríguez, la candidata a concejala Sofía Zapata y el candidato a diputado Luciano Molina, delegado de Acindar, encabezaron esta campaña militante.

En la capital santafesina, la izquierda se hizo presente en el terciario Almirante Brown, en ferias como la del hospital Iturraspe y Estación Mitre, con Sele Grimalt como referente local. En Rafaela recorrimos las fábricas de Saputo, Malhe Basso, Ilolay y el Frigorífico Rafaela y el instituto Joaquín V. Gonzalez, además de caminar por los barrios populares.

Toda esta campaña la pudimos realizar gracias a la participación y el apoyo de más de 500 colaboradores que acompañaron a la militancia del PTS, entre ellos las y los compañeros de las Asambleas Permanentes por Tierra, Trabajo y Vivienda que sostienen sus espacios de organización, los comedores y recorrieron sus barrios llevando las propuestas del FITU como la jornada laboral de 6 horas sin reducción salarial, para unir ocupados y desocupados. Centenares de colaboradores y asambleístas difundieron nuestras propuestas, en volanteadas, enviando en redes sociales, cuidando los votos o en la ardua tarea del armado de listas provinciales. Gracias a ellos y ellas fue posible llegar a cada uno de estos lugares y estructuras de la provincia en una campaña militante a pulmón y frente a aparatos enormes de los partidos tradicionales.

Toda la campaña, desde el primer volante hasta el último spot electoral, fue focalizada en difundir las ideas de la izquierda y denunciar a los candidatos del ajuste y el FMI. En todos estos meses no se escapó de boca de ninguno de nuestros candidatos y referentes una sola declaración agraviante sobre la otra lista ni menos sus candidatos y candidatas. Esto nos distingue de la campaña sorprendentemente facciosa que hicieron los dirigentes y candidatos de la lista de Solano, Ripoll, Deiana y Jimena Sosa, que atacaron a otra lista de izquierda con un entusiasmo similar a las listas del oficialismo y la derecha. Fue una campaña sistemática contra la izquierda. De más está decir que esa campaña fue absolutamente funcional a las listas de la derecha y los ajustadores.

Entre la campaña militante a la organización de la pelea contra el ajuste

Estos meses de campaña no fueron en el aire, sino que lo hicimos en simultáneo a una participación activa en todas las peleas contra el ajuste, contra la impunidad policial, contra las balaceras y por tantas causas justas.

Para dimensionar: acompañamos a los familiares de Franco Casco y Carlitos Orellano en las sentencias por sus asesinatos, en las movilizaciones del 8 de marzo y el Ni Una Menos el 3 de junio, movilizaciones en apoyo a la lucha de Jujuy, en solidaridad con las escuelas Gurruchaga, 330 y la Vigil. Acompañamos las movilizaciones docentes contra las balaceras, el paro regional contra la violencia narco y las acciones de familiares de Maxi en Barrio Los Pumitas, asesinado por bandas narco. Apoyamos a las vecinas del barrio EMAUS en el CEMAR, a las trabajadoras del Gamen de Villa Gobernador Gálvez, a las movilizaciones contra la instalación del Mc Donald’s en el Parque Independencia, entre muchas otras. Fuimos parte del pedido de Justicia por Jimi Altamirano.

Tuvimos una participación activa en la pelea de los tercerizados en Acindar, además de acompañar en Villa Constitución y San Nicolás la pelea contra los asesinatos policiales de Juan Manuel Gómez y de Ulises y Ezequiel. Estuvimos en la pelea por las condiciones edilicias del Instituto Brown en Santa Fe, además de acompañar a los familiares de Agustín Escobar en La Capital provincial.

Como se ve, se trató de una campaña en caliente, palmo a palmo con las peleas de los trabajadores, el movimiento de mujeres y la juventud.

Al calor de una crisis que se agrava minuto a minuto, con una inflación galopante y sueldos que no alcanzan, haber superado el piso de las PASO y contar con una lista encabezada por Myriam Bregman, Nicolás del Caño y Octavio Crivaro en Santa Fe, una de las cinco listas vigentes, es un gran punto de apoyo para fortalecer la izquierda para pelear en cada sindicato, centro de estudiantes y barrio popular, por una salida de los trabajadores y las trabajadoras, imponiendo a los sindicatos un plan de lucha con un paro regional y nacional.
Consolidar agrupamientos en cada uno de los sectores donde militamos, así como fortalecer con todo nuestras agrupaciones de mujeres y juveniles, es una gran tarea del momento para enfrentar el ajuste y la derecha, siempre dejando en claro que la unidad debe darse en las calles, lejos de todo malmenorismo que buscará instalar que frente al avance de la derecha hay que apoyar a aquellos que la fortalecen ajustando y empobreciéndonos: el peronismo y el macrismo. A la derecha y al ajuste se la derrota de la misma manera: con la fuerza social de trabajadores, mujeres y jóvenes movilizados. Ningún candidato es más fuerte que esa poderosa alianza social.

Las listas del Frente de Izquierda Unidad deberán jugar un rol activo mucho más importante que una mera campaña electoral: en la construcción de una fuerza social para derrotar a la “multipartidaria de los ajustadores”. En este momento de deliberación, nos proponemos multiplicar las asambleas y reuniones abiertas del Frente de Izquierda-PTS para reflexionar juntos y organizar la pelea que se viene.