Myriam Bregman sintetizó en su intervención que de pasó este jueves en la legislatura “un típico problema de fraude laboral, contra los repartidores de apps, lo hicieron pasar por un problema de tránsito. Esta ley también es un fraude”. A favor votó Junto por el Cambio y la UCR-Evolución de Lousteau, mientras el peronismo se abstuvo y el Frente de Izquierda junto a AyL votaron en contra.
Jueves 16 de julio de 2020 22:49
Myriam Bregman #AbajoLaLeyDeLarreta "Un proyecto que institucionaliza el fraude laboral" - YouTube
Este jueves tras un intenso debate y movilización, en las puertas de una legislatura vallada, de repartidores de Rappi, Glovo, Pedidos Ya, entre otros, se sancionó una serie de modificaciones en el Código de Tránsito y Transporte y el Régimen de Faltas de la Ciudad. La intención fue regular las actividades de las aplicaciones de delivery, pero tratadas como un problema de tránsito y no laboral.
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Todos los bloques reconocieron esta contradicción, sin embargo, avanzaron con la votación con 39 votos positivos de Juntos por el Cambio y aliados,4 votos negativos del Frente de Izquierda y AyL y el peronismo aportó sus 17 votos como abstenciones a la ley general a cambio de modificaciones parciales.
Mientras en las puertas de la legislatura un patota del sindicato Asimm, que aglutina a trabajadores de mensajería, y a un pequeño sector de trabajadores de reparto, miembros del sindicato atacaron a los trabajadores de reparto, golpeandolos, robandole teléfonos, banderas entre otros ataques, dividiendo a los trabajadores, intentando debilitar la lucha que se viene llevando adelante. Sin embrago cientos de repartidores siguieron reclamando el rechazo total a la ley Larreta, como asi transformandolo en trend topic en las redes sociales.
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En este panorama, en el recinto Myriam Bregman definió con claridad que se estaba tratando en esos precisos momentos en la legislatura:
«Un típico problema de fraude laboral, contra los repartidores de apps, lo hicieron pasar por un problema de tránsito. Esta ley también es un fraude.»
También todos reconocen que, en medio de la pandemia, hubo un salto en la utilización de estas aplicaciones de delivery, aunque no todos lo vean desde los ojos de las y los repartidores, como si hiciera Myriam Bregman: “Desde el mes de marzo, un decreto tras otro establece que los repartidores son trabajadores esenciales en el marco de la cuarentena. Llevan desde comida a medicación a quienes deben cumplir con la cuarentena. Sin embargo, su precariedad es total, y esto no parece importarle mucho a quienes gobiernan, a quienes dirigen los ministerios de trabajo, no les importa que mueran atropellados, que pasen frío en la calle”.
El llamado “capitalismo de plataformas” o “Uberización de la economía” es un debate que recorre el mundo y se debate en todos los continentes y por eso Bregman fue contundente “es un proyecto que institucionaliza el fraude laboral. Y cuando existe fraude se lo combate y se pone al Ministerio de Trabajo para que intervenga, no se lo endulza para ver si se lo puede aggionar”, en franca alusión a la actitud de mejoramiento de la norma por parte del peronismo porteño.
Cuál es el fraude laboral, se preguntarán, además de jornadas laborales, que alcanzan las 12 horas, sin salario fijo ni básico ni mínimo, sin vacaciones, sin cargas sociales, los repartidores deben pagar un monotributo que encubre la relación de dependencia o trabajan en negro.
Mientras de esto se niegan a hablar o directamente a combatirlo, suena extraño que el vocero de la justificación de incorporar modificaciones a esta “ley de tránsito” sea el legislador del Frente de Todos y presidente de la Comisión de Legislación Laboral, Santiago Roberto, quien declaró “Lo que se está votando es un inicio. Si uno compara el proyecto original con lo que hoy vamos a votar ha habido avances, ha habido mejoras”.
Fue el mismo Juntos por el Cambio el que le contestó, “aceptamos modificaciones a la ley, pero pedimos a la oposición que no tenga doble discurso, si realmente ven un problema laboral que intervenga el ministerio de trabajo de nación que tiene competencia en los contratos de trabajo”.
Y es cierto, como dijo y explicó Bregman “El art. 23 de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) configura una presunción legal de la existencia de contrato de trabajo con la sola acreditación de que se presta un servicio para otro”. Ante esto agregó que “Hay también responsabilidad del Estado Nacional. De mínima del ministro de trabajo Moroni por no controlar ni requerir el cumplimiento de la LCT, dando vía libre a un fraude laboral escandaloso. Y también hay responsabilidad de Anses y AFIP, por inacción ante el fraude/evasión previsional y fiscal por parte de las empresas de plataforma. Incluso recordemos que hasta la AFIP de Macri le hizo una denuncia millonaria a Uber por evasión fiscal”.
Para que no queden dudas que esta ley la única intención que tiene es institunacionalizar el fraude laboral de estas multinacionales, y siendo pedagógica Bregman dio un ejemplo que nadie pudo contestar: “Si al lado de la bicicleta de Glovo, o de Rappi que reparte productos de distintos establecimientos, va otra/o joven repartiendo el mismo producto de un comercio de barrio, ¿uno está trabajando y el otro no? Si yo reparto comida para La Cantina de la Paternal, soy trabajador, tengo derechos, mi empleador debe pagar cargas sociales, y contratarme un seguro. Pero si lo hago para una plataforma, no soy trabajador y mi empleador no tiene ninguna carga social”.
El “capitalismo de plataforma” o “uberización de la economía” es presentado como el futuro post pandemia. Incluso en distintos países se discute la regularización laboral de los repartidores de las empresas de delivery por Apps.
Sin embargo, acá se deja avanzar con el fraude laboral e incluso se lo transforma en un código de tránsito, por eso Bregman apuntó:
«Lo que se está votando refuerza las cadenas de desigualdad, esta ley solo la puedo entender en el marco de la reforma laboral que los grandes empresarios están tratando de avanzar en derecho y que se aplica de hecho en medio de esta pandemia”. Esto ya lo tendría que haber discutido el Congreso.»
Esta es la realidad que se vive en cuarentena y que preanuncian la post pandemia como ajuste para los trabajadores, por eso la resolución de este debate mundial será resuelto en las calles, como dijo Bregman “Vamos a acompañar a todas las movilizaciones que se hacen en el país, las asambleas donde las y los trabajadores discuten como organizarse y enfrentar la precarización laboral. Exigimos salario, vacaciones, aguinaldo, obra social, licencias pagas, derecho a organizarse sin ser perseguidos”. Porque como dicen las y los repartidores de La Red de Trabajadores Precarizadxs, “las vidas de los trabajadores valen más que sus ganancias”.