Hace unas horas, parte del techo de la Escuela de Nivel Inicial N° 20, “El Principito”, se vino abajo en una de las salas. Como dijo una de las docentes del establecimiento, "de milagro y, por suerte, no hubo heridos".
Lunes 8 de agosto de 2022 17:23
Nuevamente, la educación pública en San Luis padece las consecuencias de la desinversión y precarización, ambas políticas perpetradas por el Gobierno de Alberto Rodríguez Saá y su Ministra de Educación, María Eugenia Cantaloube.
Hace dos años que, desde la Escuela de Nivel Inicial N° 20, “El Principito”, se vienen haciendo los reclamos al Ministerio de Educación para solucionar los problemas edilicios y de infraestructura que padecen cotidianamente. De hecho, una de las docentes que trabaja en esa escuela dijo públicamente que, "en las dos ocasiones que se desprendió parte del techo de la escuela, no hubieron accidentados porque Dios así lo quiso. ¿Hasta cuándo tenemos que esperar? ¿Tiene que salir alguien lastimado para que nos escuchen?".
En la misma sintonía, la Escuela Pública Autogestionada Nº 4, “Un Lugar en el Mundo", se encuentra sin calefacción, con salas divididas con cartones, humedad por todas las paredes y serios problemas de infraestructura. Su comunidad educativa también sigue haciendo constantes reclamos al Gobierno, sin recibir respuestas satisfactorias.
Todo ello evidencia que a las autoridades gubernamentales de San Luis poco les importan las Escuelas Públicas, las cuales, como la presente nota prueba, se caen a pedazos, no cuentan con calefacción y, algunas, ni siquiera tienen baños en buenas condiciones. Las políticas presupuestarias educativas del Gobierno van destinadas - mayoritariamente - a las "Escuelas Generativas", las cuales son un híbrido legal y jurídico que no garantizan un mínimo de derechos para sus comunidades educativas y docentes.
El Gobierno de Rodríguez Saá, mientras festeja haber obtenido el WSIS de Oro por las "Escuelas Generativas" en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (una oda a la desinversión de la educación), las y los docentes cobran salarios y jubilaciones por debajo de la línea de pobreza; las Escuelas Públicas se derrumban; y las y los estudiantes padecen los recortes curriculares que son implementados desde la cartera ministerial.