El 21 de octubre se llevó a cabo una reunión con la comunidad educativa de la Escuela Provincial de Educación Técnica nº 17 de la ciudad de Neuquén, donde se expresó el malestar y hartazgo a la imposición por parte de las autoridades del Ministerio y del Consejo Provincial de Educación con respecto a la utilización de aulas trailers en las escuelas, cuestión ya casi folclórica en la provincia de Neuquén.
Jueves 23 de octubre de 2014 15:15
Esta situación llegó a su punto máximo de tolerancia debido a que en la noche del miércoles 15 del corriente se incendió un aula trailer producto de un cortocircuito según el peritaje de los bomberos.
“El incendio se extendió rápidamente” dijo el sereno de la escuela. Es por esto que una madre manifestó: “podría haber sido un pequeño Crogmañon si hubiese ocurrido cuando nuestros hijos estaban en clases”.
Frente a esta problemática padres, docentes y estudiantes tomamos la iniciativa de diagramar una serie de medidas con tiempos estipulados para exigir que se retiren estas aulas precarias y se construyan las que faltan con materiales adecuados y técnicas que garanticen los requerimientos de seguridad e higiene que nos merecemos por derecho tanto en esta escuela como en todas las demás que se encuentren en similar o peor situación. En este sentido una madre afirmó: “los hechos demuestran que la seguridad y hasta la vida de nuestros hijos y profesores se ve vulnerada en estas condiciones”.
Lo curioso fue la maniobra al gran estilo “aquí no ha pasado nada”. Para que lo ocurrido no trascendiera las autoridades dispusieron inmediatamente de otro trailer. Esto produjo más indignación ya que es por todos sabido que cuando denunciamos que los techos se llueven, se caen, faltan vidrios, la calefacción no funciona se toman un tiempo infinito para darle solución.
Es un hecho gravísimo y como es habitual intentan minimizar la situación ya que las escuelas trailers significan un negocio millonario para los proveedores del poder.
Es imperativo mencionar que esto sucede en medio de un ilegitimo “Congreso Educativo” donde asistieron no más de 90 personas, en su mayoría funcionarios del gobierno del MPN y rehenes políticos del mismo, que intenta imponer una reforma educativa acorde a los intereses de las petroleras, del FMI y la banca internacional apropiándose del debate pedagógico y afianzando el desfinanciamiento de lo público con el desvío de fondos hacia las empresas que lucran con la educación.