A una semana de la firma de los acuerdos por los que el Gobierno se comprometía a congelar precios de alimentos, combustibles y a otorgar mayor presupuesto al área de educación, los sindicatos comenzaron nuevas protestas por su incumplimiento. Docentes y trabajadores de la constucción seguiran en la calle contra una inflación que deteriora los salarios y el ajuste exigido por el FMI.
Jueves 11 de agosto de 2022 12:14
Sindicatos y gremios de Panamá ya habían anunciado el lunes que comenzarían nuevas protestas callejeras ante el incumplimiento de los acuerdos alcanzados en una mesa de diálogo con el Gobierno instalada el pasado 21 de julio, en medio de la mayor crisis social vivida en el país en años.
"Frente al incumplimiento de lo que se ha logrado pactar (en la mesa de diálogo) y frente a la actitud de no querer resolver los otros problemas, regresamos a las calles" este miércoles, dijo el líder del poderoso sindicato de la construcción Suntracs, y miembro de una de las alianzas populares que promovieron las protestas nacionales de julio pasado, Saúl Méndez.
Varios comercios y estaciones de combustibles no están vendiendo los alimentos y el combustible con los costos rebajados que habían sido acordados en la "mesa única de diálogo".
Desde la mañana de este miércoles obreros del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción (Suntracs) cerraron de manera intermitente varias avenidas en la capital panameña y la periferia, aunque en menor magnitud que los bloqueos del mes pasado. En tanto, en las provincias del interior grupos de educadores realizaron protestas callejeras, sin cerrar las vías.
“Se supone que ya en el tema de la canasta básica de alimentos debería el pueblo sentir que allí hay un alivio, pero no ha ocurrido… el gobierno no ha garantizado el cumplimiento” de los acuerdos, aseguró Marco Andrade, dirigente de la Coordinadora Nacional de Unidad Sindical.
“La idea es que el gobierno dé respuestas concretas… el gobierno es el único responsable de ejecutar” los acuerdos, dijo por su parte Saúl Méndez, dirigente del Suntracs, durante un encuentro de dirigentes de la Alianza Pueblo Unido que aglutina a organizaciones sindicales, magisteriales y sociales.
Con la mesa de diálogo el Gobierno solo buscó ganar algo de tiempo sin tocar varios de los aspectos fundamentales del ajuste en curso y otorgando algunas de las reivindicaciones de los manifestantes, como el congelamiento parcial de algunos productos y el combustible, pero que como se ve ni siquiera se puede garantizar.
Como señalábamos en un artículo previo, a pesar de haber conseguido estas reivindicaciones parciales las direcciones de las protestas nunca pusieron sobre la mesa tres temas cruciales, como la cuestión central de los salarios, los acuerdos con el FMI que es lo que está en la base de todo el ajuste que viene aplicando y lo seguirá haciendo el gobierno de Laurentino Cortizo, y sobre los despidos en la administración pública, parte de ajuste fiscal. En este marco, las concesiones que se le arrancaron al gobierno al ser una economía dolarizada pueden ser efímeros debido a la inflación internacional, pues el “congelamiento” de precios es relativo y seguirá aumentando a medida que aumenten los precios internacionales.
El Gobierno logró conseguir una semana de tregua para sacar a los trabajadores de la calle tras más de un mes de huelga docente, paralizaciones y movilizaciones. En este extenso período de lucha, fueron las bases las que consiguieron mantener las acciones en las calles logrando incluso que las direcciones se unificaran. Para evitar un mayor deterioro de las condiciones de vida será necesario no solo redoblar las acciones sino incorporar el en pliego de reclamos el conjunto de las demandas centrales como el aumento general de salarios y la ruptura de los acuerdos con el FMI que están detrás del ajuste perpetuo.