El gobierno busca mantener a México como plataforma de exportación barata para las trasnacionales. En 4 grupos de prioridades, el gobierno ofrece el petróleo, promueve el fracking, la mano de obra barata, mejores condiciones para agrobussines y fomentar las inversiones extranjeras.
Jueves 3 de agosto de 2017
El secretario de economía dio marcha atrás. En su reunión con el Senado del 27 de julio afirmó que no publicaría los objetivos para México en la renegociación del TLCAN. Sin embargo, este 1 agosto el Senado hizo público un documento de 6 páginas titulado “Prioridades de México para la modernización del TLCAN”, donde expone 4 ejes temáticos con las prioridades para el gobierno de México.
El breve documento no parte de ninguna evaluación crítica sobre el estado de cosas de la economía mexicana y de las consecuencias sociales que ha acarreado a 23 años del TLC original. Tampoco identifica los ramos industriales ni los sectores que son necesarios promover o proteger. Simplemente ofrece los recursos naturales de México –y promueve técnicas tan nocivas como el fracking– y afirma que las reformas estructurales permiten a México modernizarse con nuevas reglas para la “economía del siglo XXI”.
Nada por defender, todo por entregar
El documento expone la intención del gobierno de México de adecuar la integración regional “sin poner en riesgo el libre comercio”. Para esto ofrece mejorar la competitividad de las plantas manufactureras y de la industria agroalimentaria, competitividad que siempre cae sobre una mayor explotación intensiva de los trabajadores.
Para “ampliar el éxito” del viejo tratado, ofrece modernizar el TLCAN basado en la modernización de las reglas. Para esto -se interpreta en el documento- las reformas estructurales de Peña Nieto favorecen la negociación. De tal forma, el documento ofrece entregar los hidrocarburos, mejorar el acceso al mercado de telecomunicaciones, permitir mayor inversión extranjera y continuar el modelo de producción de manufacturas orientadas a la exportación que tanto daño hizo a la industria de capital nacional, y no se diga a los trabajadores del campo y la ciudad.
La Secretaría de Economía organizó en cuatro grupos temáticas las ofertas que hará en la renegociación del TLCAN, buscando así que se puedan “extender los beneficios del libre comercio al interior de nuestra sociedad” (o sea que todos estos años algún sector sí se había beneficiado, pero no la sociedad ¡vaya, vaya!).
1.- “Fortalecer la competitividad de América del Norte”
En el primer grupo de prioridades, el secretario de economía busca continuar el actual modelo productivo en México, a la par que promueve aumentar la “competitividad de México como plataforma de producción y exportación” buscando esquemas que favorezcan la “competitividad regional” donde puedan aumentar la participación de las empresas nacionales.
En este punto también buscan favorecer el acceso de productos mexicanos “en particular de los productos agroalimentarios” y mejorar los procedimientos aduaneros y los mecanismos migratorios referentes a las personas vinculadas con negocios.
2.- “Avanzar hacia un comercio regional inclusivo y responsable”
El segundo grupo de prioridades para el grupo negociador consiste en buscar que las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMES) se incorporen competitivamente a las cadenas de valor del comercio internacional (parece que el documento hace oídos sordos a la intención de EEUU de aumentar las “normas de origen”).
El gobierno ofrece también que se cumplan con las disposiciones internacionales en materia laboral y algo en lo que el gobierno viene mal: actuar con medidas en contra de actos de corrupción.
El tema del medio ambiente se incorpora en este rubro, buscando que se implementen medidas que protejan la biodiversidad. Un tema muy discutido en los debates políticos y académicos por lo nocivo que resultó para México el TLCAN original. Además, sin decir cuáles y cómo, el gobierno busca incorporar perspectiva de género en las disposiciones del TLCAN.
3.- “Aprovechar las oportunidades de la economía del Siglo XXI”
Este tercer grupo de “prioridades” contiene temas profundamente sensibles para México. Aquí se ofrece la entrega de los hidrocarburos y la industria energética como una prioridad en la negociación. El secretario Guajardo ofrece como prioridad el acceso al gas de lutitas (shale) obtenido por medio del fracking y el petróleo en arenas bituminosas. Para esto ofrece que se debe de aprovechar el nuevo marco legal aprobado en la Reforma Energética como un generador de “oportunidades de inversión y asociación”.
En este grupo también se ofrece a la reforma en telecomunicaciones como la mejor oportunidad para impulsar el desarrollo de la economía digital, del internet de las cosas e impulsar una mayor integración en materia de telecomunicaciones. Pocas horas antes, Edgar Olvera, subsecretario de comunicaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes había afirmado que estaban listos para negociar nuevas reglas en esta materia.
Así, para el equipo negociador, las reformas estructurales en México permiten que sus objetivos en la negociación permitan promover el mayor acceso de los mercados financieros de la región a nuestro país.
4.- “Promover la certidumbre del comercio y las inversiones en América del Norte”
Finalmente el cuarto rubro afirma que una de las prioridades en la negociación es mantener y mejorar las disposiciones para las operaciones del comercio exterior y las inversiones. Esto en clara alusión, aunque sin mencionarlo, a la intención de Trump de eliminar el Capítulo 19 que versa sobre la resolución de conflictos comerciales entre las partes, a lo cual el gobierno de Canadá se opuso.
Según la óptica del equipo negociador de México, el TLCAN es fundamental para el buen desarrollo económico de las partes y lo que se busca es modernizar los mecanismos de resolución de controversias, brindar certidumbre jurídica y promover la libre competencia.
Organicemos la resistencia contra la entrega en el TLCAN
Del gobierno de México y su equipo negociador definitivamente no podemos esperar nada bueno. No van a defender los intereses de los trabajadores y la sociedad mexicana. Parece que hubiera sido mejor que guardaran silencio respecto a sus prioridades, porque ahora sabemos que van a actuar entregando la mano de obra mexicana en pésimas condiciones a la inversión extranjera, así como nuestros recursos naturales y energéticos.
Tenemos que organizar la resistencia en México, Estados Unidos y Canadá porque en la renegociación del TLCAN los únicos beneficiados serán los grandes capitalistas y dueños del dinero en los circuitos financieros internacionales. No los trabajadores ni la sociedad ninguno de los países de la región de América del Norte. ¡Organicemos la resistencia! ¡Abajo la integración regional bajo las reglas de los grandes capitalistas!
Los socialistas peleamos por una integración de otro tipo. Como decimos en este texto, impulsamos la lucha por “una integración política, social, económica y cultural de la población de América del Norte, una Federación de Estados Unidos Socialistas de América del Norte."