El hijo de Silvia Bigna, Julián, es uno de los 194 jóvenes que murieron en la masacre del boliche República Cromañón, la noche del 30 de diciembre de 2004. Hoy ella es una de las referentes del Movimiento Cromañón, que agrupa a sobrevivientes, familiares y seres queridos de las víctimas.
Semanas después de cumplirse quince años de aquella fatídica noche, sobrevivientes y familiares de las víctimas sufrieron un nuevo sacudón, al enterarse que el presidente Alberto Fernández y el titular del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, nombraron como asesor en temas jurídicos de la entidad monetaria nada menos que Aníbal Ibarra, exjefe de Gobierno porteño y responsable político de la masacre de Cromañón.
El diálogo con La Izquierda Diario Bigna explica por qué Ibarra no debería cumplir ningún nuevo cargo público y hace un llamado de atención sobre lo peligroso que es que personajes como él, Felipe Solá, Sergio Berni y otros cumplan importantes funciones en el Estado.
Ustedes acaban de sacar un duro comunicado por la designación de Ibarra en el Central
Era inevitable. Vale aclarar que el Movimiento Cromañón es un movimiento muy plural, compuesto por personas de diferentes partes geográficas, con diferentes formas de pensar, muy heterogéneo. Quiere decir que sobre un montón de cosas no tenemos necesariamente construidos acuerdos. Pero si hay algo en lo que hay acuerdo en todo el Movimiento Cromañón es sobre la responsabilidad política de Ibarra. Por eso llevamos años exponiendo todos y cada uno de los elementos por los que afirmamos que Ibarra no puede volver a ocupar nunca jamás un cargo público. En el comunicado detallan varias cosas que hizo Ibarra antes y después de la masacre. ¿Cuál sería en síntesis su mayor responsabilidad?
Ibarra desarmó la estructura de los organismos de control que existía previamente, que ciertamente era corrupta. Pero la sustituyó por otra más corrupta todavía, poniendo al frente a una maestra jardinera que no sabía nada del tema y donde los inspectores no podían clausurar per sé sino que tenían que consultar por handy, dando lugar a todo tipo de acuerdos entre funcionarios y empresarios. Hubo un montón de testimonios en el juicio acerca de las coimas. Además Ibarra y sus funcionarios no tenían la menor idea de cómo resolver las cosas en el operativo emergencia. Para no hablar de que prefirió reunirse ante todo con las cámaras empresarias en lugar de con los sobrevivientes y las familias de las víctimas. Y como si eso fuera poco, nos trató a nosotros de golpistas. Eso, en un país que tiene la historia que tenemos sobre los golpes de Estado, es suficiente.
Él los catalogó de golpistas porque impulsaron el juicio político, ¿no?
En realidad el mecanismo del juicio político es un mecanismo de la “progresista” Constitución de la Ciudad de Buenos Aires. Y en muchos países, por causas mucho menos graves que ésta, la remoción de autoridades está totalmente institucionalizada. Que nos trate de golpistas por eso es inadmisible. Una forma bastante burda de defenderse
Pero Ibarra siempre se victimizó. Y llegó a tratarnos de violentos a nosotros, que habíamos perdido a nuestros hijos e hijas. pero él se negó a concurrir a una interpelación y hasta convocó a un plebiscito trucho que, como le salió mal, terminó dando marcha atrás. Es un tipo que genera violencia con su sola presencia. Por eso tuvimos motivos muy grandes para impulsar tanto el juicio político como su destitución e inhabilitación para ocupar cargos públicos en el futuro. Sin embargo solo se lo destituyó
Bueno, eso es lo que siempre dijimos. En su mayoría los legisladores tuvieron la cobardía de solo destituirlo y no inhabilitarlo. De haberlo hecho, ahora no tendríamos estos problemas y no tendríamos que volver a salir a denunciarlo. Desde que fue destituido se siguió presentando a elecciones y ahora lo vemos como asesor en el Banco Central. Obviamente para ustedes esto es como un premio a la impunidad
Desde ya. De todos modos el principal aspecto de la impunidad de Ibarra, además de que no pudimos llevarlo a juicio penal, es que se siga manejando en algunos ambientes donde estamos nosotros, como lo es el ámbito de los derechos humanos. Un tipo que carga sobre su espalda 194 muertos y miles de sobrevivientes afectado, algunos de por vida. No podemos olvidarnos que en este tiempo proceso se suicidaron 19 sobrevivientes y hay familias enteras fallecidas por cáncer, que como se sabe es la enfermedad la impunidad. Hace un mes, cuando se cumplieron los quince años de la masacre, ustedes ya habían alertado sobre la posibilidad de que Ibarra reaparezca
El 30 de diciembre publicamos un documento en el que dijimos claramente que en esta coyuntura nos preocupaban dos cosas. Por un lado la entrega del boliche al dueño. Y por otro, decíamos que Ibarra estaba rondando por el Gobierno. Fue premonitorio. ¿Y por qué sabíamos? Porque en ese momento ya había aparecido Gabriela Alegre en un acto. Gabriela Alegre fue la subsecretaria de Derechos Humanos de Ibarra. En agosto de 2006, tras la destitución del jefe de Gobierno y su reemplazo por el vicejefe Jorge Telerman, se supo que en las oficinas de la subsecretaría de Alegre se guardaban varias cajas con efectos personales de víctimas de Cromañón, incluyendo documentos de identidad y billeteras. Alegre terminó eyectada del gobierno porteño tras una denuncia impulsada por la entonces ministra de Derechos Humanos y Sociales de Telerman, Gabriela Cerruti.
¿Eso les pareció una especie de “señal”?
Y, si Alegre, que se quedó con las pertenencias de nuestros hijos, es muy cercana al Gobierno actual, Ibarra estaba a un paso. Además no podemos olvidarnos que Vilma Ibarra, hermana de Aníbal Ibarra y expareja del Alberto Fernández, hoy ocupa un altísimo cargo en el Gobierno. Esos peligros que alertábamos en diciembre, ahora están concretados con el nombramiento en el Banco Central. Hay quienes para defender a Ibarra dicen que ustedes son macristas, alegando que tras la destitución le quedó allanado el camino a Macri para ser jefe de Gobierno
Sí, nos dijeron que por nuestra culpa vino el macrismo. Díganle a Ibarra que él es quien trajo el macrismo, generando todas las condiciones para que murieran 200 pibes. Si algo demostró el Movimiento Cromañón es que no tenemos nada que ver con el macrismo. Lo jodido es que este Gobierno, que se presenta como una alternativa al macrismo y hasta se dice defensor de los derechos humanos, nombró a Felipe Solá como canciller. ¡Solá! Responsable de la masacre del Puente Pueyrredón y quien en durante el gobierno de Menem introdujo en Argentina los agrotóxicos que matan. Y ahora acaba de nombrar a Aníbal Fernández y a Ibarra. ¡Y ponen a Sergio Berni en la provincia de Buenos Aires! Yo quiero saber cuál es la diferencia ideológica entre Berni y Patricia Bullrich. ¿Y Espinosa en La Matanza? Espinoza no hizo absolutamente nada por Luciano Arruga y volvió a ser intendente. Sin embargo hay mucha gente que piensa que este gobierno es “progresista” e incluso de centroizquierda
Yo llamo a los votantes de este gobierno, algunos de los cual son gente cercana, a que reflexionen. No se puede negar que con todas estas designaciones, el Gobierno está marcando una tendencia clara. No es que "se les pasó" Ibarra, están tomando decisiones políticas. Creo que las expectativas democráticas que tiene mucha gente en este gobierno ya deberían estar tambaleando. Es mucho el enojo que tenemos, porque desde hace quince años, todos los días, tenemos que estar luchando. Pero lo vamos a seguir haciendo, en las calles y denunciando como ahora al presidente del Banco Central por haber nombrado a Ibarra como asesor. En ese sentido, ¿cuán importante es mantenerse independientes del Estado?
Creo que todo los movimientos de sobrevivientes y familiares, ante cualquier gobierno, deben mantener firme su independencia. Este sábado estuvimos participando del acto por los once años de la desaparición de Luciano Arruga en La Matanza. Sea por gatillo fácil, por represión estatal o por muertes por la desidia de quienes gobiernan, cuando nos organizamos tenemos una lucha común contra un Estado que es responsable por la muerte de nuestros pibes. En ese sentido creo que tenemos un rol que, inevitablemente, tiene que ser independiente del Estado. Este es un momento como nunca para señalar, para seguir visibilizando, para decir que está mal. Estos movimientos, que recogen otras tradiciones de lucha como la de las Madres de Plaza de Mayo y otros movimientos, creo que tenemos un rol fundamental en el llamado de atención acerca de todo lo que sella la impunidad.