Las estaciones de diversas líneas se inundaron por completo ante la tormenta que azota a la Ciudad y el Conurbano. La desidia de Metrovías y el Gobierno pone en riesgo la vida de trabajadores y usuarios. En los últimos años murieron 6 trabajadores, 4 de ellos por electrocución.
Florencia Sciutti @FlorSciutti
Sábado 29 de septiembre de 2018 11:55
Ante una nueva tormenta las estaciones del subterráneo de la Ciudad se encuentran inundadas. Verdaderas cataratas se ven en las imágenes que llegan a nuestra redacción.
El #Subte como Venecia, pero sin encanto: la desidia de Metrovías y el Gobierno pone en riesgo las vidas de trabajadores y usuarios. https://t.co/AmDOFD7g90 pic.twitter.com/Qw40o0GY6j
— La Izquierda Diario (@izquierdadiario) 29 de septiembre de 2018
La línea C se encuentra suspendida porque se prendió fuego un pantógrafo. La línea H también tiene interrumpido el servicio, a causa de las inundaciones. Claudio Dellecarbonara, miembro del Secretariado Ejecutivo de la AGTSyP y referente del PTS, denunció la situación vía Twitter.
Ves? por eso el aumento de boleto, en el mismo paquete un viaje en el tren fantasma y una visita a las cataratas del Iguazú... Si hay algun "problema" esta la justicia amiga. Igual que con la tragedia de Once, los empresarios zafan siempre, en todos los gobiernos. pic.twitter.com/AyEL6QBMgZ
— C. Dellecarbonara (@Claubonara) 29 de septiembre de 2018
#Tormenta: en el taller Constitución del #Subte se llovió todo. https://t.co/NZ43TcSFu0 pic.twitter.com/O34j5GTW9H
— La Izquierda Diario (@izquierdadiario) 29 de septiembre de 2018
Las imágenes son brutales, pero lo que se oculta detrás de las mismas es el peligro concreto de electrocución para trabajadores y usuarios, en el marco de las 6 muertes de los últimos años. Nuevamente queda evidenciado que los constantes tarifazos, recordemos que quieren llevar la tarifa a más de $ 16, y los millonarios subsidios del Estado no son destinados a mejorar el servicio sino a engrosar los bolsillos de Aldo Roggio y compañía, quien posee la concesión del servicio desde los ‘90.
La única salida para que el subte deje de ser un negocio millonario a costa de la salud y la vida de trabajadores y usuarios es la estatización del servicio bajo el control de sus trabajadores y comités de usuarios.