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Red Internacional
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Tarde o temprano esta vida será hermosa

Chile despertó. No son 30 pesos. Son 30 años de régimen pinochetista. Hay que erradicarlo de una vez y ahora es cuando.

Domingo 10 de noviembre de 2019 11:23

Mientras escuchamos en las jornadas revolucionarias del pueblo chileno las canciones de Violeta Parra y Víctor Jara que nos hicieron vibrar tiempo atrás, vemos como se comparten con fluidez por las redes las imágenes que hacen que nos indignemos hasta lo más profundo de las entrañas sobre lo que está ocurriendo en el mundo, en Latinoamérica y especialmente del otro lado de la cordillera.

Se nos viene a la cabeza la frase “Lo que puede ser mañana” de la canción “Plegaria a un labrador” de Jara al observar la bronca en los rostros y gestos de la muchedumbre que marcha en calles de Santiago, Antofagasta y Valparaíso. No puede escaparse de entre los dedos de las manos el ¡Fuera Piñera! porque corre la sangre de los rebeldes caídos por nuestras venas, antes y ahora.

Los artistas y los músicos han tomado las calles y las plazas para expresar sus emociones. El odio de clase resuena en el sonido de los instrumentos, alzan sus voces y las manos para ser escuchados y llegar al mundo entero como una vez lo hicieron Víctor o Violeta quienes pusieron su voz y sus canciones para denunciar al opresor.

Hoy se hace más vigentes que nunca que esas voces, esos brazos y esa multitud se multipliquen en todo el mundo. Que haya miles de plaza Italia en cada rincón del planeta exigiendo ¡Fuera Piñera! ¡Asamblea Constituyente! que decida el pueblo.

Esa melodía en nuestros oídos y en nuestras gargantas que grita al viento ¡Queremos vivir en paz! no es una utopía. Otro mundo es posible. Está vigente, lo reclaman los insurrectos, esos bravos jóvenes secundarios desde el primer día que tomaron los molinetes por asalto. Se hace más presente en cada paso, en cada segundo y vibra dentro de nuestros cuerpos y el de los hermanos chilenos al compás de la lucha de clases al ver a los jóvenes estudiantes gritar¡ Fuera Piñera! y “el que no salta es un paco”.

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También se hace presente al ver a las mujeres con sus manos arrugadas de ser explotadas por el patrón en una acción directa empuñando su puño con coraje y valentía contra aquellos que defienden los intereses de una clase parasitaria. El 1 % de la población tiene el 27 % de la riqueza nacional. Una clase que manda a sus guanacos para acallar esas voces como lo hicieron con la guitarra de Víctor Jara.

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Las sistemáticas violaciones a los derechos humanos, cometidas por el estado chileno desde el 18 de octubre y que continúan al día de hoy no han derribado la fuerza de las masas en las calles. Hay una memoria colectiva que resiste la pobreza, la miseria y las políticas privatistas de treinta años de régimen pinochetista. Una memoria que tiene sus raíces en el 73 y que no la van a poder borrar con mano dura, el Estado de Emergencia, toque de queda o con las migajas que le tiren a la sociedad chilena.

La pregunta que nos hacemos todos, en el mundo es ¿Por qué Piñera sigue? La respuesta está a la vista. Hay salvadores seriales: los partidos de la vieja Concertación, el Frente Amplio y Partido Comunista mediante el diálogo y el pacto social.

Ellos quieren dialogar o pactar con los responsables políticos y materiales de estas atrocidades. Están contra el pueblo que lucha por una vida que merezca ser vivida, que lucha por derechos tan elementales como el acceso a la educación, a la salud, a la vivienda, al empleo y a salarios donde no se pierda la vida en el trabajo Por todo esto: Cacerolazo, piquetes y asambleas que decida el pueblo.

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No son 30 pesos. Son 30 años de régimen pinochetista. Hay que erradicarlo de una vez y ahora es cuando.

Porque hace falta construir una alternativa socialista de las mujeres, de la juventud y de los trabajadores en toda Latinoamérica