El acuerdo entre Anabel Fernandez Sagasti y Alfredo Cornejo para permitirle el gobierno de Mendoza la reforma de la Suprema Corte provincial desató una profunda crisis en el peronismo local. Quienes ayer acusaban de ser "poco opositores" a sus compañeros de bloque, hoy acordaron con Cornejo una reforma denunciada por ellos mismos hasta hace pocas horas
Jueves 19 de abril de 2018 17:43
La noticia destacada de la sesión de diputados de esta semana en la Legisltura provincial fue, sin lugar a dudas, el anuncio de un acuerdo entre un sector del peronismo con el gobierno provincial para habiliar el debate para la reforma de la Suprema Corte, proyecto resistido por, hasta ayer, toda la oposición.
Envalentonado, Cornejo había querido reformar la Corte, ampliando sus miembros a 9 el año pasado, pero el proyecto había caido tras el rechazo del PJ y el FIT a una iniciativa que le daría a Cornejo una mayoría automática en la justicia. El proyecto, al igual que su intentona reeleccionista parecían destinados al olvido hasta que el gobernador aclaró que insistiría en la reforma de la corte este año.
La semana pasada, Cornejo había recibido a la senadora nacional Fernandez Sagasti en su despacho de la Casa de Gobierno. El encuentro, no sólo había sido un tiro por elevación a los intendentes del PJ (interlocutores del gobierno provincial en detrimento del kirchnerismo, marginado dentro del peronismo) sino que justamente el tema oficial del encuentro había sido el proyecto de juicios por jurado en la provincia. El trasfondo evidente, un acuerdo por la reforma de la corte, finalmente anunciado por el diputado provincial Lucas Ilardo este miércoles en la Legislatura.
Ilardo, en conferencia de prensa y acompañado por otros 5 diputados y diputadas peronistas, justificó su cambio de posición porque Cornejo "renunció a su intento de reforma de la Constitución para ser reelecto". "El debate lo habilitó el Gobernador", continuó Ilardo sobre la reforma de la Corte y fue su compañero Jorge Tanús, quien explicitó: "Entendemos que hay que acompañar los cambios que el Gobierno propone en la definición de la SCJ".
Para el olvido quedaron para los kirchneristas locales las denuncias de una mayoría automática y de las intenciones del gobernador de obtener "la suma del poder público". El acuerdo fue rápidamente repudiado por el Frente de Izquieda: el diputado provincial Lautaro Jimenez denunció "el acuerdo entre un sector del kichnerismo y el gobierno de Cambiemos para aumentar a 9 los miembros de la Corte, lo que le dará una mayoría automática a Cornejo en la Suprema Corte provincial".
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Desde la izquierda, fueron más allá en la denuncia y aseguraron que "detrás de este acuerdo con el gobernador Cornejo está la ex presidenta Cristina Fernandez, que es a quien responden la senadora Sagasti y el diputado Ilardo". Jimenez a su vez denunció que "Cornejo está en plena campaña electoral nacional intentando diferenciarse de los escandalosos tarifazos de Mauricio Macri o los discursos de Aranguren. Y es por esta rosca nacional de conveniencias mutuas que Cornejo acordó, no con una senadora de Mendoza, sino con la emisaria de la ex presidenta".
"Van a hacerle mucho daño a la provincia y al peronismo"
El acuerdo entre el kirchnerismo y el gobierno provincial caló hondo en el PJ local. Insólitamente, quienes fueron los principales aliados del gobernador Cornejo en sus principales iniciativas, hoy cuestionan por oficialistas a quienes hasta ayer reclamaban tímidamente que el peronismo fuera más opositor.
"Yo espero que los compañeros puedan razonar esto de otra manera y volver hacia atrás, porque realmente van a hacerle mucho daño a la provincia y al peronismo" declaró Omar Félix, presidente del PJ provincial y diputado nacional, en una entrevista en Sitio Andino. Incluso Felix puso en duda los argumentos de Ilardo para justificar el acuerdo: "Nadie puede creer que la justificación a aprobar un proyecto como es ampliar la Corte pueda justificarse porque se impulse otro proyecto de los juicios por jurado". Pero fue la diputada Patricia Fadel quien fué mas tajante contra sus compañeros de bancada: "Es un pacto espurio entre Cornejo, un sector del ciurquismo y el kirchnerismo".
El acuerdo fue repudiado incluso por sectores afines al kirchnerismo, como el diputado nacional Guillermo Carmona, quien calificó a la reforma como "el retroceso funcional más grave desde la vuelta a la democracia en 1983".
La crisis del peronismo parece profundizarse en la provincia. Pero más allá de las chicanas y las acusaciones cruzadas entre dirigentes, lo cierto es que el acuerdo entre el kirchnerismo y Cornejo confirma la linea trazada por quienes hoy denuncian el acuerdo desde adentro del PJ: asegurarle a Cornejo las principales leyes y reformas, que bajo ninguna circunstancia son en favor del pueblo trabajador mendocino. Opositores para las elecciones, amigos todo el año.
