El gobierno nacional está dando un salto en su plan para saquear al país de la mano del FMI, mientras la educación estalla en un enfrentamiento sin vuelta atrás contra los que quieren vaciar universidades, profesorados y secundarios. ¿Cómo usamos esa enorme fuerza para frenarlos?
Natalia Sposato @Consejera Directiva del Joaquín V. González/Agrup. 9 de Abril
Martes 4 de septiembre de 2018
El miércoles pasado Macri, con un nuevo mensaje “tranquilizador”, anunció el acuerdo para adelantar la entrega de los fondos del FMI destinados a cubrir las mal llamadas “necesidades financieras”. Con un discurso plagado de frases hechas, y alusiones a un 2019 que parece a cada minuto más lejano, llamó a los mercados a “confiar” y la respuesta fue inmediata, una nueva corrida del dólar superó los 40 pesos. Todos estábamos atentos a lo que pasaba, los grupos de WhatsApp explotaban; en los cursos nuestros compañeros y compañeras no podían creerlo y planteaban que era el momento de hacer algo.
La bronca y el desconcierto no tardó en hacerse sentir para las y los miles de pibas y pibes que cada vez nos cuesta más cargar la Sube, bancar los apuntes o incluso quienes tienen que darle de comer a sus hijos. Todos y todas sabemos que con el aumento del dólar subió todo, menos nuestros sueldos. Y es que somos las y los trabajadores, jóvenes y mujeres, los perdedores del “jueves negro”. De la vereda de enfrente, los ganadores, fueron el agropower, los bancos y el resto de los empresarios que van a recibir importantes ganancias.
Cambiemos aceleró a fondo los tiempos del ajuste para demostrarle al FMI y todos los especuladores que es el candidato más apto para saquear al pueblo trabajador. Busca obtener más dólares para garantizar los pagos de la deuda externa y al mismo tiempo permitir que siga la fuga de capitales. Sin ir más lejos, en seis días se pagan 1280 millones de dólares en deuda externa, mientras el presupuesto para educación en la Ciudad de Buenos Aires es de 1096 millones de dólares. Es decir que en seis días con lo que el gobierno y su “intento” de gabinete pagan en deuda se podría cubrir el presupuesto educativo de un año.
En lo que va del año el precio del dólar lleva acumulada una suba del 105%. El macrismo tiene un plan muy claro, busca estabilizar la economía a costa de un nuevo saqueo a los laburantes, licuando los salarios con la devaluación y achicando el déficit con recortes como en salud y educación. Pero no está solo para llevar adelante este plan. El peronismo, incansable prestador de gobernabilidad, se prepara para votarle al macrismo el presupuesto que pide el FMI para el 2019.
Mientras tanto el kirchnerismo a la cabeza de los sindicatos se dedica a militar por redes llamando a “votar bien en 2019” como también hicieron en el cierre del acto de la marcha universitaria del pasado jueves. Llaman a esperar, o sea a dejarnos saquear, pero no dicen nada de la entrega que hicieron en sindicatos que dirigen como FOETRA o el subte, en los cuales firmaron a espaldas de los trabajadores el aumento de las horas de trabajo y una reducción salarial, respectivamente. El resto de la burocracia sindical no se queda atrás, convocan un paro….en un mes. La lucha es ahora y en las calles.
Hay que pelear por una salida anticapitalista a favor del conjunto del pueblo trabajador, peleando por el no pago de la deuda, por la nacionalización de la banca bajo control de los trabajadores y el monopolio del comercio exterior. Solo con medidas de fondo, que ataquen los intereses de los grandes capitalistas, se puede parar el saqueo. Es imposible mantener (y muchos menos aumentar) los presupuestos de educación, salud y vivienda sin dejar de pagar la deuda externa que hoy se lleva el 15% del presupuesto nacional y sin afectar las ganancias de los grandes empresarios.
La educación pública se defiende
En medio de la crisis económica el gobierno de Larreta quiere aprobar un nuevo proyecto de ley para crear la UniCABA. El viernes pasado dieron a conocer sus artículos, según estos su aprobación ya no implicaría el cierre inmediato de los institutos, sino su disolución a partir del pasaje gradual de los terciarios a la nueva universidad. Si el macrismo no pudo imponer su proyecto original fue por la movilización en las calles de toda la comunidad educativa. Pero lo esencial de la medida se mantiene: ajustar el presupuesto y cambiar de una vez los contenidos, con el objetivo de adecuarlos a la formación docente para la “secundaria del futuro”. Según las propias declaraciones de Maximiliano Ferraro del PRO, presidente de la comisión de Educación de la Legislatura, el mismo se votaría a fines de octubre.
Mientras tanto el movimiento estudiantil universitario está mostrando el camino, con marchas masivas, tomas de facultades y asambleas multitudinarias en todo el país. Y no están solos. Los trabajadores del Astillero Río Santiago también vienen de enfrentar los ataques de Cambiemos en La Plata, luchando por sus puestos de trabajo y plantándose ante una dura represión de la policía de Vidal hace tan solo unas semanas. Además en la provincia de Buenos Aires, los docentes, protagonizaron un fuerte paro. En todo el país, sectores de trabajadores pelean contra los despidos y los ataques de patronales y gobiernos.
Para frenar al gobierno tenemos que coordinar toda esa fuerza. Si se consolida el saqueo que el macrismo quiere llevar adelante, eso solo implica más miseria y más ajuste, por eso como planteamos desde la 9 de Abril en cada profesorado, en cada asamblea, todas las peleas que se están llevando adelante tienen que darse en unidad con las y los trabajadores, desde abajo y en las calles. Peleamos para que emerja un movimiento estudiantil que junto a la fuerza de la marea verde y las y los laburantes, ponga en pie esa fuerza social que pueda derrotar los planes de Cambiemos que lleva adelante con los gobernadores del PJ en las provincias.
Este jueves 6 tenemos como primer desafío organizar una asamblea intereducativa para coordinar la lucha entre terciarios, universitarios y docentes. Necesitamos un espacio donde debatir y resolver todos juntos un plan de lucha. No podemos depender de la burocracia kirchnerista de UTE que quiere esperar al 2019. Ni de sus aliados políticos en los profesorados que dirigen la CET (coordinadora de estudiantes terciarios) como Patria Grande, Nuevo Encuentro y la Cienfuegos que son una traba para que se desarrolle la autoorganización desde las bases de las y los estudiantes, como mostraron todo el año pasando por arriba de las asambleas y oponiéndose a las medidas que pueden visibilizar realmente el conflicto, como los cortes de calle en puntos céntricos de la Ciudad.
Los terciarios logramos un gran paso adelante cuando cortamos el Obelisco rompiendo el cerco mediático en abril y venimos hace unos días de otra acción similar cortando la 9 de julio que logró llegar a millones, impulsada por el CeFyL (Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras). Es momento de convocar un corte masivo en defensa de la educación pública en el lugar donde más le molesta al gobierno: el centro político, y fortaleciendo la única unidad que hace temblar a empresarios, especuladores y gobiernos: la de estudiantes y trabajadores. En el que podamos confluir desde todos los sectores para exigir el no pago de la deuda y que esos fondos se destinen a la educación y la salud. Que esta medida sea la primera de un plan de lucha escalonado para poder derrotar al gobierno y tirar abajo la UniCABA. Para eso llenemos de participación las asambleas, que todas y todos los estudiantes participen para votar las medidas que sean necesarias para ganarle al gobierno.
Natalia Sposato
Consejera Directiva del Joaquín V. González/Agrup. 9 de Abril