×
×
Red Internacional
lid bot

Editorial De Editoriales. Todos al compás de Scioli

La VII Cumbre de las Américas en todas las tapas. Las elecciones en Salta y las posibilidades del FIT. La subordinación a Scioli en la llamada “izquierda del kirchnerismo”. La guerra con la casta judicial baja un cambio.

Domingo 12 de abril de 2015 11:27

Las editoriales de América y del mundo no ahorraron tinta en lo que se ha definido como una "Cumbre histórica". El apretón de manos entre Obama y Castro mereció definiciones como "giro histórico", "pasar página" y "fin de la enemistad", entre otros.

Mientras que empezando el sábado se colaba la perlita de que Cristina Fernández quedaba otra vez fuera de la foto de los presidentes, este domingo la VII Cumbre de las Américas copó las tapas, aunque no el análisis de los principales editorialistas argentinos. Desde La Izquierda Diario dimos cuenta en el día de ayer de las razones de fondo de este importante cambio geopolítico y algunas de sus posibles consecuencias. El lector o lectora puede consultar aquí esa visión.

Son todos buenos muchachos... y muchachas, si suman votos

"Los principales aspirantes salteños son el actual gobernador reelecto Juan Manuel Urtubey (Frente para la Victoria) y el peronista ’federal’ Juan Carlos Romero, actual senador nacional, quien accedió al Ejecutivo salteño en tres ocasiones. Esto es, dos figuras excluyentes". Así, Mario Wainfeld, en su doble editorial, va a pasar de una puesta en escena de polarización excluyente sobre el escenario electoral de Salta para intentar borrar a la izquierda de estas PASO, a una editorial que toma en serio eso de que las puertas del cielo también están abiertas para los ateos.

Hablando de la invitación al Vaticano para CFK y del peso de la Iglesia en la política, despacha un: "Su influjo en la vida pública nacional es ya excesivo. Se mide en el fastuoso apoyo económico a la educación privada, en el pago de sueldos y pseudo jubilaciones a obispos y otros sacerdotes. Lo más serio es que la jerarquía gravita y ejerce un pretenso veto respecto de normas que hacen a todos los ciudadanos, sobre todo en materia de salud reproductiva y derechos de minorías. Ese peso, que jamás fue leve y al cual son demasiado dóciles tantos dirigentes, propende a acentuarse en función del liderazgo indudable que supo construir Francisco.
Más allá de si en algún caso se propician mejoras o cambios alentadores, en una república laica eso es preocupante. Mucho más que el improbable impacto proselitista de una visita de una jefa de Estado, compatriota por añadidura, que está en cualquier lógica. Salvo en la del club de indignados permanentes".

Mario, autodefinido ateo, pero peronista, pragmático por definición, pasa de esta salvedad a opinar -el mismo día y en el mismo diario-, sobre la provincia que ha incorporado la educación religiosa a las escuelas públicas, que “como de ’juntar porotos’ se trata", aunque "Urtubey no es figura predilecta en Olivos y la Rosada, se lleva mejor con el gobernador Daniel Scioli. De cualquier modo, si gana, el FpV se hará solidario en el festejo".

O sea… también festeja el cronista.

Insaurralde, De la Sota y el "todo vale"

De la alineación con Scioli "de ’ninguna manera’ pasamos a aceptarlo con la nariz tapada". Ahora los argumentos se renuevan. Hay un supuesto Scioli subordinado.

¿Subordinado a qué? No se sabe.

Estos son los artilugios para fundamentar porqué los "progres" terminarán yendo con quién se supone que no hay que ir. "La misma medicina que bebió De la Sota sosegó a Daniel Scioli, quien en 2013 coqueteó con la idea de acompañar la ruptura de Massa. No lo hizo por la misma razón que explica su actual subordinación al liderazgo de Cristina: la experiencia de 2011, cuando fracasaron todos sus esfuerzos por superar en la provincia de Buenos Aires la votación de Cristina". Así se plantea el asunto el permanentemente contrariado Horacio Verbitsky.

Más aún, apela a los números "fríos": "En la provincia de Buenos Aires, CFK obtuvo el 56,28 por ciento de los votos válidos emitidos para la presidencia y Scioli un poco menos, el 55,06 por ciento para la gobernación. Pero la distancia real es aún mayor, ya que para gobernador hubo más de un millón de votos en blanco y para presidente apenas 300.000. Cristina fue votada por 4.704.016 bonaerenses, esto es 538.467 más que Scioli, y 48.502 más que la suma de Scioli (4.165.549) y Martín Sabbatella (489.965). Sobre el total de los votos emitidos, la diferencia entre la presidente y el gobernador alcanzó al 6,17 por ciento, la mayor desde 1983 en comicios donde ambos cargos se eligieran el mismo día”.

De esta manera pretende abonar esa idea de que nadie es nada sin CFK, y Scioli no es tan Scioli. Media verdad que es, como siempre, una mentira. ¿Le quedará a estos auspiciantes del sciolismo con rostro kirchnerista recordar el "yo no lo voté" de los menemistas arrepentidos?

No está de más recordar que la semana fue pródiga en declaraciones a favor de Scioli, de parte de los dirigentes del famoso “núcleo duro” del kirchnerismo, también llamado, alguna vez, su ala izquierda. Desde Diana Conti hasta Carlos Kunkel, todos defendieron al compañero gobernador.

Julio Blanck nos ilustra con otras de las “maniobras estratégicas” para que el FpV llegue al tan deseado 40%. El columnista nos dice que “Cristina y sus centuriones están empezando a ajustar los tornillos del andamiaje electoral. Y algunos firuletes del relato pasan a ser convenientemente relegados, porque se trata de ganar y no de decir lindas palabras.

Así, sin que nadie se ponga colorado ni le asalten súbitas contradicciones morales, se privilegia a Scioli. Y se insiste, por ejemplo, en buscar acercamientos con José Manuel De la Sota, gobernador cordobés, peronista y opositor frontal”. Sí, el gobernador que dijo que las “madres deberían haber cuidado mejor a sus hijos” entra en el esquema de negociación del oficialismo nacional. Esto, que ahora ventila Blanck, en una suerte de secretos a voces en la política cordobesa, lo señalamos en esta nota.

Agregando bastante ofuscación Pablo Mendelevich, en La Nación, hace una defensa "republicana" frente al "matriarcado absoluto" con "aires monárquicos" e intenciones de cargos hereditarios. Dice “no hay que esperar, desde luego, que el kirchnerismo se ruborice por su propio déficit republicano en sangre.

Lo asombroso es que el resto acepte casi como legítimo un planteo que en muchas otras democracias habría sido calificado de injuria al sistema o tomado por broma. ¿Cómo se explica la condescendencia de la política argentina con un enunciado que propone, sin señales de humor, una sucesión monárquica, encima a favor de un hijo con capacidades políticas incompletas, que por eso, se supone, necesita ser tutelado por su mamá?”.

La rosca no es sólo nacional. Hablando de Buenos Aires, Randazzo afirma que es "muy bueno que haya tantos candidatos, lo que le da una fuerza competitiva" al kirchnerismo en la provincia. Aunque cerca del ministro del Interior y Transporte destacaron que tanto "la interna nacional como la provincial la ordenará la Presidenta". Es Santiago Dapelo el que titula que “todos esperan”. Como Cristina Fernández está en Panamá, terminaremos este fin de semana sin novedades en el frente.

Párrafo aparte merece el saltinbanqui Insaurralde, nunca más querido, cuando menos perdonado: "Volvé, te necesitamos". El “pibe” que se flasheó con la farándula mide y Lomas es un distrito populoso. Todo vale...y como anota La Nación: "La presencia de Insaurralde también puso de manifiesto su cercanía con Scioli, uno de los pocos que respaldaron al intendente". "Tenemos muy buenos candidatos y, obviamente, Martín, que ha hecho una gran transformación en su municipio" afirmó el gobernador, provocando una alergia extendida entre el ala “dura” del kirchnerismo. Unas horas antes, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, entre otros dirigentes kirchneristas, aseguró que Insaurralde "se había cagado en todos" y puso en duda "su participación en los comicios como candidato del FpV”. La interna peronista de la PBA todavía parece dar para más.

De Tribunales al living de Mirta

Mientras tanto el caso Nisman, que mantuvo en vilo a toda la política nacional por casi dos meses, pasó al living de Mirtha Legrand. Página12 no desperdició la oportunidad para seguir tirando tierra sobre el caso haciéndose eco de la sentencia de la diva de los almuerzos afirmando que le llamaba la atención que “un hombre tan meticuloso se va a suicidar en ropas menores”.

El intento de “revivir” políticamente a Nisman se choca contra la pared. Hasta Eduardo Van der Kooy tiene que admitir que “la oposición, abstraída con la campaña electoral, habría decidido abandonar a Nisman y su denuncia. El kirchnerismo fue eficaz en una acción: despedazó la imagen privada del fiscal muerto y la enredó con la denuncia. Nadie supo enfrentar esa maniobra. El operativo continúa”.

¿Y el Partido Judicial?

El mismo Van der Kooy vuelve sobre su ya clásico informe de la rosca entre Gobierno y casta judicial. Afirma que “una sucesión de episodios en la Justicia han tranquilizado a Cristina Fernández. No porque esté dicha, en todos los casos, la última palabra. Pero habría señales en la dirección pretendida. Aquella que le prometieron Carlos Zannini, el secretario Legal y Técnico; Julio De Vido, el ministro de Planificación; Alejandra Gils Carbó, la procuradora general y un par de activos jueces federales. ¿Cuál sería? Una tregua. Convivencia con el Poder Judicial”. Al editorialista lo desespera esta situación y termina planteando, en obvia crítica a jueces y fiscales, que se trata de “una curiosa tregua donde sólo uno de los bandos, al parecer, dejó de disparar”.

Por su parte Morales Solá apuesta a que el proyecto de reformar la cantidad de miembros de la Corte Suprema permita reactivar la pelea con el llamado Partido Judicial. Escribe que “ampliar la Corte. Ésa es la decisión tomada por el kirchnerismo. El número ideal que se maneja en el Gobierno y en el Congreso es de nueve miembros. Hay dos consecuencias posibles para esa decisión, una peor que la otra, pero en ambos casos la Corte actual dejaría de ser lo que es.

Un golpe perfecto contra el único poder del Estado que la Presidenta no controló nunca”. En Clarín, Ricardo Kirschbaum le hace la segunda, señalando que “la candidatura de Roberto Carlés a la Corte Suprema está bloqueada (…) detrás del fracaso Cristina está urdiendo otra jugada de mayor alcance que depende de una mayoría simple y no de una especial: aumentar el número de miembros de la Corte”. Parece ser que, por ahora, volvemos a la guerra de baja intensidad entre Gobierno y casta judicial, que precedió a la muerte de Nisman.

“¿Peronistas somos todos?” Los desafíos de la izquierda

"La cifra impresiona, pero es consistente con la de convocatorias previas. Más aún, si se repasan las elecciones nacionales sucesivas desde 2003, el acumulado de las distintas facciones del peronismo repite, en todo el mapa argentino, esas cantidades apabullantes. Escéptico acerca de la precisión del peronómetro (y carente de uno) el cronista llama peronistas a los de todo pelaje, ideología o proveniencia.

Hoy día: a los integrantes del FpV, al cordobesismo de José Manuel de la Sota, al duhaldismo residual, al neo autonomismo sanluiseño de los hermanos Rodríguez Saá, al diputado Francisco de Narváez, a su colega Sergio Massa y a los compañeros etcéteras. Variopintos son los peronistas, sus vertientes compiten entre sí y congregan votos por doquier. La fragmentación en listas antagónicas, cabe pensar, favorece el prodigio. Les permite sumar adhesiones no justicialistas en sus bordes, a derecha o a izquierda, conservadoras o progre, kirchneristas o anti-k.". Leemos nuevamente a Mario Wainfeld.

En este fin de ciclo kirchnerista, con subidas y bajadas de candidatos y pases de todo tipo, hay una definición dentro de sectores amplios del kirchnerismo: la resignación a Scioli, como alternativa (que no es) a Massa y Macri.

Pero hoy domingo en Salta el Partido Obrero y el Frente de Izquierda puede hacer una muy buena elección tanto para gobernador como intendente de la capital provincial. El domingo próximo el desafió está en Mendoza con Noelia Barbeito como candidata a gobernadora y, en las siguientes semanas, habrá elecciones también en Neuquén, Santa Fe y en Ciudad de Buenos Aires. Esas elecciones, como desarrolla Fernando Rosso aquí, fungirán como una suerte de “primera vuelta” que permitirá perfilar la tendencia general del Frente de Izquierda hacia las elecciones nacionales.

Los desafíos en el terreno electoral se hallan íntimamente ligados a las peleas que la clase obrera desarrolla en el ámbito de la lucha de clases. El PTS y el Frente de Izquierda tuvieron una importante intervención independiente en el contundente paro del 31M, aprovechando las posiciones conquistadas en las organizaciones de base del movimiento obrero. Eso es lo lleva a Martín Rodríguez a hablar, en el último número de Le Monde Diplomatique, de una "Panamericana de izquierda".

Frente a la debacle de la centroizquierda progresista, la tarea es fortalecer y desarrollar una alternativa política de la clase trabajadora, independiente de las variantes patronales de todo tipo. Esa tendencia hoy encuentra expresión en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores.


Virginia Pescarmona

Docente, Corriente 9 de abril/Lista Bordó, Mendoza

X