La “usurpación de tierras”, no solo en Buenos Aires, sino en todo el territorio argentino, ha dado muestras de solidaridad, pero también de odio y discriminación, llegando a justificar la represión como solución a la problemática sobre la falta de vivienda digna. Discursos que se repiten a lo largo de la historia.
Jueves 29 de octubre de 2020 20:23
El tema sobre las tomas de tierras es una gran “novedad” para la sociedad, parece que esta despertó de un largo sueño, pero entre 1878 y 1885 podemos decir que se llevó a cabo la usurpación de tierras más grande que se haya visto en el territorio argentino. La historia no es desconocida, pero se oculta intencionalmente, en los libros que se utilizan en las escuelas primarias no se habla del gran usurpador Julio Argentino Roca como tal, por ejemplo. ¿A quién convendría que se enseñe cómo en Argentina, uno de los “próceres” de estatuas y avenidas ejecutó una masacre genocida para apropiarse de las tierras?
La Conquista del Desierto, denominada así con la intensión de invisibilizar a las poblaciones que vivían ahí, fue una de las campañas militares realizadas por el estado argentino que se apropió de grandes extensiones de territorio que pertenecían a pueblos originarios. El estado se refería a ellos como “tribus”, integradas por los pampas, ranqueles y tehuelches, entre otros. Estos fueron sometidos, sufrieron aculturación, la pérdida de sus tierras y su identidad al ser deportados por la fuerza a reservas indias, o trasladados para servir como mano de obra forzada.
La tradicional posición oficial argentina sostuvo que se trató de una acción militar legítima respecto de la efectiva soberanía de la república sobre territorios heredados del imperio español que respondió a las matanzas y robos perpetrados por los indígenas, o sea, criminalizaron a los pueblos ¿les suena conocido el procedimiento?
Voy a citar algunos argumentos del historiador Osvaldo Bayer sobre quién era y cómo procedió Julio Argentino Roca, para tomar tierras que después iban a ser otorgadas a la burguesía del país y que aún conservan.
En un debate que tuvo con el historiador García Hamilton, respecto a la versión oficial sobre este hecho dijo, “Es una visión muy romántica de Roca. Lo que no se dice es que la campaña, se hizo por la tierra”. Y agregó: “¿Quién financió la Campaña del Desierto? La Sociedad Rural con bonos, cuatro pesos una hectárea. Inmediatamente después de la Conquista del Desierto, el señor Martínez de Hoz, presidente de la Sociedad Rural, recibió 2.500.000 hectáreas”.
Bayer continúa en el debate exponiendo, “Hay que decir lo poco humano que fue Roca. Como dice Félix Luna “habrá matado algunos centenares de indios, pero trajo el progreso…” Estancieros y terratenientes de aquel entonces se suscribieron y financiaron la campaña, y como resultado de ese exterminio, se repartieron 41 millones de hectáreas entre 1800 personas, con apellidos conocidos: Martínez de Hoz, Anchorena, Unzué, Roca. Los pueblos originarios y los inmigrantes fueron parte de la mano de obra barata, y por supuesto, parte del capital que ayudó a concentrar aún más la tierra en pocas manos. De esta manera, llegamos al día de hoy.
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Hoy, podemos decir que una parte de la sociedad ha caído bajo un sentido común que defiende a ultranza el “derecho constitucional a la propiedad privada” sin tener en cuenta el derecho humano a la vivienda digna, a la salud, a la educación y a percibir un salario no menor al valor de la canasta familiar. Las tomas de tierras de usurpadores capitalistas como Benetton, Lewis, Etchevehere y tantos otros, en este caso, con un gobierno “progresista”, expone una vez más a quiénes representan los partidos mayoritarios, el ejecutivo y los jueces.
Usurpadores y “Usurpadores” en la actualidad
Actualmente, con casi un 41% de pobreza, la desocupación que llega al 13,1%, o sea, más de 4 millones de desocupados, las familias no pudieron pagar más un alquiler, otras ya se encontraban en situación de calle, apenas pueden comer y, muchísimos desocupados son changarines. En medio de una pandemia, las medidas paliativas que tomó el gobierno son totalmente insuficientes. Las tomas de terreno se fueron dando porque no tienen donde vivir. Familias que viven a la intemperie, bajo la lluvia, el sol, soportando temperaturas extremas, sin baños y con una amenaza constante de desalojo y represión. Mujeres que se fueron de sus casas por violencia de género buscando un lugar para poder vivir con sus hijos e hijas, ya que corrían peligro sus vidas. Incluso con la incertidumbre de lo que puede llegar, viviendo una situación desesperante.
Guernica: Imágenes de otras oscuras épocas, una represión que no te olvidas más. Mujeres con sus niños llorando. Represión a los Organismos de Derechos Humanos y diputados que estábamos ayudando.Topadoras y quema de las casitas de quienes no tienen nada. #Tierraparavivir pic.twitter.com/AGQPIyzLJj
— Alejandrina Barry (@Barry__Ale) October 29, 2020
La solución está al alcance de la voluntad política del gobierno, pero no quieren ceder, ya que los terrenos sin dueños están destinados a la especulación inmobiliaria, como dan cuenta los countries que rodean Guernica, como también sucede en Nordelta o como pretende el gobierno de la Ciudad, destinando los terrenos de Costa Salguero a la construcción de lujosas torres inaccesibles para cualquier trabajador. Se continúa aplicando un modelo que excluye a las grandes mayorías, al ataque histórico contra los pueblos originarios hoy incorporan a la clase trabajadora pauperizada. En estos momentos, hay tomas en todo el territorio argentino, en la ciudad de La Plata, ex predio del Club de Planeadores, en el barrio platense de Los Hornos. Son 160 hectáreas, donde hoy viven más de 2.000 familias, unas 10.000 personas, el barrio “Los Ceibos”, donde hay más de 400 familias tomando terrenos y viviendas a medio construir, en Guernica con más 1400 familias, "El Hotelito" en villa 31, son 11 familias con 35 niños que se quedaron sin lugar para vivir, muchas de ellas víctimas de violencia de género y también en las provincias del interior como Chubut, Jujuy, Río Negro, etc.
Pero también debemos mencionar y no olvidar otras tomas que reciben un tratamiento distinto de parte de los gobiernos. Mientras, las mencionadas más arriba son criminalizadas por el ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, la ministra de seguridad de la nación, Sabina Frederic, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof y el mismísimo presidente de la nación Alberto Fernández, es notable el contraste cuando quienes son señalados forman parte de la clase dominante. Un claro ejemplo de esta doble vara es el caso del predio de la Sociedad Rural Argentina, el cual fue adquirido escandalosamente por debajo de su valor y a pesar de que la justicia pudo demostrar la estafa, ningún ministerio de seguridad parece estar planificando un desalojo.
Hace unos días, el propio Axel Kicillof reconoció que en los countries y barrios privados donde viven los ricos, la gran mayoría de ellos no tienen los “papeles en regla” y por lo tanto ni siquiera pagan los impuestos correspondientes. “Esas también son ocupaciones de tierras” reconoció el gobernador, pero con estas usurpaciones privilegiadas, el gobierno es condescendiente y ofrece tiempo para “regularizar la situación”. “Es claramente una posición de clase la que toman” palabras de Myriam Bregman, legisladora porteña del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), del FIT.
Otra toma “privilegiada” es la de los Clubes Naúticos que ocuparon ilegalmente los terrenos de la UBA desde hace 50 años. En la actualidad, el 1% de los dueños de las grandes extensiones de tierras maneja el 34% del total del territorio argentino. Y el 99% restante, los otros 2 tercios. Algunos nombres de ocupas de la burguesía son conocidos, Benetton con 900 mil hectáreas en la Patagonia, Walbrook de Gran Bretaña con 600 mil hectáreas en Mendoza, Elimeir Libersohn de Estados Unidos con 340 mil hectáreas en Rio Negro y La Rioja, y el inglés Lewis con 38 mil hectáreas, apropiándose ilegalmente de Lago Escondido.
Pero veamos un poco más cerca, en la Ciudad de Buenos Aires, uno de los ocupas más célebres y amigo del PRO, es Eduardo Elsztain, el propietario de Infraestructura Regional Suramericana (IRSA), que no deja de cementar torres de lujo, shoppings y todo para especulación en barrios donde vecinos exigen parques verdes. También Clarín, otro ocupa de elite que intercambia favores con el gobierno porteño y que hace unos años se apropió, literalmente, una calle en el barrio de Barracas. Al parecer, la criminalización y represión, sólo corre para los “sin techo”.
Familias reprimidas en Guernica
Miles de policías llegados desde distintos puntos de la provincia rodearon el predio de Guernica desde la madrugada del jueves 29 de octubre. A las cinco horas aproximadamente, comenzó la bestial represión, algunas mujeres con sus niñas y niños salían llorando del lugar. La policía bonaerense tiró gases lacrimógenos y balas de goma sin mostrar el más mínimo cuidado por los mayores y por las y los chicos. El ministro Berni dio la orden de pasar con las topadoras sobre las casillas, también las quemaron, la violencia de la policía fue exponencial. Hay detenidos y heridos, las familias y los jóvenes resistieron la represión por varias horas.
Las acciones avaladas por el Gobierno Nacional de Alberto Fernández y por el Gobierno Provincial de Axel Kicillof para con las 1400 familias de Guernica no se comparan con el tratamiento “especial” que se le brindan a la gran mayoría de los “propietarios” de countries. La represión es para las familias sin techo. Mientras, a los otros se les piden por favor que no evadan $1.500 millones al año. Este es el gobierno “nacional y popular” que se preocupa por los más necesitados.
Mi compañera diputada @Barry__Ale con familias y organizaciones solidarias con la lucha por vivienda en Guernica. Piden tierra para vivir, les dan balas de goma y gases lacrimógenos. Basta de represión. #GuernicaNoEstáSola #GuernicaResiste pic.twitter.com/W8R1kxOQjK
— Myriam Bregman (@myriambregman) October 29, 2020