El sábado se realizó la primera asamblea regional de La Plata, Berisso y Ensenada. Verónica, trabajadora del Astillero Río Santiago, habló en representación de las astilleras, relató sus condiciones laborales y resaltó la importancia de la coordinación con otros sectores.
Jueves 2 de julio de 2020 13:20
La participación de las y los trabajadores Astillero en la primera asamblea regional fue importante. Plantearon la situación de la fábrica y llamaron a retomar la tradición de coordinación junto a los jóvenes precarizados, trabajadores de otras industrias y estudiantes para enfrentar las consecuencias de la pandemia. A continuación el testimonio de Verónica, una de Las Astilleras.
Las vidas trabajadoras en la pandemia
"En nuestra fábrica, en el sector de Intendencia, hace unos días nos convocaron a trabajar luego de detectar un posible caso de Covid-19 de un compañero que se retiró con fiebre.
Nos convocaron incluso a quienes somos parte de los grupos de riesgo, sin embargo, varios nos negamos y no fuimos. Nos preocupa mucho cómo será la vuelta a la fábrica. Si van a estar garantizados todos los elementos de protección personal y de limpieza, si se va a medir la temperatura de cada uno de nosotros en el ingreso.
Hasta ahora hay un protocolo para quienes están prestando servicios de mantenimiento y vigilancia, y se instalaron en la entrada unos aspersores, mientras la ANMAT recomienda no utilizar este tipo de dispositivos de rociado de sustancias químicas sobre el cuerpo humano.
Nosotros somos quienes nos preocupamos por nuestra salud porque ni la conducción del gremio, ni los directivos del ARS lo hacen. Creemos que sería conveniente que cada sector elaborara su protocolo para reducir los riesgos de contagio, ya que no es lo mismo trabajar en la escuela, en un taller, en el comedor o en una oficina.
Impulsar un Comité de Seguridad e Higiene es una tarea fundamental para prepararnos frente a la desidia de las patronales. En este sentido, hay que recuperar el funcionamiento del cuerpo de delegados, que se encuentra paralizado desde el comienzo de la pandemia".
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Las mujeres del ARS se ponen al frente por todas sus demandas
"Hace unos meses, la Ministra de género visitó el ARS y se habló de la implementación de la Ley Micaela y de elaborar un protocolo contra la violencia de género. Transcurrió el tiempo y pese a nuestros reclamos, nada de eso pasó. La excusa fue que debido al comienzo del aislamiento preventivo y obligatorio no estaban las condiciones para avanzar.
Hace años que sufrimos acosos y distintos tipos de abusos por parte de supervisores. No se cumple lo que prevén mínimamente las legislaciones actuales para estos casos, muchas veces el denunciado sigue compartiendo espacios con su denunciante y no se lo separa del cargo. Además, existe una desigualdad en cuanto a la ocupación de cargos, lo que implica una desigualdad en cuanto a sueldos.
A las mujeres siempre se nos destina, no casualmente, a trabajos de servicio, como comedor o limpieza, o de administración. Esta desigualdad también se refleja en nuestros hogares, donde las tareas de cuidado siempre recaen en nosotras.
Todo esto es razón más que suficiente para poner por delante nuestras demandas y organizarnos en asambleas virtuales para comenzar a tratar inmediatamente estos temas".
El estado es responsable
"En el Astillero se están acondicionando containers que se destinarán como viviendas para mujeres víctimas de violencia machista, nos preguntamos ¿por qué containers? En la Provincia de Buenos Aires existen cientos de viviendas ociosas, que pueden destinarse para ese fin, o acondicionar otros espacios más adecuados para que una mujer que ha sufrido tanto, pueda habitar confortablemente junto a sus hijos.
En este momento, las consecuencias que está teniendo la cuarentena en la vida de las mujeres se volvió un problema de magnitud. El encierro agravó notablemente el problema de la violencia, llegando a registrarse un femicidio cada 27 horas. Pienso en las trabajadoras precarizadas que han perdido su empleo, en las trabajadoras de la primera línea, en las mujeres para las que el “quedate en casa” significa que tienen que convivir con su abusador.
Declarada la emergencia provincial en violencia de género, el presupuesto no debería ser impedimento alguno para poder dar una respuesta a la altura de las necesidades de las mujeres.
Bastaría con implementar un impuesto extraordinario a las grandes fortunas, que tanto se habla, pero que hasta ahora solo presentó y planteó discutir el Frente de Izquierda Unidad.
Por esto y mucho más, participamos de la asamblea regional para organizarnos junto a estudiantes, trabajadoras y trabajadores que la están peleando, quienes están sufriendo la precarización y el desempleo, para coordinar y fortalecer nuestra lucha. Porque queremos aprovechar estas nuevas herramientas que nos brinda la tecnología y prepararnos, mientras dure el aislamiento, para luego ganar las calles nuevamente para pelear como un solo puño".