En el marco de la toma del rectorado de la Universidad Nacional de Cuyo contra el veto del presidente Javier Milei a la ley de financiamiento educativo aprobada por el Congreso, los Trabajadores Precarizados en Lucha del barrio Flores acercaron su apoyo a la lucha estudiantil en defensa de la educación pública gratuita.
Lunes 14 de octubre 22:09
La ley vetada preveía un aumento salarial para los trabajadores universitarios atado a la inflación y el financiamiento necesario para el funcionamiento de las casas de estudio. Sin embargo, el Gobierno ha ejecutado la partida presupuestaria más baja en términos reales en 30 años, eliminando además el fondo fiduciario del Progresar, lo que dejó a miles de estudiantes sin beca.
En los primeros siete meses de 2024, el presupuesto universitario se redujo en un 31,5% respecto al mismo periodo del año anterior, agravando una situación ya crítica debido a una inflación del 211,4% en 2023. Estos recortes impactan directamente en salarios, programas de investigación, hospitales universitarios y otros servicios esenciales. Trabajadores Precarizados en Lucha (TPL) se hizo presente para expresar su apoyo a la causa estudiantil. Una de sus voceras, Maria Elena, tomó la palabra frente a los estudiantes, compartiendo un discurso cargado de gratitud y llamado a la unidad para enfrentar las políticas del gobierno actual.
"Primeramente, agradecerles a ustedes por el enorme esfuerzo que están haciendo por tener el valor de defender esto que nos incumbe a todos", comenzó la representante de TPL, quien visiblemente emocionada, destacó el coraje de los estudiantes en la toma. "La salida de esta situación en la que nos está poniendo este gobierno es la unidad, la unidad de todos, porque simplemente con unidad vamos a poder salir de esta situación", agregó, remarcando que sólo mediante la organización colectiva se podrá enfrentar la precarización y la exclusión.
El reclamo central del movimiento estudiantil, que aboga por una educación pública, gratuita y accesible, fue respaldado fuertemente por los trabajadores. "La educación tiene que ser accesible para todos, porque no hay otra manera", continuó Maria Elena, haciendo hincapié en la importancia de que la educación no sea privatizada ni arancelada, ya que es una herramienta fundamental para mejorar la vida de las personas y romper con la explotación laboral.
"La educación no puede ser restringida, no puede ser arancelada, la educación tiene que ser libre para que todos podamos superarnos. El gobierno tiene miedo de que estemos preparados, de que nos organicemos, y le tiene miedo a esto, a las tomas", afirmó, señalando que las autoridades temen el poder de la organización popular, tanto de los estudiantes como de los trabajadores.
Durante su intervención, la representante de TPL subrayó la conexión entre la educación y la lucha de los trabajadores precarizados, afirmando que la falta de acceso a la educación perpetúa la precariedad laboral: "Gracias a la educación, muchos podemos salir del trabajo esclavo, porque sin educación, estamos destinados a eso". Además, destacó que la organización que representa, integrada por trabajadores de distintos sectores, comparte la misma aspiración: que las futuras generaciones puedan tener una vida digna.
"Nosotros no queremos que el día de mañana nuestros hijos sean peones como lo somos nosotros. Queremos que tengan una vida, un futuro mejor, pero esto solo lo vamos a conseguir con esto que están demostrando hoy día, todos ustedes, con unidad y con valor", sostuvo, destacando la necesidad de continuar la lucha colectiva y de sumar fuerzas para defender la universidad pública.
La oradora cerró su mensaje reiterando el compromiso de Trabajadores Precarizados en Lucha con la causa estudiantil y la unidad de los diferentes sectores: "Acá está toda la gente que quiere luchar, y mañana vamos a estar todos para defender la universidad, y nos vamos a sumar más. Muchas gracias a todos ustedes, muchísimas gracias".
Con palabras de aliento y un firme llamado a la unidad, la participación de TPL en la toma universitaria refuerza la idea de que las luchas por la educación, el trabajo digno y los derechos básicos deben ir de la mano, mostrando que la organización es el camino para enfrentar las desigualdades.
