De acuerdo con un informe de la OIT América Latina reporta una pérdida de horas laborales equivalente a 47 millones de empleos. Es la zona más golpeada a escala global.
Jueves 2 de julio de 2020 01:44
En menos de un mes las previsiones de la Organización Internacional de los Trabajadores (OIT) han empeorado respecto a sus ya pesimistas predicciones, antes de comenzada la crisis sanitaria.
En mayo, el organismo internacional anunciaba una pérdida del 10.7 % de los empleos existentes, algo así como 305 millones de empleos en el mundo. Una cifra ya de por si escandalosa.
Sin embargo, en su informe más reciente, la OIT reportó que de mayo a julio las horas laborales han disminuido en un 14%. El equivalente de este porcentaje en horas, dividido entre 48 (horas), lo que dura (idealmente) una semana laboral, da como resultado el estimado de que en el mundo se han perdido 400 millones de empleos, solo en el sector formal.
Sólo en América Latina, se han perdido 47 millones de puestos laborales. Es decir, ha existido un decremento del 20.5% de sus horas, 6% más que el promedio mundial.
Si a esta cifra, se le sumara el porcentaje de empleos perdidos en Estados Unidos y Canadá, el porcentaje caería al 18.3%. Sin embargo, esto sigue siendo una cifra mayor al caso de Europa y Asia Central (13.8), Asia y el Pacífico (13.5%), los Estados Árabes (13.2%) y África (12.1%).
A nivel mundial, las mujeres son las más golpeadas, no sólo por ser las más expuestas en los centros de salud, cuidados y hospitales, también por su rol dentro de los sectores más afectados por la crisis como la hotelería, el comercio, la restauración y la industria manufacturera.
Según las estimaciones de la OIT:
“510 millones de mujeres empleadas en el mundo (el 40% del total) “trabajan en los cuatro sectores más afectados, frente al 36,6% de los hombres.”
Tres escenarios posibles, en todos pierden los trabajadores
La OIT reportó que según las previsiones pueden existir tres escenarios.La visión optimista implicaría una recuperación en los próximos meses que permitiera terminar el año con una pérdida de sólo el 1.2% menos de horas laborales, respecto al año anterior. El equivalente a 34 millones de empleos.
Sin embargo, todo apunta que esta opción es casi imposible.
En un segundo escenario, si las condiciones laborales y las actividades pueden ser reactivadas de manera generalizada, la caída en horas trabajadas para el último semestre será sólo del 4.9% menos respecto al último trimestre del 2019. Esto sigificaria la pérdida de 140 millones de trabajos de tiempo completo.
En el último escenario, si los contagios mantienen el ritmo que tienen hasta ahora, y los gobiernos siguen sin aplicar testeos masivos, se tendrían que reactivar las medidas restrictivas y la suspensión de actividades. Esto podría ocasionar que las horas perdidas alcanzaran el 11.9 %, es decir, una pérdida de 340 millones de empleos. Una previsión que termina por ser optimista, si se calculan las consecuencias laborales que la pandemia ha dejado a nivel mundial.
De acuerdo con el organismo internacional, el 93 % de los trabajadores que figuran dentro de estas cifras, vive en países donde las restricciones económicas y laborales han sido muy altas, por lo que las medidas que sus gobiernos tomen, podrían tener consecuencias económicas y laborales con consecuencias hasta el año 2030.
Desde que la pandemia comenzó, el discurso que se ha promovido es que “estamos todos juntos en esto”, expuestos a los contagios, el desempleo y el hambre. Sin embargo, las cifras otorgadas por la OIT revelan un secreto a voces: los trabajadores somos los verdaderos perdedores.
Urge que se decreten impuestos progresivos a las grandes fortunas, prohibición de despidos, plenos derechos laborales para todos los trabajadores, así como testeos masivos para controlar la pandemia. Basta de que las consecuencias de esta crisis recaiga sobre nuestras espaldas.
Mariel Ochoa
Estudiante de la FCPyS