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Red Internacional
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Mundo Obrero. Trabajadores despedidos de MAM reparten pan dulce en agradecimiento al apoyo de la comunidad

El centro de Neuquén hoy fue escenario del agradecimiento de los obreros de MAM al apoyo de la comunidad que ha colaborado con su lucha, apoyándolos, juntando alimentos y colaborando al fondo de lucha de los trabajadores. Solidaridad de clase que emociona.

Jueves 21 de diciembre de 2017 14:21

Los madereros de MAM llevan adelante una dura pelea por sus puestos de trabajo. Son muchos meses que llevan sin cobrar sus salarios, y como dicen ellos, el apoyo de la comunidad ha sido fundamental para sostener todos estos meses la pelea por la reapertura de la fábrica y la defensa de los puestos de trabajo.

Cuando la lucha se transforma en solidaridad concreta, eso es lo que podría definir la respuesta que tienen los obreros de MAM cada vez que se suben a la ruta a pedir fondo de lucha, o cuando llegan al acampe donaciones de alimentos con nombres de escuelas, docentes y alumnos que aportan lo que pueden. Trabajadores de diferentes ramas se hacen un momento para pasar por la ruta 7 del parque industrial de Neuquén y aportar a estos trabajadores que se plantan contra los despidos.

La solidaridad se transforma en un acto cotidiano. Un grupo de trabajadores petroleros acercaron cajas navideñas, las obreras textiles que juntaron aportes al fondo de lucha, hace horas nomás más de 80 artistas realizaron las jornadas “Teatro por MAM”, donde en dos días se juntaron 70 mil pesos para el fondo de huelga de los madereros.

Estas acciones se replican por cientos de ejemplos. Artistas reunidos en asamblea en los portones de la fábrica mientras acababan de ser reprimidos y desalojados los obreros de MAM, diciendo que no era una respuesta solidaria, sino que se reivindican como trabajadores del arte, hermanos de clase de los obreros en lucha.

Los madereros y su comisión de mujeres emocionan, interpelan, impactan. No es para menos, son compañeros que tienen muchos años trabajados para la patronal Bergese. Quien los vea con sus mamelucos verdes se da cuenta enseguida que se trata de obreros y obreras con un promedio de edad que va de los 30 a los 64 años inclusive. Un ataque tremendo de una patronal que quiso imponer de “hecho” la reforma laboral desde el año pasado. Quitando derechos laborales, como la suspensión de la obra social que tienen estos trabajadores hace ya un año, o como lo fue haber dejado en la calle a una decena de trabajadores que se jubilaban a fin de año, o en pocos meses.

Este atropello contagia la rabia de semejante injusticia. La comunidad toda sabe que esta lucha no la pueden quebrar por hambre. Estos seis meses han demostrado esta solidaridad de clase. Son laburantes y eso genera una empatía enorme, como pasó con las Leonas de textil Neuquén que lograron conquistar la continuidad de los puestos de trabajo y que le devolvieran las máquinas gracias al enorme apoyo popular.

Los trabajadores de MAM no están solos, y en este hermoso gesto de devolver a la comunidad y el pueblo trabajador un agradecimiento por el apoyo recibido, muestra que la unidad de los trabajadores se fortalece un poco más, cada vez que aportás a su lucha, cada vez que ponés una moneda para que puedan seguir bancando la pelea, cada vez que pasas por la ruta y acompañás con un bocinazo que es como un abrazo fugaz.

Cada vez que decimos que en MAM todos tienen que entrar a sus puestos de trabajo, estamos diciendo también que el ajuste, la represión y los despidos se pueden enfrentar.

Por una navidad sin familias en la calle, dicen los madereros, quienes invitan a todo aquel que quiera acompañarlos a pasar la navidad con ellos en el acampe.

¡Acompañemos a estos obreros y sus familias que dicen bien fuerte: Familias en la calle nunca más!