Cada 26 gritamos: ¡Justicia por Johana! No la olvidamos. Se cumplen 3 años de su desaparición. La lucha que llevaron adelante por la aparición de Johana su mamá Marta, su familia, amigas, amigos y movimiento de mujeres y disidencias también tiene que ser recordada.
Sábado 25 de julio de 2020 11:50
Fotos: Enfoque Rojo/ Joaquín Díaz Reck
Johana fue desaparecida el 26 de julio de 2017, la última vez se la vio en la estación de servicio de 1 y 63 de La Plata. Desde ese día comenzó una lucha testigo en la región. Fue y es una muestra del carácter de clase y patriarcal que tiene el Estado, donde miles de mujeres desaparecen en “democracia” y son víctimas de las redes de trata para la explotación sexual.
¡Nosotres si la buscamos!
A lo largo de la búsqueda la madre de Johana pidió tres audiencias con la gobernadora Vidal y ninguna fue contestada. Tampoco el intendente Julio Garro la recibió. En primera instancia la causa estuvo en la manos de Betina Lacki a cargo de la Fiscalia Nª2 quien tampoco escuchó a la madre dejando pasar tres valiosos meses, cruciales para la búsqueda de una persona.
Además de no apartar a la bonaerense de la investigación como lo solicitó la familia tampoco accedieron al cambio de la carátula de “averiguación de paradero” a “desaparición forzada” ante el eventual delito de trata, teniendo en cuenta que todos los datos aportados tenían como principal hipótesis que había sido secuestrada por una red de trata.Tampoco se le dió intervención concreta a la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex) como pedía la querella.
Luego la causa pasó al Juzgado Federal Nº 1 de La Plata, a cargo de Ernesto Kreplak, donde en casi un año tampoco puedo esclarecer los hechos y avanzar en aportes sustanciales en la causa. En marzo de 2019 la causa pasó a manos del juez Adolfo Gabino Ziulu quien, aunque al principio se mostró comprensivo con la madre, luego del hallazgo de los restos de Johana ordenó el secreto de sumario que se extendió 21 días, con el fin de emprolijar tareas y sobre todo aquietar las tensiones que surgieron producto de las negligencias provinciales.
La familia de Johana también sufrió hostigamiento y maltrato por parte de la Policía Bonaerense, por los que se fueron realizando denuncias públicas y escritas presentadas al Juzgado y se exigió que esta fuerza también fuera investigada.
Tres años de Impunidad
Marta cuenta que la causa no ha tenido avances. Que se sigue investigando pero no con una profundidad que necesita. “Hoy a 3 años de su desaparición forzada seguida de femicidio, la zona donde desapareció Johana sigue siendo la misma zona, se sigue manejando con la complicidad de los personajes de la comisarias cercanas como la Novena".
El 30 de abril del 2019 nos enteramos que los restos que habían sido hallados en ¡agosto de 2018! en la playa Palo Blanco de Berisso, pertenecían a Johana, según el informe del laboratorio de huellas genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA.
El giro del caso causó conmoción y desconcierto, al destapar una cadena de negligencias que hicieron perder ocho meses de investigación. La justicia tenía estas pruebas, corriendo en otra causa que no fue cruzada y había un cotejo parcial de ADN.
La exigencia de justicia viene de la mano de la firme denuncia por la falta de respuestas por parte del Estado y de la Justicia en particular; que se traduce en no haber avanzado después de 3 años, en encontrar a los responsables del secuestro y posterior femicidio de Johana, que sigue impune.
“Lo que no se hizo bien fue no tomarse en serio la desaparición de Johana” nos dice Marta. “Johana fue juzgada y re juzgada por un poder judicial por el lugar de donde se la llevaron, porque si hubiese desaparecido en una zona céntrica hubiese habido otra clase de búsqueda. Ella estaba en un estado de prostitución, siendo el gobierno anterior quien la llevó a ser esa Johana.”
No es un caso aislado. Según datos actualizados a mayo del 2017 por el informe “desaparición en democracia” elaborado por la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), hay 3.228 mujeres, niñas y adolescentes desaparecidas en nuestro país.
Johana, como las miles de mujeres y niñas que son víctimas de femicidio y desaparición en manos de redes de trata, sufren la violencia de un Estado y una justicia patriarcal y de clase. Que también se expresa en el abandono sistemático que padecen estas mujeres y niñas, más aún cuando están en condiciones de extrema vulnerabilidad como Johana.