Trump contra los migrantes acusándolos de terroristas
Miércoles 9 de agosto de 2017
Según un reportaje en el New York Times, el pasado 28 de julio exactamente a la misma hora, Trump desde EU y Jeff Sessiones desde El Salvador declararon la guerra contra los maras, un “peligro para la seguridad estadounidense”, señalando a la MS-13 para fortalecer su campaña anti inmigrantes.
Según señalan, en Long Island, una isla en el estado de Nueva York en la costa este de los EU, desde el 2016 los asesinatos supuestamente causados por integrantes de la Mara Salvatrucha han alcanzado 17 víctimas y los maras han resurgido con fuerza y se han convertido en un “poderoso cartel del narco” al que sólo puede identificársele como “grupo terrorista”.
Habría que remontarse a los 90’s y la política de deportaciones masivas por parte de EU que expulsó a cientos de pandilleros de vuelta a sus países de origen, inaugurando los grupos de maras en El Salvador, pero deportando también a cientos de centroamericanos que migraron al norte, arriesgando sus vidas, para buscar trabajo y mejores oportunidades para sus familias.
En un gran sentido, el fortalecimiento y extensión de los grupos criminales y pandillas está directamente relacionado con la imposibilidad de obtener empleo, la falta de educación, la militarización y paramilitarización de los territorios y la inolvidable política de expoliación milenaria que ha devastado todo recurso natural de los pueblos centroamericanos.
Esta política precedió el financiamiento estadounisense a los grupos paramilitares que combatieron la lucha obrera y popular en Centroamérica, como la revolución sandinista en Nicaragua o la lucha del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional en El Salvador.
Como en esa época, la campaña de terror y señalización desplegada hoy contra la MS-13 da un coletazo xenófobo al conjunto de la población latina y migrante que radica en los Estados Unidos que busca criminalizarlos y obtener recursos para construir el muro.
En su discurso por los 100 días de gobierno, Trump mezcló indiscriminadamente a los inmigrantes con “pandilleros, traficantes de drogas y asesinos”, incluso comparó a la MS-13 con Al Qaeda “en términos de maldad” según datos de un “general muy respetado”. Además, acusó a Obama de permitir el ingreso de grupos criminales como la MS-13 producto de sus “débiles políticas migratorias”.
La MS-13 le responde a Trump
Según el Congreso, la MS-13 es “la pandilla más organizada y más notoria por su violencia” de todo EU y ahora es identificada como una “organización criminal transnacional”.
La Mara Salvatrucha tiene un número de miembros y simpatizantes estimado en 10 mil sólo en los Estados Unidos, y aunque no es un dato verificable, permite darse una idea sobre la difícil condición que enfrentan los y las migrantes, flanqueados por las pandillas -de cuya violencia en sus países de origen salen huyendo-, por la policía racista y asesina y por el discurso xenófobo de Trump.
En un artículo publicado por OnceNoticias, varios pandilleros entrevistados le responden a Trump, reflejando el odio a la casta política y a la política tradicional que mantiene en la pobreza a millones de centroamericanos. Denuncian también la instrumentalización de los grupos pandilleros para hacer política demagógica por parte de distintos funcionarios públicos y políticos pro empresariales.
“Él es más, de los muchos que nos usan para su propaganda barata como todo presidente de todo el mundo, siempre buscan al más débil para hacer propaganda y pues la MS13 siempre va ser el chivo expiatorio de todos los gobernantes. So, no hay mucho que esperar nada más que seamos la carne para los políticos.”
Trump “es un hijo de puta, que la va a cagar y la está cagando con las leyes. Va a joder a los pobres como yo”.
Trump afectará a la MS-13 “con más deportaciones, más duras las leyes, va a querer cambiar la ley que acaba de entrar donde muchos homies que están haciendo vida [en la cárcel] iban a salir”.
“La siguiente generación de la MS13 serán nuestros hijos. Americanos con nuestra furia y nuestro rencor en la sangre”.
Los trabajadores latinoamericanos y de otras nacionalidades en los Estados Unidos (asiáticos, africanosm etc) son un fuerte componente de la clase obrera multiétnica del país del norte. Debemos pelear por los plenos derechos laborales a toda la comunidad migrante, contra el discurso xenófobo y racista de Trump la unidad de los explotados contra el muro y las deportaciones.