En la UNJu que preside Rodolfo Tecchi, también Presidente del CIN (Consejo Interuniversitario Nacional), no pueden votar autoridades el 72 % de los estudiantes y solo logra recibirse 1 de cada 20 de los que ingresan.
Martes 13 de marzo de 2018 09:56
El 16 y 17 de abril se realizaran las elecciones de autoridades en toda la UNJu. Estas elecciones serán las primeras que se realizarán bajo el nuevo estatuto que aprobaron las autoridades universitarias en 2015. El mismo plantea un esquema de elección directa ponderada. La elección definirá las nuevas autoridades: Rector, Decanos por facultad, así como representantes a los Consejos Académicos y al Superior.
En una elección que parece cantada, con una sola lista a Rector –a casi un mes de las elecciones-, pactan entre el PJ y el radicalismo acuerdos sobre la distribución de la caja de la Universidad. La crisis educativa que atraviesa, con una de las tasas más bajas de egresos del país, plantea la necesidad de que los estudiantes presenten un programa activo que garantice una verdadera educación pública, aliado a los docentes y no-docentes.
¿Cómo funciona el sistema de elección ponderada?
El nuevo estatuto plantea una nueva modalidad de elección directa ponderada. Los estudiantes, docentes, graduados y no-docentes ahora podrán votar directamente a las autoridades pero sus votos tienen un valor absoluto diferente. En el caso de los docentes sus votos constituirán el 50% del total, el de los estudiantes el 33%, el de los graduados el 11,1%, y de los no-docentes el 5,5%. Esta ponderación surge de conservar la actual composición del co-gobierno universitario en el cual por facultad hay 9 concejeros docentes, 6 estudiantiles, 2 egresados y 1 no docente.
A su vez en la elección de Rector, que será en simultáneo, esta proporción por claustro se combinará con una ponderación por facultad que le dará a cada unidad académica un porcentaje determinado en función de su tamaño. Para el caso del voto de los estudiantes el mismo al momento de elegir al Rector tendrá un valor diferente según de qué facultad provenga. Con los valores de los padrones de elecciones anteriores, en el caso de los estudiantes esta ponderación aproximada sería por: Humanidades el 30%, Ingeniería el 25%, Económicas el 23% y Agrarias el 22%.
Con este sistema de ponderación el sector que define prácticamente el resultado de la elección son los docentes, incluso dentro del claustro no todos los docentes votan, aquellos interinos que no “ingresaron a carrera” y los adscriptos no pueden votar. Por otra parte, los estudiantes, que son la gran mayoría de la comunidad universitaria, no tienen una representación acorde.
La reforma que dice democratizar el co-gobierno universitario deja afuera a más de la mitad de la comunidad universitaria. La injusta realidad es que la mayoría está impedida de votar, resultando más antidemocrático que el sistema electoral nacional donde cada 2 años en las elecciones ejecutivas y legislativas nacionales cualquiera puede votar y el voto de un estudiante, un profesor y un no docente vale lo mismo.
En vísperas del centenario de la “Reforma de 1918” impulsada por el movimiento estudiantil que desató un extendido proceso democratizador de las Universidades cuestionando el oscurantismo clerical, las autoridades universitarias de la UNJu, ofrecen a los estudiantes un sistema de “voto calificado” que hace recordar a la oligarquía conservadora inspirada en la Ley 140 de Juan Bautista Alberdi de 1857. Si en ese entonces, las familias terratenientes y acomodadas tenían su lugar seguro en el Estado, en este caso con este sistema de elección las autoridades peronistas y radicales que gobiernan la Universidad tendrían asegurado seguir haciéndolo en un acuerdo común tras la lista a rector de Rodolfo Tecchi y Ricardo Slavutsky (actual Decano de Humanidades) que lanzaron a fines del año pasado su fórmula.
Un régimen infame: 72 % sin voz ni voto en la UNJu
Según el nuevo estatuto solo podrán votar autoridades los estudiantes “activos plenos” de cada facultad. Para esta categoría cada estudiante debe tener 2 materias aprobadas el año lectivo anterior, quedan afuera entonces los estudiantes que cursan pero no han rendido, así como el conjunto de los ingresantes. La realidad de la UNJu, refleja la desigualdad estructural de la provincia; solo podrán votar entre el 25 y 28% de los estudiantes mientras que más del 70% no cumple estas condiciones. El trabajo precario que vive la mayoría de la juventud, la maternidad y paternidad joven son las principales causas. Las políticas inclusivas completamente insuficientes del estado, con becas limitadas de 1.200 pesos por mes, hacen que los estudiantes no puedan costear sus estudios y muchas veces terminen abandonando. En Jujuy solo llega a recibirse 1 de cada 20 estudiantes que ingresan en la Universidad.
En esta elección un puñado de docentes, con salarios altísimos y participes de las agrupaciones peronistas y radicales, resuelven por más de 15.000 estudiantes. Este grupo minoritario le garantiza a las autoridades del PJ y del radicalismo seguir gobernando la UNJu para sus propios intereses, cobrando salarios altísimos que superan los 250.000 pesos en el caso de Tecchi y cerca de 100 mil los decanos. El PCR forma parte de este acuerdo del régimen universitario, teniendo representantes en el Consejo Superior junto con el PJ por Humanidades y son el Vice-Decanato de la facultad y conducen el 50 % de las cátedras.
Este grupo de parásitos cobra salarios altísimos administrando la decadencia de una universidad que no puede darle permanencia ni al 5% de sus estudiantes. Mientras que desde sus cómodos sillones utilizan los recursos de la Universidad para montar institutos de investigación junto con grandes multinacionales mineras o los terratenientes negreros del tabaco que solo persiguen un fin de lucro, impidiendo un verdadero avance de la ciencia.
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Nuestra educación vale más que sus ganancias
Son los estudiantes, aliados a los docentes y no-docentes los verdaderos interesados en cambiar este régimen infame. Los números hablan solos, las autoridades se enrriquecen, pactan para mantener este régimen, ocultan sus negocios. Transformar la UNJu es tarea de quienes defienden la educación pública.
Hacia las próximas elecciones desde la agrupación Juventud a la Izquierda - Frente de Izquierda vamos a plantear una serie de propuestas para resolver los problemas estructurales que atraviesa la Universidad, partiendo por democratizarla y organizarla para atacar los problemas materiales que hacen que miles no puedan avanzar con su carrera o abandonen sus estudios y además para que la Universidad ponga todo su capital intelectual, científico y recursos al servicio del pueblo trabajador.
Una verdadera elección democrática partiría de plantear una persona, un voto. Donde el voto de un estudiante, un docente y no docente valga lo mismo. Y constituir un co-gobierno con mayoría estudiantil, claustro único docentes y participación de los no docentes con voz y voto. Estos cambios en el co-gobierno deben impulsar políticas que ataquen de fondo la deserción. Como un plan de becas integrales masivas para que todos podamos estudiar garantizado sobre impuestos progresivos a las grandes fortunas, guarderías para todos los y las estudiantes con hijos, garantizar la triple banda horaria sobre la base de crear nuevos cargos de planta docente. Pelear contra la precarización laboral y que se trabaje 5 días a la semana, 6 horas, para que trabajar no le implique dejar de estudiar.
La Jujuy joven y trabajadora demostró su hartazgo a la casta de los Morales y los Rivarola en las elecciones del año pasado apostando a un trabajador como Alejandro Vilca y los referentes del FIT. En las próximas elecciones a Rector y Decanos, el aparato peronista y radical, está utilizando todos los métodos clientelares y aprietes de siempre para que eso no se exprese. Tienen miedo de lo que pasa cuando se denuncia que viven con salarios altísimos mientras condenan a la mayoría a no poder terminar sus estudios. Desde la izquierda se planteara una alternativa para resolver la crisis educativa que atraviesa la universidad y terminar con la casta privilegiada, ¿Qué pasaría si los estudiantes lo toman en sus manos?