Las implicancias de la aplicación de les LES menemista en la UNLaM, que mantuvo el Kirchnerismo. La herencia desde la que el PRO quiere avanzar contra la educación pública.
Lunes 27 de junio de 2016 13:11
La Ley de Educación Superior (LES) fue sancionada y promulgada en 1995 durante el gobierno de Menem en medio de una gran lucha del movimiento estudiantil que se oponía a su aprobación. Si bien La LES no pudo cumplir en estos 20 años su objetivo de máxima que era avanzar en el arancelamiento total y privatización liquidando la conquista de la universidad pública y masiva -gracias a la resistencia de docentes y estudiantes- sí logró cumplir el objetivo de avanzar en la elitización y mercantilización: a través de las acreditaciones de carreras a la Coneau (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria), las modificaciones de los planes de estudios con una orientación hacia las necesidades empresariales, con la degradación del título de grado en beneficio de un gigantesco florecimiento de posgrados pagos, la generalización de convenios con grandes empresas, el establecimiento de cupos y restricciones en el ingreso a la educación superior.
La Universidad Nacional de La Matanza, tiene –según informa la Secretaria de Políticas Universitarias- un presupuesto anual de $822.105.965, uno de los más bajos por estudiante de todas las universidades nacionales. Mientras desde hace meses que está en discusión el aumento de tarifas que viene realizando el PRO y el insuficiente presupuesto de la universidades públicas para hacer frente a dichos aumento, la propuesta de las autoridades fue “apagar la luz” y sumarnos al ahorro energético, mientras avanzaron en medidas de ajuste, con intento de privatización de Tecnicaturas, despidos de docentes en medicina y de estudiantes precarizados en convenios con el estado. El Rector Martínez, que responde al FPV, se convertía en noticia en los medios por ser el impulsor de una cautelar que ataca el Ingreso irrestricto en defensa del curso de ingreso y los cupos que rigen desde el año 1996 en la UNLaM, justo inmediatamente después de la aprobación de la LES. La Ley de Educación Superior del Menemismo – sostenida durante los gobiernos Kirchneristas – fue de gran ayuda para profundizar la injerencia de empresas privadas, fuerzas de seguridad, convenios con empresas y modificación de los planes de estudio, y la posibilidad de generar “recursos propios” que atentan contra el carácter público de las universidades. La Izquierda Diario presenta solo algunos datos que demuestran de qué se trata. Echemos un vistazo:
En la UNLaM 17 tecnicaturas pagas funcionan en la escuela de formación continua, donde cada estudiante abona $500 pesos mensuales por materia que cursa. Cada estudiante implica un ingreso en recursos propios para la universidad de entre $32.000 y $56.000 (entre 16 y 28 materias por carrera). Recientemente, hemos visto como, con la excusa de la falta de presupuesto y el aumento de las tarifas, las autoridades quisieron arancelar la Tecnicatura de sonido, que frenaron los estudiantes y docentes organizados en asamblea. También debemos sumar las 11 maestrías y 9 especializaciones o postgrados que tienen una matrícula de $2400 y un valor anual que ronda los 20 mil pesos.
Con muchos jóvenes que confiaron en el kirchnerismo nos hemos encontrado en las calles, en las aulas, en la defensa honesta de la educación pública. “El proyecto”, que prometía que desde el estado se iba a avanzar en una trasformación social profunda en argentina, hoy muestra como cara visible a José López como símbolo de los funcionarios que se enriquecieron con la obra pública y viven como millonarios, y muchos que creyeron honestamente están desilusionados. Quienes somos parte de la Izquierda Diario y del Frente de Izquierda, los llamamos también a pelear por la educación pública, pero cuestionando esta pesada herencia que dejo la Ley de Educación Superior, que peleamos por anular. La UNLaM es también un modelo de educación desde donde el FPV tejió sus alianzas con los gobernadores del conurbano, con la policía asesina, y con grandes empresas privadas que hacen negocios con la educación publica, en donde mas allá del relato la política del kirchnerismo fue continuidad de los 90, y representa una pesada herencia de la que el Macrismo se sirve para avanzar en sus planes de ajuste. La masiva movilización del 12 de mayo, donde 40 mil personas salieron a las calles en defensa de la educación pública, fue una demostración de que solo podemos confiar n nuestras propias fuerzas, la de los estudiantes y los docentes organizados desde abajo para lograr torcerle el brazo al plan de ajuste sobre la educación pública que el gobierno de Macri quiere profundizar.