El anuncio del gobierno de un futuro acuerdo con el FMI para estabilizar la economía, muestra que los jóvenes no podemos esperar nada. Ante esto, la importancia de impulsar una campaña por el no pago de la deuda para que la crisis la paguen los empresarios y especuladores.
Martes 22 de mayo de 2018
En estos últimos meses vimos como pasó una tormenta de sucesos, donde el dólar se devaluó, se anunciaron tarifazos y el FMI apareció ahora como el garante de la estabilidad económica del país. La comunicación oficial intenta mostrar a este organismo como el auxiliador financiero y el PJ es el garante de la gobernabilidad que necesita Cambiemos para llevar adelante el plan ajuste que nos piden.
Para los jóvenes, este plan de ajuste implica que se sigan profundizando los problemas estructurales que acarreamos de gobiernos anteriores. El kirchnerismo pagó alrededor de 200 mil millones de dólares en materia de deuda, y el macrismo, en lo que va de su gestión, 105 mil millones de la misma moneda. Un número bastante grande que si se utilizara para becas integrales, se solucionaría el problema de la deserción en las universidades.
Este Gobierno, ni siquiera intenta reflotar algún tipo de política para la juventud. Macri, de forma demagógica, había reflotado en un momento, la política de primer empleo. Aunque aparecía como una medida que generaría puestos de trabajo en los sectores juveniles, nunca se llevó a cabo, y en realidad se mostraba como una nueva forma de precarizar a la juventud.
Tras estos dos años de “no política” hacia los jóvenes lo único que se hizo fue mantener las condiciones precarias en las cuales vivimos día a día. Según el INDEC, las tasas de desempleo para las mujeres jóvenes menores de 29 años ronda los 18% mientras que para los varones es de 11%. Para el Gran Buenos Aires la tasa para mujeres está en el 21 % y para los varones en el 12 %.
El desempleo es una situación que disminuye las posibilidades de los jóvenes de desarrollarse en sus estudios o en actividades recreativas.
Asimismo, estos son más sensibles a los movimientos en el ciclo económico ya que los trabajadores y las trabajadoras jóvenes, no poseen una cierta estabilidad laboral.
¿Cómo vivimos? Algunos indicadores
Este acuerdo con el FMI, en principio, profundizaría los problemas que hoy existen dentro del sector de la juventud. La política estatal estaría destinada a reducir el déficit fiscal para poder pagar la deuda externa y seguir manteniendo el negocio de los especuladores.
Un futuro ajuste en las cuentas fiscales o la aplicación de la reforma laboral profundizaría las condiciones en las cuales ya viven miles de jóvenes. Según la encuesta de jóvenes de la Provincia de Buenos Aires, solo “El 47,0% de los jóvenes trabaja actualmente y 17,3% no trabaja pero lo hizo alguna vez”.
A su vez, en Argentina conseguir un empleo en blanco y con un sueldo por encima de los 17 mil pesos, es casi una utopía. Y el primer empleo en general se consigue gracias a contactos. Al respecto se señala “Se observa como principal forma de acceso al mercado laboral, a los contactos personales con un 71,9% para el primer trabajo. El segundo canal más declarado es el contacto directo con el empleador (10,0%)”.
Esta situación no es de extrañarse ya que para encontrar empleos y más siendo el primero, la juventud navega por todos los sitios de agencias que nos brindan empleo.
Muchos jóvenes pasan semanas sin que los llamen y otros viajan de entrevista en entrevista sin ningún éxito. Terminando así en trabajos tipo changas.
Una encuesta financiada por McDonald´s y realizada por la UCA, reveló que “Más del 70% de los jóvenes encuestados destacaron que la falta de oportunidades en el mercado y la falta de confianza en las nuevas generaciones también son grandes obstáculos a la hora de buscar empleo".
A su vez mostró que “De los 400 argentinos de entre 16 y 27 años que contestaron la encuesta” (…) “el 81% señaló como una de las principales características de un primer empleo el equilibrio entre bienestar y estudio.”
Esta misma situación sucede en el Gran Buenos Aires donde los motivos por los cuales los jóvenes nunca trabajaron se “atribuye no haberlo hecho a que está estudiando (58,2%)”, como marca la encuesta de PBA. Solo un sector minoritario consigue un trabajo que permita tener cierta flexibilidad para estudiar. Además, el segundo motivo es por obligaciones familiares con un 15% y estar buscando trabajo y no lo encuentra un 6.3 %
En CABA se da un análisis similar donde solo el 23 % de los jóvenes consigue un trabajo y además estudia. Uno de cada siete económicamente activos, no tiene trabajo y busca uno (esto equivale a 54.000 jóvenes).
De los que están ocupados solo 41.4% esta en relación de dependencia en blanco. Mientras que el 25 % lo hace pero forma no registrada y el 12 % trabaja en changas o formas eventuales.
¿Y las Universidades?
En 2017 el presupuesto destinado para las universidades del conurbano fue de 450 millones de dólares mientras que lo que se pagó de deuda ascendió a los 60.000 millones de dólares
Para este 2018 lo presupuestado para la UBA es de U$S 660 millones a un valor de dólar a 25. Según el Observatorio de la Deuda, para este 2018 el monto total de pagos de deuda externa (no cuenta el acuerdo del FMI) aspira a alrededor U$S 64.000 millones.
Así es que el gobierno, destina mucho mas dinero a pagar la deuda y solventar ganancias a los especuladores que a sostener la educación publica.
Si en vez de pagar la deuda se destinara todo ese egreso a becas estudiantiles se podría brindar 11 millones de becas anuales de 11.500 pesos por mes.
De esta manera este tipo de problemas se tenderían a solucionar. Por ejemplo según la encuesta señalada de la PBA, “El 68,2% de los jóvenes de 20 a 24 años finalizó el secundario” y “De las personas entre 20 y 29 años que tienen edad de asistir a nivel superior (terciario, universitario y pos-universitario), asiste actualmente a un establecimiento educativo el 22,5%”
Producto de las condiciones de vida, solo el 32 % de los jóvenes en la provincia accede a un nivel superior. Y “más de la mitad de los jóvenes (53,9%) que están asistiendo declararon tener alguna dificultad en el lugar de estudio. Los problemas edilicios son los que aparecen con mayor frecuencia (17,3%)”.
A su vez se podría terminar de raíz con los docentes ad-honorem que en algunas universidades llegan a ser más del 60% del cuerpo docente. Pero todas estas cuestiones no parecen estar en la agenda presidencial.
Torzamos el brazo ajustador al gobierno y a la oposición
El kirchnerismo sostiene que hay que esperar hasta 2019, sin dar una lucha ni propuestas concretas contra las políticas del gobierno de Cambiemos, en la perspectiva de una victoria electoral. Son los mismo que gobernaron en condiciones excepcionales, como la alza de las materias primas que generó un ingreso importante al país. Pero en vez de destinarlo a solucionar los problemas de los jóvenes, decidieron mantener la fuga de capitales y el pago de la deuda externa.
El kirchnerismo, durante su gestión estuvo orientada a aumentar los contratos basuras, los tercerizadores de empleo (especialmente en callcenter), y principalmente precarizar el trabajo. Y los planes sociales, como el Progresar, aparecían como supuestos “paliativos” ante un problema que necesitaba un cambio de raíz.
Esta oposición que nos quiere engañar y llevarnos para el camino electoral es la que no plantea una salida para los miles de jóvenes que están sometidos a la precariedad. Ya que, un poquito más o un poquito menos todos coinciden en que habrá que ajustar las cuentas para que en un futuro le paguemos al FMI.
El conjunto del peronismo, no plantea que no hay que pagar la deuda porque de hecho, en su gobierno la pagó. Cristina misma se reivindica como pagadora serial de la deuda. Recordemos que fue Néstor Kirchner el que canceló la deuda con el fondo. Llego a pagar el U$S 9810 millones, mientras que lo que se destinó a educación superior durante la década K, llegó al 1.32% del PBI en su máximo esplendor.
No hay razones para que nosotros paguemos la deuda que contrajo el Grupo Macri durante la dictadura y que luego estatizó Cavallo. Tampoco tenemos que aceptar a los especuladores con las Lebac. La devaluación va a recaer sobre las espaldas del pueblo trabajador, los jóvenes y sectores populares.
Una medida básica, sería el no pago de la deuda externa ilegal, ilegítima y fraudulenta que pagaron todos los gobiernos, como afirma Nicolás del Caño, diputado por el PTS-FIT, ya que ese dinero se podría dedicar a solucionar los problemas habitacionales, de salud y aumentar el presupuesto educativo.
Pero esta medida tiene que estar ligada a la nacionalización los bancos, bajo gestión de los trabajadores, para evitar que se sigan fugando nuestros recursos.
Por eso, desde la Juventud del PTS te invitamos a lanzar juntos, en nuestros lugares de estudio y de trabajo, campañas por el no pago de la deuda externa y para que la crisis la paguen los empresarios que la generaron y los especuladores que obtuvieron sus ganancias.
Fuentes: