Contra el tiempo está la primer ministra británica. Si no llega a acuerdo con la UE antes del 21 de enero de 2019 un "Brexit sin acuerdo" sería inminente.
Domingo 16 de diciembre de 2018
En una semana nada fructífera, Theresa May no consiguió su objetivo: la aprobación por la Cumbre de la Comisión Europea y de la Cámara de los Comunes al proyecto de acuerdo para retirarse de la Unión Europea.
Tras dos días de discusiones en Bruselas, donde se dieron cita los 28 líderes de los países miembros de la Unión Europea para pactar en qué marcos se dará el Brexit, la primer ministra no logró que se sellara el trayecto definitivo del proceso, por lo que solo se establecieron consensos sobre la existencia de garantías mínimas.
Una de las diferencias que existieron en la reunión fue la relativa al backstop , convenio que estableció el Reino Unido con la Unión Europea para que se mantuviera una frontera invisible entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda posterior a la aplicación del Brexit, sin tener temporalmente la necesidad de levantar barreras físicas.
El encuentro no estuvo exento de polémicas, pues comenzando la jornada de este viernes, May se acercó a Jean-Claude Junker, presidente de la Comisión Europea, y lo encaró señalado que él la descalificó llamándola “nebulosa” en la noche anterior, acusación que Junker negó de forma categórica. Para calmar los ánimos, se acercó el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, interrumpiéndolos abruptamente.
"Todavía queda trabajo por hacer y mantendremos en los próximos días conversaciones sobre cómo obtener las garantías adicionales que el parlamento británico necesita para poder aprobar el acuerdo", manifestó la premier.
A pesar de haber sorteado favorablemente la moción de censura que apoyaron 117 parlamentarios de su propio sector, la líder conservadora no obtuvo el mismo resultado en el parlamento donde se vio obligada a postergar la votación sobre el acuerdo dada la posibilidad de un holgado rechazo. Dentro del Reino, voces como la del ex primer ministro, Tony Blair, exigen un nuevo referéndum sobre el Brexit, afirmando que la mayoría de la población habría rectificado y ahora estaría por mantenerse dentro de la UE.
La incertidumbre ha mantenido a la bolsa de valores londinense en constante descenso durante estos agitados días, descenso que se asemeja a las probabilidades de continuidad de May como Jefa de Gobierno, tras perder el respaldo de más de un tercio del Partido Conservador, cuya táctica es apostar todas sus fichas al diálogo como único camino para salvaguardar su futuro político. Ello ocurre, mientras un “Brexit sin acuerdo” se forja como la opción inminente con miras a marzo de 2019.
Patricio Araneda
Economía.
