Desde diciembre del 2019 cuando enfrentamos el pacto megaminero de Suarez y Sagasti algo está cambiando en nuestra provincia. Hay quienes no se callan más, levantan la mirada y ven frente a frente a los poderosos. Es momento de unir y fortalecer la izquierda y las luchas del pueblo en las calles, la Legislatura y el Congreso
Sábado 10 de julio de 2021 13:00
¿Te acordás de lo que pasó en diciembre del 2019? Mendoza tembló, el pueblo en las calles defendió su agua ante la entrega a las megamineras del pacto Suarez (UCR – Cambiemos) y Sagasti (PJ – Frente de Todos). Desde ese momento algo está cambiando en nuestra provincia, hay quienes no se callan más, levantan la mirada y ven frente a frente a los poderosos.
La política está en las calles, no en los escritorios de los funcionarios. Ellos viven otra realidad, sus dietas aumentan, sus comodidades también. Mientras miles se ven con la preocupación de cómo llegar a fin de mes, la inflación para ellos es un número, no una realidad que padecen en la mesa. Sus funciones son repartir un poco al pueblo y garantizar las ganancias de los grandes grupos económicos, monopolios, que piensan más en las finanzas internacionales, en “presionar” para pagar al FMI, en bajar costos, explotar mano de obra y comprar a precio de remate fincas o pequeñas bodegas arruinadas. También han usado todas sus fuerzas reprimiendo al pueblo, para entregar nuestros ríos y montañas.
Pensaron que un obrero no se iba a dar cuenta que a veces una sola botella de vino en el mercado internacional vale más que lo que cobra un obrero en un mes. Pensaron que los moldes de sus sindicatos iban mantener mansos a quienes producen. Se equivocaron.
Pensaron que íbamos a dejar que contaminen nuestra agua y destruyan nuestra cordillera para que algunos millonarios aumenten sus fortunas. También se equivocaron.
Autoconvocados/as, asambleas, sindicatos recuperados, en las calles y lugares de trabajo. Ya no somos trabajadores/as, jóvenes y mujeres sueltas. Hermanados/as, unidos/as, coordinados/as podemos ser esa fuerza imparable. Este 9 de julio volvimos a verlo con miles de trabajadoras de la salud y la educación, junto a judiciales, vitivinícolas, guardaparques, de la televisión y organizaciones sociales y políticas marcaron el camino de la unidad para enfrentar el ajuste.
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Las bancas legislativas del Frente de Izquierda demostraron ser importantísimas para las luchas del pueblo. Lo vimos durante las históricas jornadas de lucha de diciembre de 2019 donde resonaron en la Legislatura los fundamentos en defensa del agua y para reconquistar la 7722. En la histórica huelga vitivinícola, cuando en una de las jornadas, querían reprimir a los obreros que protestaban frente a la bodega del todopoderoso Zuccardi. Mientras que Sagasti y el PJ recibían millones del lobby de la megaminería para votar la reforma del macrista Suárez, y traían luego a Alberto Fernández a desayunar con las grandes familias bodegueras sin permitirles a los obreros que protestaban en la puerta del desayuno de la Coviar hablar con él y mostrarles sus zapatos de trabajo y bonos de sueldos de hambre.
También durante las jornadas de lucha docente y la comunidad educativa contra la Ley de Educación, en la que el peronismo recibió la propuesta con “dudas” mientras que el Frente de Izquierda rechazaba en la Legislatura y siendo parte del histórico caravanazo.
Estuvimos al frente de los portones de La Terre junto a Nicolás del Caño y Noelia Barbeito en el 2019 cuando llegó la policía con los síndicos para hacer la toma de posesión de la fábrica, apoyando a las obreras y obreros. Acompañando a las Asambleas por el Agua en la defensa de los Humedales del sistema Leyes-Tulumaya, la Cascada de San Isidro y el Plan de Ordenamiento Territorial. Así como en incontables luchas donde nuestros concejales y legisladores han estado al frente junto a las trabajadoras y trabajadores en sus luchas y reclamos.
Y como siempre siendo parte de miles de jóvenes y las mujeres que salimos por Florencia, por Melody, por Abigail. Porque seguimos exigiendo #NiUnaMenos y peleamos por un plan integral contra la violencia de género.
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Desde el Frente de Izquierda, hemos estado en cada una de estas luchas, poniendo nuestras bancas y el cuerpo junto a las y los trabajadores, las mujeres y la juventud que luchan con el pueblo en las calles. Hoy tenemos el gran desafío de ser la tercera fuerza, para lograr unir y fortalecer todas las luchas, también en estas elecciones.
Para ganar legisladores que enfrenten los pactos y traiciones de los partidos que ya gobiernan la provincia y la nación, y sólo buscan repartirse la totalidad del poder que ejercen hace más de 30 años a favor de los grandes empresarios y la desigualdad, a cambio de dietas, sueldos y jubilaciones de privilegio que sólo la izquierda denuncia y rechaza.
Lograr este objetivo, junto a quienes hemos compartido tantos años y junto a luchadores/as de toda la provincia, será un triunfo político del pueblo contra la avanzada de la derecha reaccionaria que busca capitalizar el descontento que ellos también generaron y cerrar nuevamente el círculo de los poderosos. Qué más quieren que “que solo queden dos partidos”, como dijo un dirigente del peronismo de Jujuy en las elecciones del 27 de junio.
Por eso, y para que no quede afuera de la legislatura la única fuerza que saca a la luz sus pactos, privilegios y planes de ataque contra el pueblo, queremos proponerle a las y los miles que nos bancaron siempre y a quienes hemos compartido cada lucha, que sean parte de la batalla por unir y fortalecer la izquierda, y las luchas del pueblo, en las calles, la Legislatura y el Congreso.
La desilusión de tantas y tantos que veían con esperanzas al gobierno de Alberto Fernández que prometió llenarles la heladera, que dijo que los últimos iban a ser los primeros y sin embargo solo vieron empeorar su situación, no puede ser motivo para fortalecer a la derecha. Pelear porque emerja la izquierda como tercera fuerza nacional y provincial y que exprese voz de las y los de abajo, sus luchas, resistencias y sus aspiraciones defraudadas es nuestro principal desafío.