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Red Internacional
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Entrevista. Universidad de San Martín: testimonio de estudiante ante la falta de cupos

En la universidad de San Martín dejaron a fuera a más de la mitad de los ingresantes de la carrera de psicopedagogía en la escuela de Humanidades, a partir de esto dialogamos con una de las estudiantes bochada.

Lunes 27 de marzo de 2017 13:29

¿Recibieron algún tipo de respuesta por parte de la gestión luego de que se sepa la cantidad de desaprobados?

M: Sí. Pero porque nos organizamos y la exigimos. Junto a un grupo de estudiantes que ingresaron que se acercaron a modo de apoyo fuimos a exigir una respuesta por parte de las autoridades ante el atropello a nuestro derecho a la educación pública.
Gracias a la insistencia de nuestra parte, bloqueando la puerta del decanato y aplaudiendo, logramos arrancarle una reunión al decano de la Escuela de humanidades Carlos Greco, quien quiso evadirnos haciendonos esperar 40 minutos fuera de su oficina.

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En la reunión el decano mostró su poca predisposición a brindar una solución para que los estudiantes podamos ingresar a la carrera, demostró abiertamente el carácter elitista, excluyente de la universidad y que el curso de ingreso, en teoría "preparatorio" o nivelatorio como te lo vende la universidad al ingresar, es un claro filtro. En palabras del decano: “El curso de ingreso pretende detectar las aptitudes que tienen los aspirantes para transformarse en estudiantes universitarios ” y afirmando posteriormente que existen aptos y no aptos para ingresar a la carrera. Defendió la educación meritocrática y casi por desliz afirmó la existencia de cupos limitados para entrar a la carrera al declarar: “la universidad es un bien meritorio, ¿por que? porque no es infinito no todos pueden estudiar en la universidad, porque no todos tienen la secundaria completa y porque las vacantes que hay, las sillas que hay, no son suficientes para todo el mundo” demostrando la falta de voluntad en hacer inversiones para ampliar el espacio de la carrera dejando a entrar a todos los estudiantes dispuestos a estudiar y así garantizar el derecho que con tantas luchas conquistamos y defendimos.
Después de un largo debate planteamos como posible solución un CPU (curso de preparación universitaria) cuatrimestral en el segundo cuatrimestre, el cual definió que para implementarsr debían tratarlo en una sesión del consejo de claustros y que para tratarse debía solicitarse una sesión extraordinaria que dijo abiertamente que el no llamaría ya que no creía un tema urgente. Al manifestarle que nuestro tiempo vale y que queremos estudiar nos dijo “para estudiar nunca es tarde” burlándose de nuestros tiempos. Siguiendo en esta línea declaró que a él le interesa tener estudiantes que se dediquen a estudiar y que no trabajen, lo que claramente nos dejaría exentos a todos los trabajadores de su educación de ensueño. Pretensiones particulares de un funcionario público que cobra abultadísimos sueldos, mientras los docentes y no docentes sufren la alta precarización universitaria, y para colmo por su función de gestión del ajuste.
Finalmente el decano Carlos Greco se comprometió a dejarnos ver nuestros exámenes al día siguiente a las 14 horas.

¿Pudieron revisar sus exámen?¿La única respuesta del decano fue ofrecerle ver sus exámenes?

M: No pudimos. Sí, la única solución que plantea el decano de una escuela que filtra el acceso a la educación es ofrecerte cumplir el derecho básico de todo estudiante a ver su exámen. Es decir, la solución de Greco es mostrarte el exámen con el que te filtran, como prueba de que los responsables somos nosotros y no la gestión que impone cupos. Y al final, ni eso garantizó. Al día que habíamos pactado con el decano a las 14 hs estábamos los estudiantes en la facultad esperando ver nuestros exámenes. Nos encontramos con la coordinadora del CPU y la directora de la carrera en su despacho, no nos dejaron ver los exámenes excusándose con que era “complicado” reunirlos de un día para el otro y desmontando su nula voluntad a cumplir con nuestro derecho a ver nuestros propios exámenes. Nos tomaron los mail y dijeron que nos citaran para verlos uno por uno. Mismo cuento que nos vienen dando desde el día 16 de marzo (día que se anunció quiénes entraron y quiénes no) cualquiera supone que entregar un examen no lleva más que buscar un papel en una pila de los mismos , pero al parecer a la gestión de la UNSaM esta tarea puede llevarle cerca de un mes. Es claro que se juegan al desgaste de los estudiantes, fieles al momento de ajuste que se sufre a nivel nacional. Y de esto son responsables no sólo el decano, sino también el rector, la dirección del CPU y de la carrera.
Al plantearle nuestras quejas sobre las formas de examinar (múltiple choice capciosas, ensayos que nunca quedaron en claro las pautas, etc.) Respondieron que tomaran las “críticas constructivas” para el año que viene y se negaron a dar una respuesta inmediata excusándose con los tiempos administrativos de la gestión académica. Ya que esto sucede año tras año pecariamos de ingenuos si creemos que con algún tipo de buena voluntad o interés en la educación tomarán las críticas que les hacemos las personas que ellos mismos excluyen. La desorganización, la confusión y la falta de aclaraciones y explicaciones son el primer obstaculo al que nos debemos enfrentar los estudiantes en el CPU, otra forma de filtrar a quienes no soportan las irregularidades que curiosamente surgen sólo en esta carrera.
Los cupos en psicopedagogía son ajuste a la educación y violan el derecho al acceso a la universidad pública. Mientras el macrismo ajusta la educación a nivel nacional, los decanos y rectores kirchneristas lo gestionan en las universidades. Queremos ingresar a la carrera, queremos que se garantice el derecho a la educación pública, gratuita y de calidad. Sin restricciones. No somos simples números en un aula, aunque las autoridades nos vean así.

¿Esta pelea la vienen dando junto a los estudiantes que ya ingresaron?

M: Sí, a pesar de que Carlos Greco dice que los ingresantes no somos estudiantes y aunque que nuestra inscripción mañana figure como un número más a la hora de recibir presupuesto por estudiante tenemos el apoyo de los estudiantes. Que la gestión haga lo que hace implica un ataque a la educación de conjunto, y los estudiantes nos dan su apoyo. El centro de estudiantes de humanidades que dirige el PTS siempre estuvo junto a nosotros. La agrupación "Estudiantes en Lucha CyT" nos apoyó desde el principio, incluso siendo de otra escuela diferente, al igual que el vocal del PTS en el Centro de Política y Gobierno. Nos cuentan que en sus escuelas también la gestión intenta recortar por dónde pueda.
A los consejeros estudiantiles aún no los vimos, necesitamos que llamen a una sesión extraordinaria del consejo. Porque esto si es urgente. Además buscamos que los demás centros nos apoyen, necesitamos el máximo apoyo de los estudiantes, esta pelea es de todos, contra quienes gestionan el ajuste en la universidad.