Los vecinos de la toma del Barrio Lujan lograron con su lucha posponer el desalojo y abrir una mesa de negociación con el municipio para la adquisición de las tierras por parte de los ocupantes. Resta una larga negociación, pero es un paso adelante en la lucha por tierra y vivienda.
Miércoles 18 de noviembre de 2020 15:23
En horas del mediodía Daniel Bauzá, abogado de las familias, nos comunicaba que se logró un aplazamiento del desalojo en las conocidas como tierras de Farto, hoy en manos de la viuda de este, Susana Barría. Hoy vencía el plazo para el desalojo voluntario del predio establecido por la fiscalía, a partir del cual podía hacerse efectivo con la intervención de la fuerza pública.
Barría había hecho una denuncia por usurpación contra las más de cien familias que ocuparon el predio a principios de octubre. El lote en cuestión se trata de una sesión de tierras fiscales hechas a Farto hace más de 40 años para un emprendimiento productivo que nunca se realizó. Fallecido Farto en 2001, su viuda puso a la venta los lotes. Ante eso la necesidad de tierras para vivir de los vecinos se tradujo en la toma de los terrenos.
A raíz de esta denuncia pesa sobre el predio un pedido de “no innovar”, es decir, la imposibilidad de construir, cuya observancia está a cargo de la fiscalía a cargo del fiscal Francisco Arrien.
Producto de ello, puede verse el permanente acoso de policías en autos particulares hacia los vecinos de la toma. Al mismo tiempo continuaban hasta ayer llegando cédulas judiciales a distintas familias que están en la toma.
Hoy la municipalidad planteo posponer el desalojo, en principio por 30 dias, en los cuales se realizará un relevamiento con vistas a determinar la situación de los ocupantes en vistas a la venta de los terrenos a los mismos. La municipalidad se habría ofreció como garante de los vecinos para concretarla.
Previo a ello, deberá determinarse el monto de la deuda impositiva que la poseedora del predio mantiene con la provincia y el municipio y que se calcula en más de $8.000.000, a fin de restar esta deuda del valor de los lotes a adjudicar. Aun no hay confirmación del precio, si será en base a la tasación fiscal o al precio desorbitante que la poseedora fijo a los lotes, u$s 230.000.
De algún modo, Barría termina saliiéndose con la suya, puesto que cobrará por terrenos que fueron cedidos por el ejecutivo municipal y en los que no realizó ninguna mejora en mas de 40 años. Simple y llanamente un desfalco.
Sin embargo, es un enorme triunfo de la movilización de las familias que sostuvieron la movilización y la lucha durante todo este tiempo, con marchas al consejo deliberante y un gran fuerza y organización.
Claramente, la lucha de las familias del Lujan y su firme voluntad de resistir, marca el camino para arrancar al Estado el derecho a la vivienda.