Viernes 7 de junio de 2019 00:20
BOLSONARO EN ARGENTINA - YouTube
Jair Bolsonaro visitó la Argentina, fue recibido con honores por el gobierno de Macri y repudiado en las calles de jóvenes y trabajadores.
A tono con el clima electoral, el presidente brasileño dio su respaldo político al presidente Macri. Su vista además es parte de la agenda imperialista para Latinoamérica, que se apoya en los gobiernos de derecha para obtener avances categóricos de sus intereses en la región.
Los temas centrales de la vista fueron Venezuela y el Mercosur.
La cuestión venezolana es un problema regional de primer orden para la administración Trump, que dirigió la fracasada intentona golpista encabezada por Guaidó y que fue decididamente apoyada por Macri y Bolsonaro.
Los países con gobiernos de derecha de América Latina, unidos en el el Grupo de Lima, ha expresado su apoyo a las sanciones impuestas por Estados Unidos contra Venezuela, que no hacen más que profundizar la crisis económica y social que vive el país caribeño.
El Otro tema central de la visita es el carácter del Mercosur. Brasil busca mayor libertad para negociar con otros países sin tener que ponerse de acuerdo con el resto de sus socios del Cono Sur. Argentina busca equilibrar las cuentas comerciales con Brasil, su principal socio, cuya economía se encuentra en retroceso.
Ambos presidentes enfrentan un panorama doméstico de profunda crisis con caída del PBI y aumento de la pobreza y la desocupación. Una situación que no parece se vaya a resolver vía un acuerdo con una Unión Europea y un mundo cada vez más proteccionistas.
Otro tema que viene ocupando la agenda bilateral es Defensa, donde ambos gobiernos se apoyan en discursos con eje en la xenofobia o la lucha contra el narcotráfico para legitimar el fortalecimiento de los mecanismos de control migratorio y aduanero, el aumento de sus fuerzas represivas y de inteligencia. La cooperación en seguridad ya viene de los gobiernos anteriores tanto del PT como del kirchnerismo e incluyó la aprobación de leyes antiterroristas, ejercicios comunes con Estados Unidos y el envío de militares a Haití.
La visita de Bolsonaro fue ampliamente repudiada en las calles. Veamos qué decían en la manifestación del Frente de Izquierda.
Bolsonaro dirige un gobierno de continuidad con el golpe institucional que destituyó a Dilma Rousseff, y se ganó en menos de seis meses la peor popularidad de un gobierno desde que volvió la democracia a Brasil, gracias a medidas antipopulares como la reforma laboral. Viene enfrentando la oposición masiva de estudiantes y trabajadores que luchan contra los recortes en la educación y a una reforma jubilatoria verdaderamente esclavista.
Sobran razones para salir a las calles y repudiar a Bolsonaro y a Macri. Ambos comparten el alineamiento incondicional detrás de la política imperialista de Estados Unidos. También buscan garantizar ganancias extraordinarias para especuladores y empresarios con el ajuste al pueblo trabajador.
Si ambos gobiernos han logrado avanzar hasta acá con el ajuste es también responsabilidad de esas oposiciones, que supieron ajustar cuando estuvieron en el gobierno y no se juegan a derrotar los ataques.